El Extranjero Venezolano

7. Picnic Ven-Usa

7. "Picnic Ven-Usa"
 

Sabrina

Aún podía sentir los suaves labios de Alexander, los rayos eléctricos en mi cuerpo, sus dedos en mi cuello. El gran susto que me causo ver a mi padre parado en la puerta de la casa de Corina se volvió a un nerviosismo altamente peligroso. Mi padre sabe que soy una chica que sabe lo que quiere con los chicos, estoy en confianza con el pero nunca me ha visto con un chico y menos besándonos apasionadamente.

-Hola hija, ¿Qué hacías? –me pregunta mirando a Alex y a mí.

Veo la cara de alarmado de Alex- En… nada –tartamudeo-, solo me dejaba a salvo en la puerta.

-Aja… -hace el que se lo creyó- ¿y no piensas presentarme a tu amigo?

-Sí claro –volteo hacia Alex- Papá él es Alexander, y Alexander él es mi padre.

-Mucho gusto, es un placer –le da la mano Alex y le sonríe nervioso.

-Mucho gusto, lo mismo digo, soy el señor Northwest. –responde mi padre con una sonrisa de boca cerrada.

-Bueno… creo que ya me voy –anuncia Alex señalando su auto con su pulgar.

-Por supuesto –digo-. Gracias por la cita y todo.

-De nada -me sonríe-, ¿hablamos luego?

Miro y mi padre quien está muy atento- Sí, luego hablamos.

Alex se acerca y me da un beso en la mejilla- Adiós, buenas noches –nos dice a mi padre y a mí, y camina hacia su auto.

-¡Adiós! –digo antes que entre al auto.

   Esto ha sido lo más vergonzoso de mi vida. Junto con mi padre entramos a la casa y me encuentro a mi madre sentada en un mueble de la sala hablando con Corina y su mamá, corro hacia mi madre y le doy un gran abrazo.

-Hola, mamá –digo feliz-, pero ¿Qué hacen en Miami?

-Queríamos que fuera una sorpresa, Sabrina –me sonríe.

-¿Cuál sorpresa? –pregunto y me siento al lado de Corina teniendo a mi madre al frente.

-Adelantamos la mudanza –responde mi padre.

-¿Qué? ¿En serio? –estoy sorprendida.

-Acaso ¿te molesta? –pregunta mi Madre.

-No no, solo… que me sorprende.

-Ya me transfirieron del trabajo para trabajar aquí –explica mi padre-, y tu madre ya tiene un trabajo en el hospital.

-Entiendo, ¿trajeron el resto de mis pertenencias? –pregunto.

-Sí, hoy tu padre y yo nos quedaremos en un hotel hasta mañana cuando esté lista la casa para mudarnos con todos los mueble y eso. –dice mi madre.

-Por cierto, ¿no le contaras a tu madre sobre la cita de hoy? –me pregunta mi padre.

-En serio, ¿tuviste una cita? –dice mi madre y asiento.

-Sí… es un amigo que conocí gracias a Corina.

-Es un gran chico –habla por primera vez Corina-, es de Venezuela.

-¿En serio? –Se alegra mi madre- tengo que conocerlo.

-Mamá, paso a paso, solo nos estamos conociendo –trato de calmarla.

-Pero ¿te gusta? –pregunta mi madre.
Hago una pausa- Sí… es muy guapo y un encanto. –suelto.

-Pienso que ya te tiene enamorada. –dice mi madre y me acaricia el cabello.