8. Desaprobación

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8. "Desaprobación"

Alexander

El profesor termina de hablar recordándonos que debemos hacer un informe para el jueves y hoy es lunes. Salgo de mi última clase y me dirijo a la habitación con mi café con leche helado de Starbucks, espero encontrarme a Daniel para hablar con el, entro a la habitación y casualmente esta Daniel en su cama usando su teléfono.

—¡Hola! –saludo mientras me quito el bolso y la tiro a mi cama.

—¡Hola! –Saluda—, no te vi ayer.

—Oh sí, estuve con Sabrina por la tarde y en la noche quise dormir aquí pero a último momento—

—¡Te quedaste con ella y tuvieron sexo! –me interrumpe alegre.

—No –lo corrijo—, fui a dormir en el departamento de Matteo y Michele.

—¿Qué? –Exclama— han salido cientos de veces y aun no se han acostado –reprocha.

—Lo se, pero todavía no somos novios.

—¿Por qué? –frunce el ceño y se sienta en el borde de la cama.

Me siento en mi cama— Porque... no lo sé bien, solo quiero estar seguro de querer estar con ella y viceversa. –explico.

—Bueno bro, pero apresúrate, llámala y salgan hoy y pídeselo –me aconseja.

—Tienes razón, la voy a llamar. –Voy a sacar mi teléfono pero luego recuerdo algo— Hey ¿tú y Corina como van?

Suspira— Bro, ella es muy difícil, se hace de rogar y creo que piensa que solo me la quiero ¿coger? –me pregunta si dijo bien la palabra venezolana y yo asiento.

—¿Y no es eso lo que quieres? –bromeo y me tira una almohada a la cara y empezamos a reír.

—No hablemos tanto de mí y llama a Sabrina –me recuerda.

   Busco en mis contactos el número de Sabrina y empiezo a llamar, contesta rápido y le hablo.

—Hola Sabrina, ¿Cómo estas? –la saludo.

—Hola Alexander, bien gracias –responde—. Estaba a punto de llamarte para avisarte de algo.

—¿Qué me tienes que decir? –frunzo el ceño.

—Ayer tuve una pequeña discusión con mi padre –suspira—

—¿Algo grabe? –me apresuro a decir.

—No, no es grabe creo. Solo que mis padres quieren conocerte –la escucho dudosa, creo que esta apenada—. Perdón por este alboroto de mis padres, yo no quiero incomodarte.

Hablo mis ojos como platos— No te preocupes, algún día se daría, solo que... me pongo nervioso pensar el conocer a tus padres.

—Discúlpame por incomodarte, y solo me lo pidieron porque quieren conocer al amigo con el que salgo tanto, incluso aun no me has pedido que seamos pareja. –Dice Sabrina—

—Es una de mis sorpresas de hoy, no te desesperes babe –digo sonriente.

—¿A qué te refieres? –me pregunta con una pequeña risa.

—Es una sorpresa, ¿a cual hora debo ir? –pregunto cambiando de tema.

—A las 8pm, para cenar –aclara.

—Okey, te quiero, adiós –me despido

—Te quiero, adiós –responde y cuelgo el teléfono.

El Extranjero VenezolanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora