Volumen 3, capítulo 1

30 0 0
                                    

"La gente es extraña, cuando tu eres extraño."

People Are Strange
The Doors

Un pequeño rayo de sol se filtraba en el cuarto y provocó que Tony abriera sus párpados lentamente.

Lo primero que vio fue un techo que le era desconocido. Sus recuerdos eran borrosos y quiso volver a cerrar sus ojos. Poco a poco en su cerebro empezaba a encajar pieza por pieza los recuerdos y se podía dar una idea del porque se encontraba ahí.

Se levantó y se dio cuenta que se encontraba desnudo, quiso rezar para que Adelaida fuera la última persona que haya hecho aquello, pero de nada servía intentar cambiar un hecho que pudo haber pasado sin que el se diera cuenta.

Caminó hacía un gran espejo de cuerpo completo y se contempló; un cuerpo que podía engañar a las personas, era bastante robusto, pero aquella fuerza se ocultaba con la ropa.

Un uniforme se encontraba a lado del espejo, lo tomó y, adueñándose de el, decidió ir a la escuela. Necesitaba tiempo para pensar y el lugar mas fácil y oportuno era su templo de enseñanza.

Vio el sol salir y dio por sentado que no darían ni las siete de la mañana. El día poco a poco de tornaba nubloso, pero las esponjosas nubes iban y venían sin que se supiera que clima reinaría.

Llegó a su escuela y encontró el salón casi lleno de los estudiantes que serían sus compañeros.

Vio a su amigo Erick y lo saludo como siempre.

—Hey, cuanto tiempo, siento como si hubiera sido una eternidad desde la última vez que nos vimos —Tony trataba de sonar lo mas natural posible para no preocupar a su amigo

En el momento en que Erick vio a Tony acercarse, no pudo evitar lanzarse hacía él y llorar de alegría.

—¡Tony! ¡¿Donde te has metido, maldito?! He estado preocupado por ti —Las lágrimas de Erick ponían incómodo a Tony.

—Vamos, Erick, no ha sido para tanto. Solo he tomado unos días de descanso.

—¡¿Unos días?! Hombre, que tu maldito sentido del humor es pésimo.

—¿Qué quieres decir?

—Han pasado una semana y cuatro días desde que nos vimos por última vez.

Tony pensó y se dio cuenta que debía de ser viernes y que estuvo en cama por tres días sin darse cuenta.

Paso un tiempo para que el pelinegro pudiera relajar a su amigo y lo dejara en paz. De algún modo, el chico logró convencer a Erick de que había estado arreglando unos papeles para poder seguir en el país.

"Bueno, en parte es verdad. No es como si la parte que es mentirá fuera importante".

Dieron inicio las clases y el chico se relajo, su vida normal empezaba nuevamente. ¿A donde había ido Adelaida? No importaba, ¿Qué pasó con Evelyn y Natasha? Era algo que podía dejar para después.

Tal vez no había descansado lo suficiente, sus ojos empezaban a cerrarse poco a poco en contra de su voluntad.

—Eh, bueno, tengo un anuncio para la clase. Quisiera que todo el mundo pusiera atención ya que es importante —El pequeño y calvo maestro trataba de llamar la atención del grupo, pero los ojos de Tony no podían aguantar el peso de los párpados y cerró los ojos sin que nadie se diera cuenta.

•••

Tony abrió sus ojos de nueva cuenta, se dio cuenta que era la hora del almuerzo y se levantó de su pupitre, paso junto a Adelaida que tenía el conjunto femenil que pertenecía al uniforme de su escuela.

Proyecto Diavolo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora