Capítulo 4- El libro

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Sentí un leve golpe en mi cabeza y blancura en mis ojos, una voz femenina me aturdió repentinamente.

- ¡¿Estás bien?! ¡¿Hola?!- su tono era chillón, sonaba como una chica un poco menor que yo.

- ¿Qué...?- débilmente abrí mis ojos. Vi distorsionada su figura, exaltada yendo y viniendo para todas partes.

- ¡Ay dios, ay dios!- exclamaba como loca, parecía bastante nerviosa.

- Hey...- intenté hablar, me costaba al igual que moverme- estoy acá.

- ¡¿Eh?! ¡¿Sofi?!- cuando me oyó por fin se detuvo, se acercó muy preocupada- ¡D...dime qué estás bien!

- Creo que sí...- me levanté, extrañada busqué un chichon o algún corte en mí cabeza. Había caído desde un lugar muy alto- ¿quién eres?- pregunté aún sin ver muy bien.

- ¿N...no me conoces?- comenzó a hablar con un tono más bajo y sumiso, se había calmado pero estaba confundida- S...soy 16 horas, ¿m...me veo muy diferente?

- ¡¿QUÉ?!- reaccioné bruscamente, no esperaba encontrarme con otra voz. Froté mis ojos y la contemplé bajando un poco la cabeza.

La querida 16 horas, una chica de tez blanca, pequeña, hermosos rulos rubios y ojos azules de ensueño. Recubiertos con sus lentes redondos y rojos.

* Alguien tímida y reservada, no muy expuesta a peligros o situaciones comprometedoras. Asustadiza y chillona. Encantada de leer cualquier tipo de libro con tal de obtener información nueva y nutrirse con éstos, o simplemente para entretenerse.

* Su vestimenta es como de una niña pequeña, tiene puesto un buzo celeste con nubes, un solcito con carita feliz y un arcoiris. Una falda color grisácea y unos zapatitos de colegio primario. Es bastante infantil.

* Le cuesta relacionarse con los demás por el simple hecho de que no sabe expresarse bien, además por su forma bajita y tímida de hablar. Es un poco tartamuda.

* Se avergüenza con muchas cosas fácilmente y es muy insegura de ella misma. Su inocencia es su virtud y defecto a la vez.
Además es muy hiperactiva, una de las voces que más le cuesta conciliar el sueño- otro de esos es 676-.

* Realmente a pesar de que "le guste leer" no sabe hacerlo, Joaquín siempre le leía sus libros de biología o los que le daban para lengua.
Pero ella sólo practicaba, hasta ahora no había aprendido a interpretar las letras correctamente.

Hablé con ella un poco menos que con 676, pero igual nos teníamos cariño también. Como todas las demás voces me caía bien.
Me parecía encantadora, tierna y aniñada. La sentía como una hermana menor.
Le prometí que cuando ayudara al señor enojón a manifestarse luego seguiría ella.
La apodé "Choco" por el personaje de un juego que se le parecía bastante.

- ¿"Qué" qué cosa?- se acercó a mí mirándome atenta- Perdón, es que... n...no te entiendo- algo insegura hizo un gesto de estar media sorda, comenzó a reír un poco nerviosa por su comentario-. Em... t...tu amigo me mira un poco... r...raro, no sé por qué- susurró más de lo normal mientras miraba detrás mío, jugando con sus dedos nerviosa-. ¿T...te acompaña?

Buscando Voces- Corrección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora