Cinco días han pasado desde que entré a aquella habitación. Decidí mejor evitarla a cualquier costa, por el miedo de volver a verlo, aunque no se haya aparecido en esto días, eso no significaba que del todo no existiera. Algo me decía que fue realidad lo que viví con él, y la curiosidad me era más.
-En qué piensas oni-tan?
-En nada, mei…¿ya estás lista?
-Hai – respondió eufórica.
-Muy bien, entonces es hora de irnos ¿está bien?
-Sí
Hoy iba a ser nuestro primer día de clases, no digo que no era emocionante, pero simplemente no me importaba en qué lugar este, siempre las cosas serían iguales. Decidimos caminar para ir al colegio, después de todo estaba a algunas cuadras.
konoha era grande aunque sencilla, algo que me dejaba a pensar en ¿qué hacia una mansión aquí?, tal vez la gente era vanidosa, según se, siempre los pueblos llegan a ver más lo físico, por lo que la gente tiende a cuidar su apariencia. Si eso era así, yo no encaba aquí, y peor en el nuevo colegio, que de por si maya se "esforzó", por matricularme en él. La pensión era cara pero en vista que tengo buenas calificaciones decidieron becarme, igualmente a mei, claro pero a diferencia ella iba a la escuela.
Al girar a la derecha, nos encontramos con nuestro nuevo colegio, grande como dijo maya, y mucha gente con buena ropa entraba. Caminé con mei agarrada de mi mano y me dispuse a entrar. Tenía un patio espacioso, por no decir enorme. Fije mi vista en cada persona que pasaba, a simple vista era gente de plata. ¡Qué más da! (dije comenzando a caminar). La gente que estaba a nuestra alrededor nos miraba como si fuéramos unos bichos raros.
-No quiero estar aquí – comentó mei, aferrándose a mi brazo.
-Tranquila todo estará bien – le dije mientras le sonreía.
No dijo nada más, solo siguió como si nada. Me fije en el letrero que indicaba la parte de la escuela y la del colegio. Observé una maestra a lo lejos y me acerqué a ella, para que le pueda explicar a mei donde ir, de inmediato la profesora guió a mei y yo me dirigí a mi salón. Como era de costumbre camine a paso lento sin poder imaginar que podía esperarme en mi nuevo año lectivo. Abrí la puerta y para mi sorpresa había un gran bullicio, los alumnos estaban parados y corriendo, mientras otros tiraban papeles, las chicas se pintaban las uñas, y otros simplemente estaban leyendo un libro.
Al dar un paso adelante todos se detuvieron y de inmediato sus miradas me inspeccionaron, muecas y asco, aparecieron en sus caras, pero para lo que a mí me importa, no dejaría que unos niñatos me intimiden, y peor siendo unos niños de mamá.
-¿Qué pasa? – Dije en voz alta – díganme – exigí de modo autoritario.
-Agh! – murmuró una chica, y luego volvió a su trabajo de pintarse las uñas.
-El circo no está aquí – bromeó un chico a mi lado, mientras reía y chocaba sus palmas con sus compañeros.
-No me digas, lo estas buscando – dije irónica, observando donde sentarme.
Todos se dieron cuenta, y comenzaron a cerrar los espacios en sus asientos, por excepción de una peliazul, que estaba en la última fila, sin nadie a su lado. Caminé hacia ella, evitando las bromas de los otros alumnos.
-¿Me puedo sentar? – dije, viendo como la chica levantaba la vista para observarme.
La vi sonreírme cálidamente, y luego asentir la cabeza.
-Mi nombre es sakura – dije extendiéndole la mano.
-Mucho gusto, ni nombre es h-hinata – dijo con una voz suave.
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SOMBRAS DE AMOR sasusaku
VampirHay veces en las que el dolor te consume...y es el destino el que te crea ese sufrimiento...para que después de la despiadada tormenta, termine con un hermoso arco iris en tu oscura vida. Y todo gracias...a un vampiro... Esta historia le pertenece a...