-¡Jimin!-. Se escucho el grito de TaeHyung retumbar por toda la habitación.
-¿Que sucede?-. Pregunta con algo de cansancio el rubio.
-¡Mi traje! ¡Lo olvide en el hotel!-. Dice alarmado el de cabellos celestes.
-Jin Hyung, lo trajo TaeTae-. Habló. -No te preocupes y deja que te terminen de preparar-.
-¿Buscaste el ramo?-. Volvió a preguntar con algo de preocupación. -¿El broche de mi madre? ¿El pañuelo azul? ¿El...?-.
-Tae, ¡ya calmate por favor!-. Solto alterado el rubio.
Cuando Jimin se giro a ver a Tae noto que sus ojos estaban llenos de lágrimas y algunas ya se habian escapado y recorrian sus mejillas, corrio hasta donde estaba el menor y se arrodillo frente a él:
-Tae, Tae, Tae N...No llores por favor no lo decia en serio, solo queria que te calmes, y...yo lo siento-. Se disculpó el rubio.
-Se que estoy muy molesto, lo siento-. Se disculpo el peliceleste. -Pero es que estoy muy nervioso, ¿que tal si me caigo cuando voy caminando al altar? O ¿Si Jin decide que no se quiere casar y me deja plantado? O...-.
-O nada TaeTae-. Le interrumpe el más bajo. -No te caeras, NamJoon no dejara que te caigas el te sostendra fuerte del brazo y te ayudara a llegar a salvo al altar-. Sonrio el rubio. -¿Que Jin te abandone?... es broma ¿Verdad?, Jin te ama con toda su vida TaeTae, tu y HaNeul son su vida entera, dudo mucho que te deje asi nada más-. Acarició la mejilla del menor.
-¿Me prometes que sera asi?-. Hablo con una voz muy tierna el menor.
-Te lo prometo-. Abrazo fuertemente al menor. -Pero ya, deja que te arreglen se acerca la hora y no queremos un novio feo-.
-Soy hermoso hasta sin ducharme ¿Que dices?-. Hablo con altivez el menor.
-Jin Hyung te contagio su narcisismo-. Hablo Rodando los ojos.
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En el otro cuarto se encontraba un Feliz SeokJin mirandose por 9na vez en el espejo.
-Mira NamJoon, Tienes un cuñado muy guapo-. Tiro un beso a su reflejo.
-Dios, eres un pesado-. Rodo los ojos.
-Tu me amas y lo sabes-. Se giro y le guiño el ojo.
-Amigo, claro que te quiero, pero ya te pasas-.
-Esta bien-. Rodo los ojos el de cabellos violeta. -¿Algo que quieras decirme?-.
-¿Algo como que?-. Pregunto confundio el moreno.
-No sé, esas típicas palabras del amor a tu pareja y esas cosas que muestran en las películas-.
-Solo tengo algo que decirte-. Apoyo su mano en el hombro del de cabellos violeta. -Si me entero que haces sufrir a mi hermanito, ese sera tu último dia vivo SeokJinie-. Sonrio cínicamente mientras apretaba el hombro del contrario.
La cara de Jin quedo blanca como papel y abrio los ojos como platos, balbuceo unas cuantas palabras y fueron interrumpidos por un golpe en puerta.
-Toc, Toc... ¿Puedo pasar?-. Hablo el rubio.
-Si claro cariño-. Hablo Nam con una sonrisa y abrazando sobre el hombro a Jin.
-¿Ya estan listos? La ceremonia esta por empezar-.
-Si, Sólo estabamos teniendo una charla de cuñados-. Sonrio y palmeo la espalda de Jin.
-S...si-. Logro decir el pelivioleta.
Antes de salir por la puerta, NamJoon se giro para ver a Jin y le hizo unas señas con los dedos:
-Estas advertido cuñado-. Solto y se fue.
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Ver a Tae caminar al altar, completamente de blanco, con las mejillas sonrosadas, la corona de flores en su cabeza y ese brillo en sus ojos que es tan típico en él era lo más hermoso que SeokJin pudiera haber visto en su vida, claro después de su hijita.
Parecia un sueño, no lograba creer el que se este apunto de casar con la persona más hermosa del mundo. Aparte de su físico tan exquisito, Tae era una persona con unos sentimientos muy bonitos y estar a su lado podia ser lo mejor que te pudiera pasar en la vida.
Cuando NamJoon entrego a Tae a manos de Jin, ambos novios sonrieron y miraron muy emocionados al hombre parado junto a ellos.
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-Entonces los declaro oficialmente esposos... pueden besarse-.
Se acercaron lentamente y se dieron un tierno y dulce beso, luego Jin beso la frente de Tae, la punta de su nariz y ambas mejillas.
Se podían escuchar los aplausos y gritos de felicidad de las personas presentes; las niñas y los niños empezaron a tirar pétalos de flores al aire mientras que SeokJin abrazaba fuertemente a su ahora esposo.
Se tomaron de las manos y corrieron entre la multitud mientras granos de arroz y pétalos caían sobre ellos y por el suelo, todo era tan perfecto.
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Luego de la boda todos se dirigieron al salón, donde se realizría la gran celebración por el casamiento.
La noche fue maravillosa, bailaron, rion, bebieron, cantaron; cuando NamJoon tenía que dar su discurso,
estaba tan borracho que terminó por cantar el himno nacional y tirar un beso para su ex: pobre de NamJoon pensé, Jimin en serio da miedo cuando se enoja no me quiero imaginar lo que le espera.
En fín, Tae y Jin estan muy enamorados y eso es lo único que importa.
