❤ El Diario Perdido De Eclipsa Butterfly ❤

¿Cómo se preguntan estas cosas? 😓

¿Por dónde empezar? Lo sé más qué bien. Supuestamente, no debería pensar en esto, y menos estando en mi situación amorosa. Pero quien ama, reclama. Y quien odia, repudia. Yo querría poder ser una esposa solícita, fiel y apasionada (¿?), pero si no se puede, no se puede. Y como siempre, los que estáis leyendo esto, no tenéis ni idea de lo que estoy diciendo o sobre qué me refiero. Pues muy bien. Yo me refiero a que, y, por favor, trataré de decirlo con tacto. Mientras Emmett no hace otra cosa que insistir en que tenemos que dejar descendencia; yo me ilusiono más y más con la idea de, algún día, llegar a tener una hija con Globgor. Y ése es el plan que tenemos en marcha. Mientras Emmett y yo lo intentamos, he hecho piruetas y malabares para evitar un resultado. Pero con Globgor, es otro cantar. Lo malo es que, por más que lo intentemos, no hay nada por lo que ilusonarse. Aún así, trato de mantenerme positiva y, pensándolo bien, ni siquiera sé si los días que lo intentamos coinciden con mis días fértiles, así que, no puedo quejarme. Sin decirle nada a Emmett, iré al médico. No le diré nada porque insistirá en acompañarme y ¿necesito eso? No, no creo. Sólo me hará sentir incómoda. Y ahora no estoy para incomodidades. Sólo espero que, si le suelto a Emmett la mentira de que he ido a médico en secreto y éste me ha dicho que soy estéril, dejará de insistir, por no incomodarme. Pero entonces soy reina muerta si, al fin, algún día acabo embarazada de Globgor, porque le habré mentido 2 veces ya. ¿¡Por qué me siento tan mal escribiendo esto!? ¿Será porque llevo casi 4 meses mintiéndole a mi tía? Pues sí, será esto. Y, hablando de mi tía, ¿recordáis que os expliqué que Margarita quería hablar conmigo? Pues os explicaré de qué trató la conversación. Fue interesante. Pero os lo digo todo con mencionar que ya sabe todo. Y dice que me apoya. ¡Eso me ha sacado todas las preocupaciones! La conversación ha sido de lo más polémica.
Margarita: Eclipsa, tú y yo tenemos que hablar, cielo.
Yo: Claro, tía. *cierro el diario*
Margarita: *cierra la puerta con llave y echa las cortinas* Lo sé todo.
Yo: ¿Cómo "todo"? *se me suben los colores*
Margarita: Puedo ser viuda, estéril y maja; pero no tonta. Sé que tienes un novio que no es Emmett y sé quién es.
Yo: *resignada* Bueno, ¡adelante! Enfádate conmigo y díselo todo a Emmett.
Margarita: ¿Qué? ¡No! Si no fueras tú a quien dejaría sola al hacerlo, ya me habría ido hace años a vivir mi vida. Es normal que no soportes a Emmett; lo raro sería que sí lo hicieras. Y ahora más, que está tan insistente con el asunto de las descendencias. ¿Cómo tienes pensado negarte a ello?
Yo: Gracias, Margarita. Significa mucho que me apoyes. Y, ahora que dices lo de evitar la descendencia con Emmett, sí, tengo algo pensado. Y es ahí donde entras tú.
Margarita: Me asustas, Eclipsa. No me presto a nada que sea ilegal,  nazi, franquista, machista, relacionado con homicidio, genocidio, femicidio. Si no tiene ninguna de esas cualidades, cuenta conmigo.
Yo: Estamos de suerte. No tiene ni una sola. La única que tiene es esterilidad.
Margarita: Te entiendo. Explica.
Y bueno, después de explicarle todo, estuvo de acuerdo y dijo que me ayudaría. Pero coincidió conmigo en que, si acababa embarazada de Globgor, mi vida se convertiría en una pesadilla. Aún así, estoy dispuesta a cualquier cosa. Mañana ya os diré algo. Es el día de la supuesta visita al médico. Simplemente, me iré de compras sin avisar a Emmett y estaré un par de horas comprando ropa, perfumes y joyas. ¡No sé dónde puedo haber dejado mi colgante de oro! Es uno que me regalo mi tío Justhin poco antes de morir. Me regalo eso y mi sombrero. Ya pegaré una foto a alguna página para que veáis cómo me queda. ¡Incluso a Emmett le gusta!, que ya es decir.