"La vida. Siempre esta ha sido complicada, nunca se nos han dado las cosas así porque sí. Sin embargo cada quien ha sabido ganársela. Muchos disfrutan de ella de una manera en la cual pocos la verían, otros simplemente sufren porque no saben cómo vivir en ella. Lo primero que deben tener en cuenta es que en la vida no hay reglas. ¿Por qué?... porque las reglas se hicieron para romperlas. Si la gente se sometiera a ellas, el mundo no estaría en donde está. Muchas veces hemos escuchado a nuestros padres decir "Es arriesgado no lo hagas, no lo lograrás", sí es arriesgado, pero no imposible. Si nosotros no nos hubiéramos arriesgado posiblemente no hubiéramos conseguido algo nuevo, ya sea hasta un rasguño, una retada, una lección o un objeto valioso. No hay un manual el cual nosotros podamos seguir para tener la vida perfecta, pero si hay ocasiones en las cuales la vida nos brinda opciones en las cuales debemos arriesgarnos para conseguir la felicidad."
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Sus manos ágilmente se deslizaron por su espalda mientras él seguía besando su cuello. La pequeña ojijade suspiró y se aferró al cabello de su prometido. Había extrañado demasiado aquellas caricias placenteras que solo él podía brindarle.
En el mes en el cual ella había entrenado, había ansiado demasiado que él este a su lado. Muchas veces lloró, se maldijo internamente, se dijo que era su culpa y que la muerta debería ser ella y el recuerdo de su voz diciendo "sakura" no ayudaba en nada. Ver en su fornido pecho esa estaca había sido la gota que derramo el vaso. En ese instante sintió que su corazón se dividía en dos mitades, la primera en los recuerdos de ellos juntos y la segunda en la poca racionalidad que le quedaba.
La volvió a apretar a su pecho, mientras sentía el choque de estos mismos. Besó sus labios salvajemente y se apoderó de sus caderas. Sakura por su parte no se quedó atrás, deslizó sus manos por su espalda y luego tocó sus cuadritos. Ambos dejaron salir un gemido ahogado.
-Sakura – gruñó. Ágilmente terminó de sacarle el corpiño para mirar atentamente sus pechos. Ella su sonrojo ante aquel acto y se los quiso tapar pero al instante él la detuvo – no lo hagas, eres hermosa, no me prives de nada…
Dejó caer sus manos a los lados, y él devoró literalmente sus pechos. Una vez más suspiró y agarró su cabello blanco. Así es como lo oyeron ahora sasuke tenía el cabello blanco. Su cabello cambió luego que resucitase, se dice que son como efectos secundarios o mejor dicho como una muestra que aquella persona fue revivida. Sin embargo eso no le importaba en lo absoluto a la pelirosa, no ahora que por fin se encontraba entre sus brazos.
Sasuke se decidió en dejar de jugar con su pecho izquierdo y la volvió a besar, mordió su labio inferior y de la sangre que salió de este, la lamió. Agarró fuertemente sus caderas y la hizo que cambiase de posición. Sakura quedó sentada en él, mientras estaba acostado. La alzó lentamente y se introdujo en ella.
-A…Ah – posó sus pequeñas manos en su pecho y se quedó quieta por un segundo.
-¿Te duele? – preguntó el peliblanco preocupado.
-Un poc..co … - seguida de esta respuesta se movió un poco, mientras trataba de calmar un poco el dolor que surgía.
Era algo obvio que sintiese dolor, si solo lo habían hecho una vez.
Una vez que se sintió más cómoda comenzó el vaivén lento pero satisfactorio. Sasuke seguía sintiendo lo estrecha que estaba, era deliciosa, la sentía aprisionarlo, podría decirse que ese era el mismísimo paraíso para él. Ella era perfecta. La volvió a agarrar de sus caderas y la impulsó a que las estocadas sean más profundas.
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SOMBRAS DE AMOR sasusaku
VampiriHay veces en las que el dolor te consume...y es el destino el que te crea ese sufrimiento...para que después de la despiadada tormenta, termine con un hermoso arco iris en tu oscura vida. Y todo gracias...a un vampiro... Esta historia le pertenece a...