5. Empieza una Cercanía

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5. "Empieza una Cercania"

Hoy es mi primer día en la Universidad de Miami, acabo de llegar manejando en el auto de Michele, estaciono en un espacio libre, el campus es enorme. Agarro mi mochila, bajo del auto y abro la capota del mismo para sacar mi maleta y una caja. Empiezo a caminar rodando mi maleta hasta la entrada de las residencias, el número de mi habitación es el C-18, subo dos pisos en las escaleras para llegar a las habitaciones con la "C", miro cada una de las puertas esperando encontrar la mía, finalmente encuentro la puerta de mi habitación, agarro el frio pomo de la puerta y lo giro, estoy sumamente nervioso de saber quién será mi compañero de cuarto; lo único que sé es que también es su primer año de universidad, me lo dijo la chica en caja cuando me dio la llave. Abro la puerta y lo primero que veo es un señor, una señora y un chico acomodando las sabanas de su cama, estos voltean a verme y el chico de dirige hacia mí.

-¡Hola bro!, tú debes ser Alexander -me muestra su mano esperando a ser estrechada.

-Hola, sí -acepto su saludo y estrecho su mano-, perdón ¿Cómo te llamas?

-Daniel -sonríe-, mucho gusto -asiento-. Y ellos son mis padres -señala a los señores que están detrás de él.

-¿Cómo están? -saludo a los señores.

-Hola cariño -me ofrece la mano la señora y yo la acepto-, bien ¿y tú?

-Hola, mucho gusto de conocerte -estrecho la mano con el señor.

-¿Has venido solo o con tus padres? -me pregunta Daniel.

-No, he venido solo... -bajo la mirada-, soy de Venezuela y mis padres están en Venezuela, aquí viven mis dos hermanos, entonces... sí, vine solo.

-Oh, entiendo.

-Bueno, nosotros ya nos vamos -le da un abrazo a Daniel-. Mucho gusto de conocerte -me dice la mamá.

-Igualmente.-contesto.

Salen de la habitación y cierran la puerta, dejándonos solos a Daniel y a mí, esto es algo incómodo prosigo a acomodar mis cosas en mi lado del cuarto, subo mi maleta a la cama para abrirla y sacar mi ropa. En una hora tengo mi primera clase en la facultad de medicina, así que me apresuro, veo a mi compañero que también está acomodando sus cosas y pegando posters en el lado de su pared. Creo que Daniel es muy amigable, pienso que él tiene que ser mi mejor amigo aquí. Ya he terminado de acomodar todas mis cosas, me siento en mi cama y veo que Daniel ha estado muy callado, el está de espaldas pegando otro poster.

-¡Hey Daniel! -digo con tono alegre-. Entonces... hoy es tu primer día, igual que yo.

Daniel voltea para verme- Sí, y estoy muy feliz y nervioso, tú debes de estar igual ¿verdad? -se sienta en su cama.

-Sí, ya sabes, apenas tengo pocos días en este país -suspiro-, es muy diferente todo.

-Te entiendo, yo sé lo que pasa en Venezuela gracias a las noticias y redes sociales, lo siento mucho por todo lo que pasa allá. -me da una mirada comprensiva.

-Gracias. Mira esto es lo bastante raro, pero debemos ser amigos, -esto lo pensé desde que llegue a USA, que tendría que ser amigo de mi compañero de cuarto, eso haría las cosas más fáciles y no estaría solo en los pasillos de la universidad- ¿te parece bien?

-¡Por supuesto! -dice feliz-, me caes bien y si sigue así, que estoy seguro que lo estará, seremos mejores amigos -afirma.

Suspiro y sonrio- Eso sería genial, también me caes bien, eres chévere.

Daniel se levanta y camina hacia mí, yo me levanto y chocamos los puños seguido de nuestros hombros.

-Por cierto bro, ¿Qué estudiaras? -le pregunto.

El Extranjero VenezolanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora