Diecinueve.

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XIX

—Cariño, ¿Quién es?

La madre de Clara apareció en el marco de la puerta, había una pequeña sonrisa en su rostro. Era idéntica a su hija, a sus hijas.

Liah, su madre me invitó a entrar amablemente. Tomé asiento en el sillón y ellas frente a mí, todo era muy incomodo. Clara me observaba con el ceño fruncido. Sus ojos eran iguales a los de Megan, al igual que todo de ella.

—Creo —aclaré mi garganta—, creo que vi a su hija aquel día… antes de…

No terminé de hablar, no quería lastimarlas.

—No —susurró la chica—. No era Megan.

Cerré los ojos una fracción de segundo, agradeciéndole al cielo.

«¿Sentirme aliviado de que su hermana y no ella, haya fallecido me hacía la peor persona en la faz de la Tierra?»

 

Words |h.s||pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora