petite - trueno

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Alida

Ni bien entramos Mateo entró como loco saltando, estaba muy feliz y desde ayer estaba jodiendo con la prueba de embarazo, iba a hacérmela pero..."Mejor cuando estemos con los chicos, va Lucia y Morena, y también estarán mis amigos, así se convierte en algo más especial"... había dicho Mateo mientras tomaba mis manos y después me abrazaba como nunca anoche.

Entonces ahora había traído la prueba de embarazo para hacérmela con ayuda de mis amigas.

—¿Que se trae?— preguntó Manuel apartándolo puesto que lo estaba abrazando

—Está mujer me a hecho el hombre más feliz— exclamó Mateo mientras abrazaba a Valentín y me señalaba

—Emmm, bueno, qué incómodo— hable carraspeando— ¡chicas!

Ambas se levantaron y me abrazaron, teníamos banda de no vernos, deje un beso en la mejilla de cada una y luego jale a Mateo para que se pusiera a mi lado.

—Tenemos qué decirles algo— susurre y todos se pusieron atentos

—Anoche lo hicimos y ¡sin condón! ¿Saben que significa eso?— saltó Mateo y mis mejillas se pusieron rojas

Que gran manera de dar la noticia.

—¿Que?— preguntó Valentín rodé los ojos

—Anoche, intentamos que yo quede embarazada...— carraspee y Marcos alzó la mano

—¿Puedo decir algo?— preguntó y asentí— ¿lo estás?

—No...no lo sabemos, iba a hacerme la prueba anoche pero Mateo no quiso, sé espero a que estuviéramos todos juntos y...— me interrumpió Valentín

—¿Y qué esperas boluda? ¡Anda arriba y hazte la jodida prueba! Anda, anda— me empujo, con Lucia y Morena subimos al baño de arriba

Cuando estuvimos arriba respiré hondo y Morena me estiro la prueba, la tome con la mano temblorosa.

—Tranquila Ali...¿sabes cómo hacerla?— preguntó Lucia

—Si, eso creo, igual trae instrucciones— me alce de hombros

—Bueno, te esperamos— hablaron las dos y les di las gracias

Me encerré en la baño, me baje la tanga y orine en el palito de la prueba, me subí la tanga y tire de la cadena, deje la prueba en el lavabo del baño y tenía que esperar cinco minutos.

Una línea, negativo, dos, positivo.

Salí del baño sin la prueba y ambas me miraron ansiosas.

—Ya, ya está, hay que esperar nada más— susurre y me senté en una silla que había ahí—chicas, ¿alguien puede ver la prueba? No quiero ser la primera en verla

—¿Segura, nena?— preguntó Morena tocándome la espalda

—Si, por favor— pedí y ellas asistieron

—Lo haremos las dos— habló Lucia y asentí

No me importaba quien lo viera, lo que sabía era que no quería ser la primera, un miedo insignificante me recorrió el cuerpo, sentí una oleada de frío, me abracé a mi misma mientras intentaba no llorar. Por un momento pensé en que la felicidad de Mateo podía crecer más si estaba embarazada, pero también podía esfumarse por no estarlo. En seguida mi miedo creció mucho más, el tiempo corría como agua, y empecé a temblar como una gelatina.

—Ya pasaron— habló Morena viendo su celular— vamos a ver

Asentí sin verlas y ambas se metieron al baño, quería llorar, pero no podía, no ahora...

Se tardaron unos segundos y después ambas salieron del baño con la prueba en la mano, cerré los ojos con fuerza y cuando me sentí bien para hablar lo hice;

—¿Que dice?— pregunte entrecortamente

Entre ellas se miraron, no podía deducir de qué manera. Lucia suspiró y una corriente eléctrica recorrió mi espina dorsal.

—E-es...negativo Alida— susurró y levante la mirada

—¿En serio?— pregunte con la voz ahogada, ahora si había dejado salir todo y en cuanto menos me lo espere mis lagrimas habían empapado mis mejillas

—Si...

Estire la mano y me tendió la prueba, y si, una línea perfectamente marcada en rojo sobre el papelito, era lo que veían mis ojos, esta prueba era muchas cosas, era mi felicidad, la de Mateo... la de todos.

—Bueno... y-yo— intente hablar pero quebré en el llanto, ambas me abrazaron y me consolaron— no puedo hacerlo, no puedo decírselo yo a Mateo— solloce— por favor háganlo ustedes

—Pero...Alida, tenes qué decirle vos— hablo Morena y sacudí la cabeza

—No, por favor no, no puedo, ¿no lo entienden? Simplemente no puedo, por favor...— mi llanto aumento más, el miedo de que Mateo se decepcionara me invadía terriblemente

—Está bien, pero cálmate ¿si?— argumento Morena

—Solo díganle— susurre

Ambas bajaron y me pegue las rodillas al pecho, abrazándolas, metí mi cabeza entre ellas para respirar mejor y detener mi llanto.

No sé cuánto tiempo pasó, pero para mi fue una eternidad. Escuché pasos acercándose y me aferré más a mis piernas.

—Amor— susurró Mateo y me escondí aún más— dale mírame

—No quiero— hable frágil, realmente no podía darle la cara

—Por favor— habló y algo en mí se alertó cuando escuché que su voz se quebraba

—No llores, vos no por favor— pedí y ahora si salí de mi escondite, me abalancé sobre él cuando vi sus ojos rojos y sus mejillas con lágrimas— dios no, vos no, por favor

—Escúchame— pidió y me apretó más contra el, me separo y acuno mi cara entre sus manos— nada es culpa tuya, ¿te lo dije no?, entonces no tenes por qué estar así, me parte el alma verte mal, sé que esto no pasó, al menos no ahora y fue por algo, podemos intentarlo más adelante

—Mateo no hay un "podemos" si me pasó una vez, volverá a pasar— susurre y él negó

—Vamos con tu ginecólogo, por favor, hagamos esto— pidió y junto nuestras frentes

—Está bien, te lo prometo— hablé y sonrió

Me tomo por la nuca y junto nuestros labios, puse mis manos en sus mejillas y con un solo tacto podía sentirme segura y no culpable de algo que, como decía Mateo, no era mi culpa.

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