࿐𝐢𝐦𝐦𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥s࿐ 𝐒𝐨𝐮𝐤𝐨𝐤𝐮/𝐒𝐡𝐢𝐧 𝐬𝐨𝐮𝐤𝐨𝐤𝐮 |𝐅𝐢𝐜𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫2019

XVI. Salvaje

Para Dazai, Chuuya era como un pequeño animalito salvaje, como los gremlins.

Chiquitito pero peligroso.

No sabía como acumulaba tanto poder en un cuerpo tan pequeño.

¿Tal vez la estatura determine el poder....?

No, él era bastante alto y tenía un poder de puta madre.

Así que no era eso.

Pero nos desviamos del tema.

Chuuya era el ejecutivo de la Port mafia, del que muchos rumoreaban tener una secreta relación con Dazai, pues, cuando este se marchó, se volvió mucho más salvaje que de costumbre.

Dicen que esa noche celebró con sus mejores vinos la partida de Dazai, pero, que cuando lo encontraban, andaba llorando por la misma.

Obvio que Dazai se enteró, ¿y qué hizo?

Recordárselo en cada una de las misiones.

Chuuya quería una vida en paz -alias, estar sin un loco con instintos suicidas como compañero- y cuando lo logró, lloraba.

Ah, pero era un tsundere de primeras, que cada vez que se encontraba con Dazai, sacaba su lado salvaje.

Sí, tal vez en todos los sentidos.

Hay que ser malpensados en esta vida.

Dazai se divertía molestándole, pues, le gustaba mucho, pero, ¿qué le veía? tal vez le encontraba hasta tierno.

-¿Será que es tierno....?

-¿¡Qué dijiste desperdicio de vendajes!?

-.... No.

Estaban en una misión y Dazai estaba analizando qué era lo que le veía a Chuuya, se encontraba tan concentrado.

Entonces, un pequeño foco se le iluminó.

Es lo salvaje.

Si, de seguro era eso, nada que los ojos, el pelo, la estatura o su determinación.

Salvaje le quedaba mejor.