...¿Por qué cuando mis poderes se activaron no sentí la presencia de Andy?
- Porque ella ahora mismo está demasiado lejos o...
- ¿O...? - Pregunto mientras noto la impaciencia corriendo por mis venas.
- O muerta. - Lo dice con firmeza, con seguridad, sin una pizca de miedo en su voz. Yo, en cambio, noto como me rompo lentamente por dentro, como cada piececita de mi ser se resquebraja y se derrumba. Me apetece pegarle al maldito peliazul por decir algo tan horrible, pero posiblemente yo tenga toda la culpa, no él. - Por eso estamos aquí, para salvarla. - Esas palabras me devuelven de inmediato al mundo real. Demon me está mirando fijamente mientras señala la palma de mi mano. - Y para ello necesitamos eso. - Estoy a punto de soltar un: ''¡¿pues a que estamos esperando?!'' pero Demon se me adelanta, tiene una mano posada en mi hombro. - Siéntate.
- ¡Pero Andy! Tenemos que... - Hace presión con su mano hacia abajo obligándome a ceder.
- Sé lo que hago, tu en cambio no tienes ni idea. - Dice de repente, cortante. - Andy ya sabía que los rebeldes vendrían a por ti. No sabía exactamente cuando, solo sabía que una vez que tu aparecieras podía ser en cualquier momento. Todo está planeado, ¿es que no lo ves? Andy se inventa una excusa por la mañana, tú te marchas, yo aparezco para vigilarte, Andy ocupa tu lugar, los rebeldes aparecen y se la llevan a ella para interrogarla mientras yo te ayudo a escapar lo más lejos posible. ¡Ese era el maldito plan! - Agacho la cabeza, no quiero seguir viendo la rabia en los ojos de este chico. Me siento terriblemente mal. ¿Por qué Andy hace todo esto por mi? Mi padre no puede ser la única razón por la que arriesgue su vida por mi, tampoco hizo tanto por ella, con solo decirme "hola" de parte de Tizano sería suficiente. Eso fue lo que él le pidió, ¿no? Tizano... pero ahora que lo pienso el no era...
Veo como Demon me tiende una mano por el rabillo del ojo. Lentamente levanto la cabeza deseando que su mirada halla cambiado. Así es.- Venga, levántate. - Ignoro su mano pero me levanto, quedándome frente a el. Tengo que mirar hacia arriba para lograr alcanzar sus ojos. Lo miro fijamente. ¿Y si ambos están mintiendo, el y Andy? Bajo la mirada. Los conocí hace apenas unas horas pero en cambio ellos me tratan como si me conocieran de toda la vida, esto ha hecho que hasta ahora tuviera confianza ciega en ellos pero si me paro a pensarlo me resulta todo muy extraño. ¿Pero y si dicen la verdad? Si dicen la verdad… Vuelvo a mirar a Demon y todas mis dudas se dispersan. No tengo tiempo para dudar. Sé que dice la verdad, igual que sé que Andy no está muerta. - ¿Ocurre algo?- Niego con la cabeza.
- No, nada. - El peliazul gira la cabeza y mira hacia la otra punta del bosque.
- Si queremos recuperar a Andy tenemos que primero ir a su casa en busca de alguna pista, sospecho que quienes se la han llevado son usuarios de Taqui, pero necesito asegurarme.
- ¿Pero no dijiste que se la habían llevado los brujos?
- Sí, y así es. Pero desde que tu padre desapareció… - al oír esto se me hace un nudo en la garganta - …los brujos se han ''disuelto'' formando diversos grupos. Y como ya dije sospecho que sean usuarios del Taqui, magia que controla los músculos para… ¡bah! que son muy rápidos. - Asiento. - Vamos. - Demon da un paso pero lo agarro por la manga de su camiseta gris y tiro de el.
- Espera, si vamos a casa de Andy antes tengo que hacer una cosa. - Y sin esperar una respuesta salgo corriendo hacia los adentros del bosque. No sé muy bien a donde voy pero desde hace unos momentos he sentido una presencia muy fuerte, un increíble poder mágico, y algo me dice que debo ir a por ello. Espero que no esté muy lejos. Corro y corro y por cada zancada que doy la presencia se vuelve más y más fuerte, tanto que la cabeza ya me empieza a doler. De repente la presencia se vuelve mucho más fuerte y un dolor agudo recorre mi cabeza provocando así que tropiece y pierda el equilibrio. ''Soy muy patosa'' pienso ''o quizá muy débil''. Me siento y jadeo durante unos segundos, ''sí, definitivamente soy débil''. Entonces me doy cuenta de que ya no siento nada extraño. La presencia ha desaparecido. Me levanto y observo a mi alrededor mientras me sacudo las palmas de las manos. No hay nada que lo diferencie de cualquier otra parte del bosque. Suspiro. Instintivamente levanto la mano del anillo y cierro los ojos, me concentro, intento recordar la sensación de hace unos momentos… poder. ''Está aquí… sé que está aquí… sal…'' me repito con seguridad. ''Vamos…'' aprieto los párpados con fuerza. Un escalofrío me recorre de pies a cabeza erizando uno por uno cada uno de mis pelos. Algo cruje. Vacilo un momento antes de abrir los ojos. Nada. Oigo otro crujido proveniente de mis pies, bajo la mirada y ahí está, un mini árbol creciendo, extendiendo primero sus ramas, después sus hojas, y por último una pequeña manzana. Me agacho a observar de cerca la fruta, con detenimiento. Es plateada y brillante. La rodeo con delicadeza con mis manos y me doy cuenta de que es realmente pesada, al menos para su tamaño. Sonrío y sin dudarlo un momento la arranco y salgo corriendo por donde he venido, siguiendo el rastro de mis pisadas, mientras de fondo escucho como el pequeño árbol me imita y , también, regresa ''por donde ha venido''.
