Prólogo- Lago Oscuro

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- Estamos en vivo pronosticando el estado de uno de los adolescentes que entró en coma hace ya un día. La chica se llama (...) Sofía y tiene 14 años.
Hemos sido informados acerca de la salud de la paciente pero no hay signos de algo grave para que haya terminado de ésta forma. Además, no se puede especular cuándo ella y su acompañante vuelvan a despertar.
A diferencia de (...) Joaquín, ella parece delirar o balbucear en ocasiones palabras muy (...) que aún no podemos (...)

La reportera no paraba de hablar, escuchaba cada palabra que salía de su boca sin cesar. Leyendo artículos de cualquier página de Internet que encontró, sólo me aturdían cada vez más.

Su voz se iba haciendo incomprensible, ecos constantes que se repetían una y otra vez superpuestos a otros, sentía que me sofocaba.

Me estaba hundiendo en una especie de lago oscuro- posiblemente sucio, podía ver algunos objetos y pequeñas partículas o gérmenes-, era horroroso poder ver la luz al final pero no poder moverse para hacer algo.


No sé qué me pasó exactamente, estaba a la noche durmiendo en mi cama, tranquila como siempre... ¿y de repente estoy en un hospital?

Quería hablarle a mis padres, quería moverme, pero no sentía nada más que un cosquilleo cuando lo intentaba. Mi cuerpo estaba dormido, pero mi mente aún estaba activa.

Quiero volver a mi cama, ésta se siente fría y dura, no me gusta, no me gusta.
Siento algo de presión en el pecho, siento que fluidos extraños se meten por mi nariz y boca, no puedo parar de tragarlas y ahogarme.

Me siento con frío, me siento mal...
Me siento muerta.

Las preguntas de los reporteros se comenzaron a multiplicar, hacían tanto ruido que ni siquiera podía entender ya qué decían.

Dios, ¿es esto una pesadilla?
Quiero que lo sea, DESEO que lo sea.

"No lo aguanto, no lo soporto. Paren, me duele la cabeza."
"Basta, por favor."
Mi mente repetía esas palabras, mientras sentía cómo seguía tragando agua.

Después de tanto sufrimiento, un pitido se hizo oír. La tortura auditiva había acabado.
En muchas horas no me había sentido relajada, me sentía cansada.

"Tengo sueño", pensé.


Cerré mis ojos, dejando de ver ese supuesto "rayo de luz esperanzador", el cuál parecía mi única salida.
Era tan brillante e inalcanzable.

Sentí como mi piel se erizaba al llegar a lo más profundo del lago, estaba helado. Sentía que me congelaba.
¿Realmente me estaba muriendo? ¿A esto se le llama "morir en paz"?

Sea lo que hubiera sido, lo deseaba, lo deseaba con todas mis fuerzas. Ya estaba harta, de todo.

Mi pelo y mi ropa acompañaban el movimiento del agua oscura, mientras seguía cayendo sin tocar un posible fondo.


Sólo me dejé llevar y dormí ya dentro de un sueño en el cuál quizá nunca volvería a despertar.

Buscando Voces- Corrección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora