petite - trueno

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Alida

—Y bueno quiero irme a dormir— exclamé cuando despedí a Eduardo en la puerta, sólo quedábamos Mateo, Valentín, Manuel, Morena y yo.

—Hay dos cuartos desocupados nomás— informó Valentin

—Yo duermo con More— dijo Manuel y alce una ceja viendo a Morena y se puso roja

—Enamorados, me da diabetes— dije haciendo cara de asco—Yo duermo con Wosito

Valentín dejó un beso en mi mejilla haciendo que sonría.

—Y yo duermo solo— dijo Mateo alzando los hombros y reí bajito ante eso

Todos subimos las escaleras después de apagar la luz del living y cada quien se metió a su habitación.

—¿Tenes una remera?— le pregunte a Valentín y señaló su placard, donde saque una azul grande, me saque el top y la pollera para ponerme encima la remera ya que me quedaba grande y me tapaba todo.

Nos acostamos en la cama y lo abracé escondiéndome en su pecho después de dejar un beso en su mejilla.

—Mhhmm, no puedo dormir— dije removiéndome después de quince minutos debatiendo mi sueño— tengo sed

—Abajo hay agua flaca, baja y déjame dormir— susurró molesto dándome la espalda

Rodé los ojos aunque no pueda verme y me levante para bajar a tomar agua.

Prendí la luz del living y abrí mis ojos en grande al ver a Mateo pajeandose en el sillón.

—¡Dios!— exclamé poniendo una mano enfrente de mis ojos— ¡Mateo que asco!

—¿Que?— preguntó totalmente normal

—¿Que que? Te estás pajeando en el sillón de tu mejor amigo, y enfrente de mi— quite mi mano para verlo pero al ver que aún tenía su miembro afuera cerré los ojos tapándome la cara

—Deja de quejarte y ayúdame mejor— escuché que dijo y negué con la cabeza— niégame que no queres ver el pedazo que tengo entre las piernas

—Te lo niego— dije aún con los ojos cerrados recargada en la pared

—Mírame o míralo como sea— exclamó riendo

—¿Que? ¿Estas de joda no?

—No, posta hazlo y nomas así sabré que no me queres hacer un pete

Abrí los ojos lentamente y los dirigí a Mateo, por el momento veía su cara, hasta que mis ojos bajaron a su entrepierna para ver su miembro.

—¿Se puede saber por qué estás pajendote en medio del living?— pregunté acercándome

—Y no sé, esto es lo que provocas vos— señaló su entrepierna y solté un suspiro—¿me vas a ayudar?

—No flaco olvídate, yo venia por agua nomas, termina solo— masculle entrando a la cocina sacando el agua del refrigerador para servirme en un vaso y tomar de el.

Me queje cuando sentí unas manos en mi cintura y el bulto de Mateo en mi culo.

—Mateo— me quejé cerrando los ojos con fuerza

—¿Que pasó petite?

—¿Podes alejar tu ereccion de mi culo? Gracias

—Sería más fácil si me ayudaras— susurró en mi oído y un escalofrío recorrió mi cuerpo

Realmente no podía negar que me ponía nerviosa, al igual que puede que me haya mojado un poco cuando vi su miembro, era de muy buen tamaño y con tremendo bombón que es Mateo, no ayudaba mucho.