28 de noviembre

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Querido diario:

No te imaginas lo que pasó hace un momento. Estaba sentada en el frente de casa, escuchando música con mi celular porque no había luz. Y de la nada veo que mi vecino se aproxima a mí con una gran sonrisa:

            —Hola, Aura.

            —Derek… hola.

            —¿Qué haces? —preguntó.

           —Escucho música.

           —¡Qué bien! —Sonrió—. Vengo a pedirte disculpas.

           —¿Disculpas?

          —Sí, por lo de la otra vez—Se sentó a mi lado—.Fui muy grosero contigo.

         —Está todo bien —dije.

        —¿Segura?

         —Si… solo me acerqué porque me había preocupado.

        —Gracias, Aura. 

Estuvimos charlando un largo tiempo, hasta que se fue a hablar por teléfono con Sally.

Para Verte Sonreír  (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora