Se acercaba el cumpleaños de Atsushi, por lo que, los de la agencia habían decidido prepararle una fiesta sorpresa, invitando, de paso, a los de la port mafia, todo gracias al acuerdo de paz por parte de ambas organizaciones.
Entre esos invitados, estaba Akutagawa, quien se tomaba muy enserio la búsqueda del regalo para Atsushi, todo gracias a Dazai.
<<Si llevas un mejor regalo que yo para mi querido y adorado subordinado, te daré mi reconocimiento<< palabras dichas por el anterior.
Y el ingenuo de Akutagawa, lo tomó enserio.
Como debía ser algo especial, siguió a Atsushi durante más o menos una semana, para conocer sus gustos, aficiones, entre otras cosas, todo lo que le pudiese servir. Dándose cuenta, de paso, de los gustos en común que poseían.
Entre todo ese tiempo, algo le llamó la atención, Atsushi siempre miraba una joyería.
<<¿será porque es pobre?>> se preguntaba, pues, tampoco portaba accesorios, por lo menos lo que ha visto estos días, obvio no le observa a cuerpo completo siempre que puede, iugh, que asco.
Entonces, las neuronas de Akutagawa funcionaron y le dieron la mejor idea de todas.
¿por qué no regalarle una joya?
No, pero no cualquiera, un anillo era la opción perfecta, ¿por qué? Así nunca se lo sacaría y lo presumiría en todas partes.
Si, akutagawa es un genio.
Así que eso hizo, se acercó a la tienda a cumplir su cometido.
-quiero el mejor anillo que tengan-Fue directo al grano, sorprendiendo a su vez a la joven que le atendía.
-¿Por casualidad es para su novia?- Le preguntó la chica con cierta picardía.
-Es para mi chico- Se sentía orgulloso de decir eso, porque sí, era su chico, ya que él le ganaría a Dazai con el regalo.
La chica aún más sorprendida, simplemente se resignó y buscó un anillo que convenciera a Akutagawa.
Luego de unas tediosas dos horas, el anillo estaba comprado, quedando el chico prácticamente en banca rota.
Aún faltaban dos días para la fiesta, por lo que tendría que aguantarse las ganas de presumir su regalo.
-¿Qué haces?- Akutagawa se giró sobresaltado, quien le hablaba a sus espaldas era nada más y nada menos que Kyouka.
-Nada que te interese- Siguió avanzando indiferente.
-¿Por qué llevas un anillo en tu mano? ¿a quién le pedirás matrimonio?- Preguntaba la chica, sonriendo tan grande que Akutagawa ya se temía que tenía algo entre manos.
-No te debiese importar
Como todo un macho alfa que se respeta, siguió su camino bien diva, pero aún sin guardar el anillo, debía presumir su fortuna, obvio.
Aparte sabía que Kyouka no sospecharía para quien era ese regalo.
A sus espaldas, nuevamente, sintió la voz de la mayor de las amenazas.
-¡Kyouka! Te estuve buscando por un buen rato
Atsushi estaba ahí, junto a Kyouka y para ser peor, su mal presentimiento se hacía presente.
-Estaba hablando con Akutagawa, ¿sabes? Va a pedirle matrimonio a alguien
Esas palabras le hicieron tensarse, pero no lo demostró, a cambio, mantuvo su semblante serio.
La debilidad no va con Akutagawa.
-¿¡Es así!? Pues, suerte, supongo- Le dirigió la palabra el albino.
-Jinko....
Como si de una bala se tratase, salió corriendo del lugar, no tenía tiempo para inventarse excusas, sus neuronas habían trabajado demasiado pensando en el regalo.
Los invitados ya iban llegando, incluyendo a Akutagawa, quien estaba nervioso, obvio porque su regalo superaría demasiado al de Dazai, no por si es que su regalo no llegaba a gustarle a Atsushi.
El tiempo pasaba y luego de recibir a Atsushi y que este llorase como Magdalena, llegó el tiempo de abrir los regalos.
-¿Por qué no muestras tu regalo, Akutagawa?- Preguntó "inocentemente" Dazai, mientras que entregaba el de él.
Un pijama de tigre blanco.
-¡Gracias Dazai san! Es justo lo que había pedido- le sonrió el cumpleañero.
A pesar de la resplandeciente sonrisa sincera que mostró Atsushi, Akutagawa sabía perfectamente que su regalo era mejor, obvio ganaría.
Sonrió victorioso y se dispuso a entregar su obsequio, el último que quedaba, obvio.
Lo mejor siempre es para el final.
Mostró el anillo frente a todos presentes y Atsushi practicamente se desmayó al verlo, mientras que los invitados se quedaron perplejos.
<<Le gustó demasiado>> Se dijo a sí mismo.
-Oh, al final la "chica" afortunada era Atsushi, qué sorpresa, no sabía que estaban saliendo- Habló Kyouka.
Oh, cierto, se le había olvidado ese detalle.
Atsushi cree que le pediría matrimonio a alguien.
Para pedir matrimonio se entrega un anillo.
Y él le entregó un anillo al Jinko.
Rayos.
Ahora el desmayado era Akutagawa.
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࿐𝐢𝐦𝐦𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥s࿐ 𝐒𝐨𝐮𝐤𝐨𝐤𝐮/𝐒𝐡𝐢𝐧 𝐬𝐨𝐮𝐤𝐨𝐤𝐮 |𝐅𝐢𝐜𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫2019
FanfictionReto de 31 días, 31 historias diferentes sobre estas hermosas parejas.