De vuelta al presente.
Es domingo en la mañana y hace ya un mes que Donghae ha vuelto a vivir con Ji a la casa familiar después de su ruptura con Siwon. Su hermana está de vacaciones por tres semanas con su novio Jungsoo. Al despedirse seis días atrás, expresó su preocupación por dejarle solo, lo vio tan decaído en el tiempo que lleva ahí que incluso pensó en no ir, pero Donghae le aseguró que está bien, solo un poco triste porque es natural, "Ya pasará, Ji, estoy mejor", agregando que para su tranquilidad, tiene planes de juntarse seguido con sus amigos, por lo que no estará solo.
Pero en realidad lo que ha hecho esa semana es declinar cada invitación a comer, al cine, o donde fuera que Heechul, Hyukjae, o Ian y Mark le han propuesto. Se encuentra en pleno estado de regodeo en su miseria y no quiere ver a nadie. De hecho, no se ducha desde que el viernes por la tarde llegó a casa del trabajo, lo máximo que ha hecho por su higiene es cambiarse de pijama esta mañana - por que el anterior hedía un poco - y arrastrar los pies desde su cama al refrigerador y de ahí al sofá, a veces con papas fritas, otras con un sandwich de queso, galletas o chocolate. Una vez apostado en su nido, armado con el goloseo de turno, se echa por horas, dejando que la televisión reproduzca programas, películas o dramas, hasta que los ojos le pican y solo se mantiene ahí sin realmente ver la pantalla.
El living silencioso se hace a veces gigantesco y otras veces veces las paredes y la multitud de muebles de estilos y épocas eclécticas parecen venirse encima, agobiándole al punto de dificultar su respiración. Está un punto donde transita desde periodos de embotamiento que agradece por que así al menos no piensa, dándole un respiro. Y otros lapsos donde las torturantes divagaciones son como dardos candentes.
Vuelve del baño después de orinar, enrollado en una manta acolchada y se desparrama sobre el sofá donde hiberna. Sus ojos recorren la sala y tienen la mala idea de quedarse sobre una foto familiar donde sus padres, Ji y él, sonríen entre un par de manzanos. La foto fue tomada en la casa de Mokpo, él tenía quince y nadie más sabía que era gay. Y así se mantuvo un par de años.
Hasta que con diecisiete y un novio secreto hace un mes, su madre por casualidad y mala suerte lo pilló una tarde apretado entre el chico y un tronco de roble de la pandereta trasera de la quinta, comiéndose a besos inexpertos llenos de baba y colorado de calentura por las manos clavadas en sus nalgas.
"¡Donghae! ¿qué estás haciendo?! Con otro hombre Dios mío!, se va a enterar tu padre Donghae, y vas a ver! Qué vergüenza y en plena calle! cualquier vecino puede verte ¿Dónde tienes la cabeza?! Vamos a la casa muchacho necio!".
Avergonzado, había aguantado la perorata de su madre hasta la casa, el aguacero de gritos, críticas y amenazas, que dejó caer su padre después, y el llanto de ambos porque no sabían qué habían hecho mal para que él saliera así y, lo peor, no tendrían nietos.
Le costó mucho convencerlos, tanto que solo al final de su primer año de universidad, cuando toda la familia se había trasladado a Seoul, pudo recibir algo parecido a la aceptación por su homosexualidad. No los culpa, nacieron y vivieron toda su vida en una zona rural y conservadora, el típico "pueblo chico infierno grande", y dejando este tema aparte, en todo lo demás fueron padres cariñosos y preocupados. Al día de hoy, se siente aceptado completamente por ellos. Supone que no todas las salidas del clóset son de cuento de hadas como el cine, además ha escuchado otras mucho peores que la suya y él tiene suerte de aún contar con su familia en su vida.
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Compañero del Alma
FanfictionEunhae fic. ¿Crees que solamente personas extraordinarias pueden encontrar a su alma gemela? La historia de Donghae y Hyukjae nos muestra que no, todos podemos, pero debemos estar listos para ello y vencer nuestros propios obstáculos para amar a alg...