...
- ¡Demon! - Grito tan pronto distingo su silueta entre los árboles. - ¡Demon! - Repito más fuerte tan pronto su imagen se vuelve más nítida. El chico, el cual estaba apoyado en uno de los árboles de brazos cruzados y mirando hacia el cielo, se gira sobresaltado. No tardo mucho en llegar a su lado. Me paro y me apoyo sobre mis rodillas. Me tomo unos segundos para recuperar el aire antes de comenzar a hablar. - Mira, ya podemos irnos. - Digo mientras extiendo ambas manos, entre las cuales se encuentra la manzana suavemente posada, hacia el peliazul.
- ¿Qué es esto? - Responde mientras baja mis manos (no me había dado cuenta de que se las había acercado tanto) y observa la fruta.
- ¡Es la cura para Drew! - Respondo emocionada. Demon arquea sus cejas, sobresaltado, sorprendido, quizás.
- ¿Cómo has…? - Me lo pienso antes de responder.
- Instinto, supongo. Pero eso no importa. - Decido decir. Me guardo la manzana en uno de mis bolsillos, en el mismo en el que el tulipán azul va sujeto. - Ahora vamos a casa de Andy, ¿no? - El chico me mira, pestañea rápidamente unas cuantas veces y después suspira, como si desde que me viera hubiera estado aguantando la respiración, y luego, esboza una media sonrisa.
- Sí, claro.
...
Ya estamos en la ciudad de Güeda, así es como se llama este lugar. Demon me ha explicado algunas cosas sobre esta isla mientras llegábamos, como por ejemplo que cada mes un sublíder del Consejo viene aquí para consultar el tiempo que hará durante el mes siguiente. De esta forma es de la que trabaja este lugar para el Consejo, cada isla hace una cosa diferente para ganarse la protección de estes, o al menos eso es lo acordado, aunque el peliazul dice que eso no se cumple, pero la gente no lo sabe porque desde que se firmaron dichos acuerdos no se ha dado una situación de emergencia en la que se requierese protección, una guerra, por ejemplo. Volvamos al tema, cada mes se encarga de dar estes datos un meteorólogo diferente, uno de los 12 grandes meteorólogos de Güeda. El sueño de Andy es convertirse en una de ellos pero Demon no está de acuerdo, dice que es muy peligroso, por ello es por lo que estos dos se enfadan muy amenudo. No me ha dado tiempo a preguntar porque dice que ''es muy peligroso'' porque las calles de repente se han atestado de gente convirtiéndo así la pacífica ciudad de Güeda en un mar de caos en el que nadan peces descontrolados. ¿Como puede ser tan peligroso decir el tiempo que va a hacer? Me pregunto mientras la multitud de gente nos arrastra por la calle principal de la ciudad. Escucho a Demon maldecir por lo bajo.
- ¿Ocurre algo? - Pregunto. El chico me empuja con dificultad hacia una calle vacía, muy estrecha, apenas cabemos los dos a lo ancho.
- Hoy es el día Arie.. Ann. - Corrije. - Hoy es 1 de julio. Hoy viene el Consejo. - Supongo, que ahora me explico lo de la multitud de gente.
- ¿Y? - Pregunto. No creo que el Consejo sea un problema para mí, no saben como soy físicamente, no me reconocerán.
- Los brujos que se llevaron a Andy seguro que siguen merodeando por los alrededores en tu busca. Todo este caos es un camuflaje perfecto para ellos. Y el Consejo... no te reconocerán a ti pero puede que a mí sí, - dice como si hubiera leído la mente - depende de que sublíder se encargue de Güeda este mes. - Me pongo el guante para tapar mi anillo y antes de que me de tiempo a decir nada más veo a otro cúmulo de gente acercarse por la calle donde nos hayamos, nos arrastrarán de nuevo a la calle principal y nos llevarán donde todos van a estar, donde los brujos estarán, y donde el Consejo estará, donde ellos nos quieren y donde no deberíamos estar. Antes de que estos nos alcancen Demon me mira, suspira y sonríe.
- Parece que nos toca dejar esto en manos de la suerte, Ariel. - Asiento y le devuelvo la sonrisa segundos antes de ser envolvidos y arrastrados por la avalancha de gente...

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Oráculo.
FantasíaFelicidad, amistad, comprensión, amor, libertad… sentimientos totalmente desconocidos para Ariel. O lo eran hasta que la barrera que cercaba su mundo, Ámbar, se derrumba llevándose con ella esta vida llena de amargura y dejando paso a una nueva, don...