Capítulo 7

4 1 0
                                    

Jimin siempre había sido un chico tímido y a veces vulnerable, la mayor parte del tiempo se la pasaba enterrado entre libros más grandes que sus pequeñas manos

Aún siendo un estudiante ejemplar odiaba ir a la escuela, odiaba tener que soportar a aquellos que abusaban de esa vulnerabilidad, sólo llegar antes que los demás para así ya no tener que pasar por el martirio de las mañanas

Pero en la primera clase no se salvaba de los constantes golpes, su madre estaba feliz de que su hijo podía asistir a una universidad prestigiosa, pero normalmente por el mismo motivo la posición económica tenía sus "ventajas"

Los maestros fingían no ver y no conocer nada del tema, aún cuando su madre había ido un par de veces a preguntar por los moretones que el mostraba y no pudo ocultar de la vista experta de su madre

Cada día que pasaba se volvía más callado y cerrado al mundo, su madre también fingía que todos esos moretones eran sólo por el Colegio, cuando en realidad el asqueroso tipo ese con el que estaban obligados a vivir lo maltrataba

Jimin supuso que al darse cuenta que la escuela no haría nada su madre prefirió dejar el tema en paz, ella siempre había sido una pasiva en la vida y sobre todo en su relación, por eso para los hombres era sencillo volverla una víctima

Desde que su padre había muerto su madre una co-dependiente sin remedio no pudo vivir sin una pareja y relación tras relación su madre había sufrido maltratos, al principio no habían sido tan rudos, pero pronto se daban cuenta que a ella no le importaba mucho y nunca haría nada al respecto

Ella poco a poco perdió su luz interior y se veía como un cascaron vacío, aún había un pequeño destello de la mujer que una vez fue, ataviada en vestidos con faldas amplias y tacones, hora siempre penosa con pantalones que gracias a un cinturón que había sido del viejo uniforme de su hijo no los arrastraba por el suelo de lo enormes que eran, playeras demasiado grandes para una mujer tan escuálida

Volvía a casa y su madre había vuelto a tomar sus medicamentos que un doctor muy sospechoso le daba, su madre a veces quedaba noqueada por días, el tipo gordo se enfurecía y no hallaba placer en golpear el saco de carne inconsciente que era su madre

Automáticamente sus agresiones pasaron a ser par Jimin, había sucedido y unas veces, cuando no se notaba si su madre ya no soportaba el estrés y las tomaría, los días en que su madre tallaba sus manos nerviosamente contra sus pantalones el se prevenía y guardaba una suéter en su mochila y comida para el día siguiente

Esos días se libraba de los golpes durmiendo en cualquier lugar que pudiera, había días en que se sentía tan cansado que observaba con añoro el escondite donde su madre guardaba sus "pastillas"

Tan fácil que sería tomar varias y olvidar todo aquello, su instinto interno de pelea le decía que sacara aquello adelante, que su madre y el podrían ser felices solos, pero ya ni eso creía

Cada día que pasaba todo se volvía más sombrío y lúgubre, aunque siempre le había gustado la escuela ya que podía ser libre, pero ahora también se sentía ahogado y perdido ahí

Solo, era la mejor forma de describir cómo se sentía y como realmente estaba, ya nada servía para llenar el vacío que sentía, nisiquiera los vanos cumplidos de sus maestros por sus calificaciones lo hacía sentir mejor

Los días, se volvían semanas y las semanas meses, que se volvieron años en que su corazón ya no deseaba nada, incluso había dejado la escuela, salía en busca de trabajos de medio tiempo, su madre finalmente había encontrado el final en un bote de pastillas

Salió de ese lugar al que se había negado siempre a llamar hogar, cuando sabía bien lo que era tener un verdadero hogar, cuando no tenía suficiente dinero para poder dormir en un hotel de no muerte, se obligaba a dormir en las calles

The SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora