petite - trueno

08

No me pidas perdón que yo también falle.

Mateo

Me revolví en la cama y al no sentir a Alida a mi lado me desperté poco a poco, ya era de noche. Revise mi reloj y eran las siete de la noche. Suspire y me pase ambas manos por la cara intentando despertar.

Alida apareció en la puerta y camino hasta a mi para zarandearme.

—Ey, Mateo, te tenes que ir— dice apurándome para que me levante— anda ya Mateo

—¿Que te pasa?— pregunte levantándome, hace unas horas estábamos bien y ahora me echa de su casa

—Nada Mateo... solo vete por favor— dijo buscando algo en su escritorio, ni siquiera me miraba.

Tome sus dos brazos haciendo que me viera, me desesperaba que la gente no me mirase cuando estoy hablando.

—¿Que pasa Ali? Decime anda— acune su cara entre mis dos manos viéndola fijo y negó con la cabeza

—No tengo nada Mateo, y no pasa nada, ahora si me haces el favor, ándate— se zafó de mi agarre y volvió a lo que estaba haciendo

Me quede unos segundos viéndola, pensando en que había pasado, por qué algo estaba pasando.

Negue con la cabeza un par de veces para después salir de ahí pegando un portazo. 

Me puse la capucha y empecé a caminar solo en la noche a casa de Valentín, a lo mejor él podía entender el comportamiento de Alida.

Cuando estuve enfrente de la puerta de su casa toqué varias veces para que se apurara en abrirme. Tenía frío.

—Ya voy la puta madre— escuche del otro lado, ni bien abrió la puerta me metí sentándome en el living

Estaba desesperado.

—¿A vos que te pasa?— preguntó mirándome con el ceño fruncido sentándose en el otro sillón

—¿Que me pasa?— pregunte con risa irónica y Valentín alzo los hombros— me pasa que la piba que me re gusta, me tiene de su boludo tratándome bien para después tratarme como la misma mierda, como dos desconocidos, y me vuelve loco, por qué, por qué no la entiendo...por qué no puedo estar con una persona bien y después mal por cualquier cosa que se presente, o por sus ovarios, no puedo Valentín— explique rápido caminando de un lado a otro en el living tomándome el pelo con frustración

—Mira, podría ayudar más si me dijeras qué pasó exactamente, así que vamos a calmarnos y sentate por favor— señaló al sillón y me senté moviendo mi pierna de arriba a abajo— voy por una coca-cola— fue a la cocina y regreso con dos latas de coca-cola, me dio una y se sentó de nuevo— ahora si, explícame

—Bien, pues Alida estuvo de linda conmigo para desp...

—¡Mateo!— me interrumpió— habla lento, parece que me estás hablando en chino boludo, respira hondo y después habla

Tenía razón, estaba desesperado y nervioso, destape la coca-cola para darle un sorbo y respirar bien. Cuando me calme comencé a hablar.

—Alida al principio se enojó cuando me vio a mi y no a vos, le dije que quería pasar tiempo con ella y se ablandó, fuimos al Mac a comer y, le dije todo Valentín, le dije lo tarado que me trae. Le dije que me gusta.— exclamé mirándolo nervioso y alzo una ceja

—¿Ella que dijo?

—Nada, que no sabía que responder, que por el momento no tenía respuesta por qué no se lo esperaba— alce los hombros y me hizo una seña para que siguiera— después fuimos a su casa, se quedó un rato haciendo cosas en su escritorio, para después sentarse encima mío y comenzar a hacerme preguntas íntimas, muy íntimas Valentín

—¿Cuáles?— preguntó destapando su coca-cola

—Del tipo, hace cuanto no cogia, que si mi ultima vez fue con una novia, que si use forro, que si me vine, que si se vino ella, un montón de pavadas negro, pero al final me preguntó que si yo usaría forro con ella— se rió un poco y lo mire mal, no estaba para bromas

—Perdón, aveces Alida es algo intensa, debí decírtelo ¿que mas?

—Yo le dije que por mi no, que le haría como diez hijos, después de eso me preguntó que si niños o niñas y, tonterías, después nos dormimos y cuando me desperté me echo de su casa, casi que me saca a rastras Valen.

—Ok... para empezar, creo que debí decírtelo antes, mucho antes... quiero creer que Alida al final se enojo por qué...

—¿Por qué...?— pregunte esperando una respuesta— Dale pelotudo decime

—'cuchame, Alida perdió su virginidad a los dieciséis años, pero... siempre quiso tener hijos, tal vez no a esa edad, pero si en un futuro, pero el pelotudo con el que se acosto, le hizo mucho daño y al final, un ginecólogo le dijo a Alida que no podía tener hijos, ya no podía. Ni en ese momento ni ahora ni en un futuro, ya no puede— explicó y yo solo me dedique a mirarlo y escucharlo totalmente serio.

No sabía qué decir, no sabía si la había cagado por no saber, no sabía nada y fue como si el mundo hubiese dejado de girar por unos minutos.

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Historia real, y triste. ):

Voten.🧚🏻‍♀️

R.V