Lo Arruinaste SeokJin

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Desperté con un peso sobre mi, no era mucho, sabía de que, no mejor dicho, de quien se trataba. El calor que desprendía aquel cuerpo, me calmaba, me hacia sentir bien.

Durante estos 3 meses que pasaron, esto ocurría muy de seguido. Tae despertaba encima de mi cuerpo, abrazandome, no es que me disgustara, al contrario me encanta despertar y lo primero en ver sea a Tae, con su respiración tranquila, sus cabellos desordenados, un leve color rosa en sus mejillas y uno más fuerte en sus labios. Eso siempre hacía de mis mañanas, las mejores.

-Cariño, despierta-. Hablé bajo y removi un poco al cuerpo encima del mío.

-Mmnh-. Gruño. -Unos minutos más mamá, no quiero ir a la escuela-. Dijo adormilado.

Reí bajo. -Cariño, no soy tu madre, pero si tienes que ir a la Universidad-.

- No quiero!-. Hablo con vos de niño malcriado y oculto su rostro en mi pecho.

- Vamos amor, hoy es tu último examen, tienes que ir-. Acariciar sus cabellos.

- Si voy, luego me llevas a comer helado?-. Me miro y sonrio.

- Lo tu quieras pequeño-.

Tae beso mi mejilla y se levantó para prepararse e irse a su escuela, yo me levanté, fui al baño me lave y bañe.  Luego baje a la cocina a preparar el desayuno.

Serví el desayuno para Tae, cargue una taza de café y un vaso de jugo, llame a Tae y pronto llegó a la cocina tratando de acomodarse la corbata.

-Llevo años utilizando está maldita cosa y nunca logró acomodarla de manera correcta-. Hizo una puchero y suspiro.

Sonrei y negué con la cabeza. -Ven, aquí-. Hice un ademán con la manos y tome la corbata hecha nudos.

-Y por último pasa esta por aquí, la jalas y listo-. Sonrei. - Eso es tan difícil?-.

-Cuando tu lo haces parece fácil, pero yo intento hacerlo y es muy difícil-. Hizo un puchero.

- Si claro-. Reí. -Ya te serví el desayuno, come y te llevaré a la escuela-. Besé sus labios y salí de la cocina.

Subí a la habitación, me cambie y arregle para llevar a Tae a su Universidad y luego ir a la oficina con mi padre, pues acepte trabajar con él y hoy es mi primer día. Baje y Tae estaba buscando algo, adivine que era y volví hasta la habitación y tome el libro que se encontraba bajo de mesita de luz, retome mi camino a la sala y cuando entre levanté la mano con el libro y sonreí.

-Estabas buscando esto?-.

-Sii-. Sonrio y tomo el libro. -Graciias cariño, sin él, no se si aprobaría el examen-.

- No es nada, ahora apresurate, ya tenemos que irnos-.

-Primero dame un beso-. Hizo un piquito con sus labios.

- Si te lo doy, te apresuras?-. Lo abracé por la cintura y lo acerque a mi. Él asintió y me tomo del cuello.

Acerque más mi rostro y junte nuestras frentes, acaricie su mejilla con mi pulgar y lo besé. En los labios de Tae estaba el dulce de su café, lo que hizo que el beso fuera interesante.

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