🎇Especial Navidad🎇

9 1 0
                                    

Esto no es Canon

24 de diciembre por la mañana en estos momentos podría estar tomando chocolate caliente cubierta por más de 5 mantas mientras espero la hora perfecta para arreglar me y llegar a tiempo a la fiesta de navidad pero no, al parecer tener amigas que hacían sus compras a último momento no era bueno.

-Sandra, crees que está le guste a Caleb-
En las manos de Wendy había una sudadera negra con un estampado del espacio, algo simple pero lindo.

-ah mi me gusta- dicho eso salí de la tienda que estaba atascada de gente que como mis dos amigas no si les ocurrió comprar los regalos otro día -las veo a fuera-

El centro comercial estaba inundado de gente, mientras que los adornos navideños de cada tienda hacían más evidente el tiempo en el que estábamos si no se escucharán todas las voces y pasos de la gente seria un lindo lugar.
Me quedé sentada en una banca fuera de la tienda de ropa esperando por las demás empezaba a hacer un poco de frío y yo tenía un suéter algo ligero nada abrigador así que me centré en calentarme lo más posible con mis manos.

El sonido de mi celular me distrajo un poco del frío y de todo lo demás ya que el sonido de la llamada me daba a entender que no era mi celular convencional, habría mi bolsa y de un pequeño compartimento saque mi otro celular contestando casi de inmediato.

-¿Ahinoa que pasa?¿todo bien?- ni siquiera deje que hablara ella primero hace unos días había tenido un enfrentamiento con los chicos de "el jefe" y como no me había dejado ir a ayudarle por si alguien salía herido estaba muy preocupada

-no, todo está mal estoy muriendo Sandra- su voz se escuchaba débil y yo estaba sufriendo un ataque de ansiedad -estoy en las últimas, creo que no podré pasar esta navidad- con tan solo escucharla mis ojos empezaban a lagrimear

-no digas eso, tú estarás bien yo... Yo iré por ti te voy a tratar y podremos pasar navidad juntas te daré tú regalo y entonces me miraras preocupada por qué habrás olvidado comprar el mío- con eso intentaba calmarme a mi más que a ella

-lo siempre Sandra pero creo que voy a fallarte está vez... Pero podría pedirte un último deseó- su voz se escuchaba débil y en el fondo se escuchaba todo un alboroto

-claro, lo que quieras pero por favor no te mueras- las lágrimas no me dejaban ver correctamente así que le escribí un mensaje rápido a Caitlin de que me había ido y corrí a la puerta más cercana para salir del centro comercial

-podrias pararte en la banca enfrente de ti- en seguida le respondí con un "si" y fui a la banca delante de mi en la que solo había una pareja sentada y sin importarme me subí a ella -entonces podría empezar a dar saltitos y gritar "ya es navidad, Santa klaus ya viene" repetidas veces- empezó a toser de una manera muy desgarradora mi corazón dolía al pensar en que realmente estaba muriendo así que sin pensar realmente en su orden yo la seguí al pie de la letra

-¡¡Ya es navidad!!, Ya es navidad- empeze a saltar un poco encima de la banca -¡santa klaus ya viene!- entonces me di cuenta de muchas cosas.
Número uno la pareja que estaba sentada en la banca se había levantado de ahí en cuanto empeze a saltar.
Número dos toda la gente que hace unos momentos estaban caminando apresuradamente a comprar sus regalos se había detenido y me estaban mirando .
Y número tres y más importante la voz que por teléfono se escuchaba débil y en agonía ahora estaba riendo a carcajadas. Con la cara roja y mi vergüenza a flor de piel baje de la banca y me disculpé con la pareja que había sorprendido por mi raro comportamiento, camine lo más rápido que pude lejos de ese lugar intentando no mirar todas esas caras de burla y desconcierto de la gente.

-sandra a dónde vas, aún no terminaba de decirte mis últimos deseos- con un tono de burla y cansancio se estaba acercando una voz bastante conocida para mí

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 25, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Quien Carajos Es Sandra?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora