Capítulo 5- El bibliotecario

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Fríamente se quedó viéndome, con esos ojos blancos, grandes y ovalados... pero ese sentimiento se había perdido.
¿Qué pasaba? ¿Qué le pasaba?

- ...señor enojón.

Al murmurar su apodo, con un solo parpadeo desapareció.
16 horas parecía empezar a sentir dolor, me distrajo de lo anterior completamente.

- M...me arde... creo... c...reo que me duele- apretaba más su mano contra su ojo, decidí dejar el libro en el piso.

- Recuéstate, por favor- con amabilidad la ayudé, ambas nos sentamos-. Hey... no soy médica y...y tampoco sé mucho, pero déjame ver tu ojo.

- ¿E...estás segura?

- Quizá pueda ayudar en algo...- apoyé mi mano sobre la suya, de a poco la fui corriendo.

El ojo estaba partido a la mitad, también tenía un poco cortada la ceja y el párpado inferior. Al menos no se salía de su órbita.
Igual, ya estaba dicho y hecho, la había dejado ciega de un ojo:

- Pero... ¿cómo?- me pregunté a mi misma- Me atacó a mí, ¿cómo es que llegó a ti?- seguía murmurando, aunque ella podía oírme.

- N...no sé, y...yo sólo vi todo... negro- su ojo sano despedía muchas lágrimas-. ¿Sabes?... no sé muy bien cómo lo conozco, pero... h...hay un bibliotecario. Debería d...de tener un botiquín.

- Tienes razón- me sorprendí un poco. La miré decidida-. ¿Sabes dónde está?

- E...eso creo- se volvió a cubrir para no seguir sangrando tanto-. Esas bibliotecas... esas mismas te guiarán a él- señaló.

Me di la vuelta para verlas, estaban algo pegadas entre ellas, eran muy estrechas y cada vez se hacía más oscuro.
Soy claustrofóbica y no me gusta caminar a oscuras, parecía a propósito:

- L...lleva el libro también, él... él de seguro lo puede reparar.

Tomé la libreta, inhalé y cerré mis ojos:- Por favor, cuídate.

Lo pedí como si fuese un deseo.

- Lo haré- me sonrió, también actuó de manera fuerte. Me conmocionó mucho-. T...te esperaré.

- Tú puedes, ya saldremos de esto- la animé un poco y besé su frente. Me levanté y proseguí a meterme entre esos estantes-. Espero no encontrarme con él.

Murmuré refiriéndome a 676, aún seguía enojada e indignada por lo que había pasado antes.
Todo esto era su culpa, yo no estaría en esta situación si no fuese por él.
Bueno, tampoco estaría viva, PERO ESE NO ES EL PUNTO AHORA. Cometió un error, ya lo perdoné por matar a esa familia en aquella cabaña, no lo perdonaré tan fácilmente esta vez.

Él había actuado como siempre hasta ahora, ¿qué le pasó? ¿Tendría que arreglar todo yo?

Comencé a sentirme mal, mis pensamientos me sofocaban tanto como el reducido espacio. También sentía ese típico nudo en la garganta por aguantar el llanto.
Estaba desesperada y deprimida de que todo lo que había fantaseado con él, al final había sido un asco. Nada había salido como me lo esperaba.

Buscando Voces- Corrección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora