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-Hasta pronto,Castiel-dije.

Cuando lo vi introducirse a su departamento, me gire a mirar a Laura, quien seguía parada allí, de brazos cruzados y mirándome.

-¿Decidiste hacerle caso a Lauren?-Bromeo 

-¿Que?-inquirí, confundida.

Se separo de la puerta cuando yo me dirigí para abrirla.

-Si, eso de buscarte pareja-musito, pero la broma no le salio como tal.

Explote en estruendosas carcajadas.

-Solo salí a tomar un café con mi vecino para conocerlo mejor-explique-Eso no tiene nada que ver con los planes macabros de Lauren- Ella rió.

-¿Con que son macabros? Se lo voy a decir, te acusare- Bromeo divertida.

-No hace falta, ella lo sabes-abrí la puerta y Laura se introdujo detrás de  mi-¿Si sabes que Lauren llagua hasta las 8 verdad?-dije sarcástica.

-Lose, pero es que no tengo mucho que hacer y es mejor pasar el rato aquí mientras la espero.

-Bueno, es agradable tenerte aquí mientras que llega- pensé...esperen, no lo pensé ¿lo dije?

-Gracias que linda-musito y en ese momento di gracias de encontrarme de espaldas puesto que todo el color se me subió al rostro- mañana saldremos todos, así podrás conocer a mi hermano Louis, ¿lo recuerdas?-dijo totalmente ajena al caos que estaba habitando en mi interior debido a sus palabras.

-Emm... si, estoy emocionada- farfulle 

-Louis Tambien

Así planeamos lo que seria el día de mañana y estar a su lado lo encontraba cada vez mas cómodo y magnifico. Ella tenia ese raro poder para maravillandome, dejarme sin el habla o adivinarme los pensamientos a veces; era simplemente sensacional y la fierecilla se regocijaba llena de felicidad; pero solo hasta que llegaba Lauren, por que luego, al verlas reírse una con la otra y llamarse ''amor'' esta empezaba a incomodarse y me hacia salir de la escena cursi que no queríamos ver ni ella ni yo. Porque empezaba a resultarme dramáticamente incomoda.

-¡Bestia, Arriba!- Lauren tenia la costumbre de despertarme con golpes en la puerta, por eso era lindo que se fuera a trabajar. Balbucee entre la almohada y luego comprendri que los molestos golpes en la puerta no pararían hasta que Lauren me viera con los ojos abiertos. Me lleve los puños a los ojos y comencé a tallarlos para desemperezare, luego abri paso a un bostezo grande.

Me pare con pereza y abrí la puerta, Lauren estaba en la cocina buscando algo en el refrigerador. Me miro

-Ponte algo lindo, algo verde, a Louis le gusta el verde-dijo 

-Estas loca-musite y me di la vuelta para ir a vestirme.

-si quieres gustarle a Louis, escucha mis consejos-grito desde la cocina.

-no quiero gustarle a Louis, ¡ni siquiera lo conozco!- me queje, saliendo de nuevo de mi habitación; increíblemente asombrada por el esfuerzo de Lauren por emparejarme.

-solo vístete ¿quieres? Llegaran en cualquier momento.

-Eres perversa- la fulmine con la mirada.

-Pero así me quieres- me saco la lengua y me vi obligada a reír.

-tonta- dije 

Me vestí con una blusa azul turquesa y con unos jeans entubados, solo por llevarle la contraria a Lauren. A los poco minutos, oi el timbre sonar , la fierecilla empezó a saltar de un lado a otro cantando el nombre de Laura.

Salí de mi habitación al oír el murmullo de las voces, y allí junto al ángel de oro, reposaba otro. Era muy parecido a Laura, sin embargo, su cabello era mas corto que el de ella y despeinado; su piel, casi del mismo de la de su hermana, hacia lucir ojos azules, y cuando sonrió, los pómulos se le elevaron notablemente.

-Hola -musite.

-___, mira, el es Louis- me dijo Lauren, empujándome por el codo hacia el par de ángeles.

Extendí la mano para saludarle y el respondió mi saludo.

-Hola -me dijo

No estaba muy segura, pero sentía dentro de mi como dos partes; una, atenta a Louis; pero la otra, atenta a Laura. Seguro la fierecilla estaba dentro de la segunda.

-Bueno, ya que se conocieron, ¿ a donde vamos a ir?-pregunto Lauren.

-¿Quieren desayunar en..?-la voz de Laura hablo por fin, y yo, completa, me perdí en ella.

Deje de oír entonces la conversación que tenían los tres, de hecho, mis ojos estaban tercos y habían dejado a mis otros sentidos inactivos, ya que ellos se aferraban a mantener la vista en Laura.

Los labios de los demás dejaron de moverse, luego me miraron.

¡Reacciona! Me ordeno una voz en mi cabeza. Entonces mis sentidos comenzaron a activarse de nuevo.

-¡___! -me sacudió Lauren

-¿Eh?- musite, terriblemente desconcertada.

-¿Que si quieres desayunar pizza?-me pregunto

-Amm.. si-dije 

¿cuanto tiempo me habían estado hablando?

-Vamos, entonces-concluyo Laura 

Nos dejaron pasar primero y luego, en la camioneta de Laura nos dirigimos a un pequeño local de pizza, que desprendía el aroma a salsa abarcando alrededor de unos tres metros y medio.

Nos sentamos en una mesa, Laura y Lauren en un lado y Louis y yo en el otro. Ambos enfrente de ambos.

-Pidamos pizza típica, para que __ pueda probarla, Apuesto a que jamas has probado una hecha en Italia.

-Eso es obvio, Lauren, ya sabes que no- dije, riendo.

Luego de unos minutos, la pizza estaba servida enfrente de nosotros; y el olor a queso y salsa se desprendía en casa movimiento mínimo de la pizza. Me sirvieron dos rebanadas, que inmediatamente me comí, ya que estaba delicioso; mientras que intercambiábamos la típica información de los que recién se conocen.

Yo miraba a Laura solo cuando nadie me observaba a mi, evitando ser descubierta mientras la apreciaba en cada paso que daba, cada gesto que hacia y cada palabra proveniente de sus labios. Ella era hermosa a su propia manera  ni siquiera se daba cuenta de eso.





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No se ustedes pero esa ultima frase es una de mis favoritas hasta lo que va de esta bella historia.

Que les esta pareciendo? 


El Manual de lo Prohibido. (Laura Pergolizzi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora