Tercer día de clases.
Los profesores ya empezaron a enviar tareas largas y ayer no pude volver a entrenar. Hoy también tengo tarea, pero no tanta como ayer, quizás si termino rápido pueda salir.
Pienso que va a ser mejor ir más tarde, porque si vuelve a aparecer ese tipo me voy a morir de la verguenza de nuevo. No pude sacarmelo de la cabeza, y estoy completamente seguro que voy a volver a quedar en blanco, después de todo lo que fui imaginando a escondidas estos días. (Mmmm)
Al volver a casa, por algún motivo me sentía expectante. No quería cruzarmelo de nuevo al tipo grande, pero a la vez... Muy en el fondo, si quería verlo y aunque sea saber su nombre para poder nombrarlo en privado.
Sentía la leve presión de vestirme mejor, solo por si acaso. Esta vez me decidí por un short corto color celeste y azul oscuro y un buzo a la cintura ceñido al cuerpo. Este look dejaba a la vista la mayor parte de mi abdomen (del cual estaba muy orgulloso por todo el trabajo invertido en el) y se completaba con unos tenis que tenían cierta plataforma en los talones. No eran los ideales para correr, pero hacían ver mi trasero mucho mejor.
Cómo venís cansado estos días por tanto trajín, decidí parar a comprar un energizante en la tienda de conveniencia antes de llegar al parque.
Esta vez fui un poco más rápido de lo usual hasta el lago del parque, pero para mi buena suerte y descepción, no había nadie allí. Suspiré profundo y me increpé internamente "yo no vengo a entrenar por el, entreno para yo sentirme sexy" y así empezó lo que aquella vez quedó truncado.
Hice los calentamientos, estire muy bien (sin cerrar los ojos esta vez) y comencé a trotar para luego correr por los diferentes caminos del parque.
Pasada una hora y media, tenía todo el cuerpo transpirado y sentía que mis pulmones comenzaban a pedir más aire y supe que estaba llegando a mi límite. Pero por algún motivo no podía parar, quería terminar de recorrer una vez más el parque solo por si lo encontraba de nuevo, solo por si acaso.
En algún momento de mi alocada carrera, empecé a sentirme algo inestable, quizás por la falta de aire o por la intensidad auto infligida, pero de un momento a otro empecé a ver cómo el suelo se iba acercando a mi borrosamente.
-Si serás.... dame un respiro.
Fue lo último que escuche antes de caer inconciente.
[...]
Maldición! No tenía intenciones de involucrarme de nuevo con este chico. Solo pase porque lo vi correr endemoniadamente y pensé que podría necesitar ayuda puesto que siento y vi que hay varios usuarios de stand en la ciudad, pero después de verlo un tiempo me di cuenta que solo estaba corriendo como un idiota. Aunque un idiota lindo a decir verdad.
Tuve que detener el tiempo con Star Platinum para que no se golpeara el rostro con el suelo y correr como un condenado para alcanzarlo antes que se acabará el tiempo y ahora que lo tengo en mis brazos, noto lo delgado y bien tallado que tiene su cuerpo. Eso defonitivamente no ayuda en nada a mi autocontrol.
-Dame un respiro...
Tendré que llevarlo al hotel porque no puedo ni quiero dejarlo aquí y no sé realmente donde vive. Ah, que problemático.
Lo alce desde la parte de atrás de las rodillas con un brazo y con el otro desde la espalda para poder cargarlo y llevarlo hasta el auto que estaba estacionado a unos 30 metros. Realmente no era muy pesado y en el estado en el que estaba se lo veía muy adorable.
Ya en el auto, con mano hábil pude abrocharle el cinturón y sentarme frente al volante. Va a ser toda una situación cuando lleguemos al hotel, algo tendré que inventar.
En el viaje imaginé todas las cosas que podrían salir mal y que van a salir mal. Los años me fueron enseñando que mi instinto suele no equivocarse cuando de malos augurios se trata.
En cuanto llegamos al hotel, pedí a un botón que me estacionaria el auto y con sumo cuidado saque al muchacho del auto. Lo menos que quería era lastimarlo o asustarlo y en cualquier momento podría despertar.
Cuando paso por recepción espero a que alguien le dijera algo, pero al menos parecer la buena paga diaria que dejo es suficiente para no generarme problemas, de igual forma, no quería que me acusaran de ningún problema, así que avise de igual manera en recepción.
-Es un amigo que se desmayó haciendo ejercicio, voy a atenderlo hasta que se mejore -Dije con mi rostro de siempre, sin inmutarme.
-Señor Kujo, si necesita que envíe algún doctor a su cuarto, estará disponible en 5 minutos.
-Sería perfecto. Lo espero.
Sin dilatar más el problema, subí hasta el ascensor y presione el botón de mi piso con Star Platinum. Al menos eso podía hacer. No tenía forma de explicar a un chico volando de la nada atrás mio si usaba mi stand. Qué problemático se volvió todo.
-Dame un respiro mocoso.
Verifique que no hubiera nadie en el pasillo y simplemente deje que Star Platinum abriera la puerta, una vez dentro lo coloque suavemente sobre mi cama y con un acto reflejo impropio de mi, corrí algunos mechones salidos de su copete a un lado para poder ver sus facciones.
Era un chico extremadamente delicado y hermoso. Su piel, aunque ahora transpirada y pegajosa se notaba que era suave y tersa, bien cuidada
-Metro eh?
En eso sentí que tocaban la puerta, y solo lo deje pasar al doctor. El reviso al muchacho y me preguntó su nombre, yo solo le tiré alguno al azar. Solo recibí un ceño fruncido, pero eso no era mi maldito problema.
-¿Se pondrá bien o lo llevo a una clínica?
-No será necesario, es solo cansancio extremo. Dejelo descansar y en poco tiempo volverá en si. Es un muchacho joven, seguro tendrá hambre al despertar y mucha sed. Se nota que le gusta ejercitar, no me sorprendería que tome algo que lo ayude a hacerlo y haya excedido el límite físico.
-Es problemático
-Solo dele su espacio, ya despertara.
-Muchas gracias doctor.
-Estoy de guardia en el hotel esta noche, si necesita algo, no dude en llamar a recepción.
-Lo haré.
Y sin más, el doctor se fue. Corrobore con mi stand si se fue efectivamente y una vez que estuvimos solos recién pude relajarme. ¿Es que clase de problemática situación me metí?
Lo primero lo primero. Comida y bebida. Llame a recepción y llame para ordenar todo tipo de cenas y varios jugos y gaseosas, porque en definitiva no sabía que era lo que le gustaba.
Despues que hubo llegado todo, decidí apagar las luces y beber un poco de licor, solo para calmar los nervios y fumar. Eso siempre me relajaba en situaciones de estrés. Star Platinum me trajo el vaso y me senté en una silla acolchonada al lado de la cama y lo mire. No sé por cuánto tiempo estuve así, solo se que pude notar ligeros cambios pues ya no estaba tan inquieto y eso llamo poderosamente la atención.
Su respiración era lenta y pausada, se lo veía tranquilo y sus facciones estaban todas relajadas. Verlo de esa forma empezó a despertar cosas dentro mío que no quiero que estén en la superficie. Hace muchos, muchos años deje atrás todo rastro de emociones cuando mi corazón murió. Nunca pude superar aquello y no estoy preparado para enfrentar de nuevo toda esa vorágine de emociones desatadas. No podría soportar de nuevo perder a alguien así.
-No puedo...
-¿Quien no puede qué? -escuché decir a un somnoliento muchacho
-Sh, nada que te incumba. ¿Estás mejor?
De golpe se sentó y vi como al instante se agarraba la cabeza, producto del mareo por el brusco movimiento.
-No tuve que pasar por tantos problemas para que tú logres desmayarte de nuevo por idioteces -ladré al momento que de los hombros lo volví a acostar en la cama - Necesitas recuperarte. Espera aquí.
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Why you [JotaJosu Jojo novel]
Ficção AdolescenteMi nombre es Josuke Higashikata, y soy un usuario de Stand. Tengo 16 años y mi vida, aunque común y aburrida por fuera, por dentro está llena de cosas que aún no entiendo. Y que no quiero entender. Yo soy Jotaro Kujo y aunque no busco, ni quiero ni...