LA CITA 💞

8 2 0
                                    

Cuando me desperté casi a las dos de la tarde, miré mi teléfono donde el único mensaje que tenía era uno de Nati, que me pedía que fuese a su casa.
Me puse los primeros pantalones que vi y una camiseta que encontré encima de mi escritorio, me puse unos tenis de color negro y salí de mi casa, para ir a la de Nati, pero antes haciendo una parada por el supermercado, para así comprarme un dulce para desayunar.
Llamé al timbre mientras le daba el último bocado a mi palmera de chocolate, mi amiga me abrió en pijama llorando y aún que no me había dejado pasar, comenzó a decir...
- ¿Quién es la chica por la que me ha dejado?- me dijo entre lágrimas.
- Natasha, no tengo ni la menor idea de quién es - dije sinceramente.
- Me se su contraseña del instagram, así que voy a ver quién es esa put*- dijo mosqueada.
-No creo que sea una buena idea,es mejor que lo hables con él...
Tras un rato de consolación, le dije que lo mejor era que está tarde se viniese conmigo a la peluquería y se olvidase de todo y se diese un pequeño caprichito.
Me fui a mi casa, donde mi hermana me estaba esperando para comer unos platos de pollo al roquefort con patatas y arroz, que había pedido a domicilio. Una vez terminamos nuestro almuerzo y estábamos recogiendo las cosas, Julia me dijo que mientras yo estaba fuera de la casa, llegó un chico preguntando por mí y que parecía bastante desesperado por hablar conmigo; solo se me vino una única persona a la cabeza y era Rayden, pero por qué no había contestado mis mensajes.
Cuando fueron las seis de la tarde, fui junto con Nati a la peluquería y tras un lavado de cabello y de cortarnos las puntas, decidimos hacernos unas mechas, Nati se eligió unas californianas moradas y yo unas mechas de raíz rubio claro. Mientras esperaba a que acabase el tiempo de las mechas, estuvimos hablando sobre ir al parque acuático en unas semanas. Justo un minuto después de salir del local, recibí un mensaje de Rayden, que decía...

Rayden: Sandra siento mucho no poder haberte hablado antes, pero se me ha foto el móvil y hasta que no me lo han arreglado, no he podido escribirte.
Yo: No pasa nada, pero estaba preocupada por si te había pasado algo.
Rayden: Tranquila, estoy bien... ¿cómo te lo pasaste ayer?
Yo: La verdad que me lo pasé bastante bien, a pesar de que Natasha y Sebastián rompieran... ¿y tú qué tal con tu padre?
Rayden: Guau la noche parece ser que tuvo altibajos. Estuve cenando en mi restaurante preferido y paseamos por la playa.
Por cierto, ¿quieres qué esta noche quedemos?
Yo: ¡Pues claro!
Rayden: Perfecto pues nos vemos en dos horas, por donde está el colegio abandonado.

Estaba súper entusiasmada porque por fin iba a quedar con él, me fui a la ducha y posteriormente me sequé el pelo, me puse unos leggins negros y una camiseta blanca con rayas horizontales en el centro de color rojo y azul, anudada en la parte baja. Me maquillé en tonos suaves, me recogí el pelo con una coleta de la que se escapaban un mechón a cada lado de mi cara y por último, me eché un poco de la colonia que me había comprado hacía poco.
Anduve durante unos veinte minutos y aunque suene ridículo me perdí y tuvo que guiarme por las calles de aquella zona gracias al WhatsApp.
Cuando le vi ese lejos sentado en el escalón de una puerta, mi corazón se aceleró, ni siquiera me salían las palabras, pues estaba entre feliz y asustada pues jamás había salido con un chico antes, y no sabía si le gustaría como soy.
Anduvimos unos minutos, casi en silencio pues ambos estábamos muy nerviosos, de hecho él estaba temblando, llegamos a nuestro destino el colegio abandonado, donde podíamos hablar tranquilamente pues era una zona poco transitada.
Comencé a hablando sobre que tal había ido el día y de esa forma rompí el silencio que había, así también conseguí que él pudiera soltarse un poco más conmigo. Estuvimos hablando durante más de una hora sobre nosotros mismos y algunas cosas de nuestra vida, entonces empecé a notar un cambio en su comportamiento, pues se puso a "jugar" con uno de los mechones de mi pelo que caía sobre mí mejilla, luego se ponía darme pequeños empujoncitos, a acariciar mi pierna y a abrazarme o a apoyar la cabeza ligeramente sobre mi hombro. Justo cuando estábamos más agusto me di cuenta de la hora que era, y le dije que me iba a tener que ir; Rayden me acompañó hasta la calle de al lado de la plaza, que se encontraba a pocos minutos de mi casa y allí me fui a despedir de él, pero no sabía cómo,por lo que solamente le dije adiós. Pero antes de que pudiese seguir andando, me agarró de la mano...

Only youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora