6. Rueda de la Fortuna

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6. "Rueda de la Fortuna"


Tomo a Sabrina de la mano y la halo cerca de la cama, ella me toma del cuello y estampa sus labios con los míos, nos besamos aceleradamente, nos separamos un segundo para tomar aire y nuestras respiraciones chocaron, retomo el beso pero esta vez Sabrina no cedió el beso, da un paso atrás y pone sus palmas contra mi pecho.

-No... -dice y baja la mirada.

-¿Qué pasa? -frunzo el ceño.

-Por dios -se jala dos mechones de cabello con ambas manos.

-¿Qué? ¿No quieres hacerlo?

-No no -menea la cabeza-, es que tú me gustas, pero no podemos tener una relación de amigos con derecho a roce.

-Esa no es mi intención contigo -le aclaro, y es la verdad quiero conocerla mejor, esto fue su idea.

-Debemos hacer las cosas correctamente -sube un poco el tono.

-Lo se, y es lo que quiero -estiro mi brazo, tomo su mano y la acaricio con mi pulgar.

-Además, esto es una locura -agita sus brazos en el aire-. No debemos apresurarnos ¿en que estaba pensando?

Asiento.

-Y además... -baja la vista- soy virgen. -susurra.

Esto me paralizó, quería que tuviéramos sexo. ¿Perdería la virginidad conmigo, un completo extraño?, bueno... solo si quería que la follara.

-Bien -meto mis manos en los bolsillos de mi pantalón-, hablemos de esto luego, no te preocupes ¿okey?

-Okey. -me dedica una sonrisa y se la devuelvo.

Allí en una habitación de fraternidad nos quedamos de pie, mirándonos fijamente a los ojos con una sonrisa de la que no sé si es causada por el alcohol y por nosotros, en un completo silencio llenando el cuarto.

Desconecto la vista de sus ojos- Quizás... -señalo la puerta con la cabeza- debamos bajar.

-Oh, sí -sonríe.

Le muestro la palma de mi mano- ¿Vamos?

Toma mi mano y sonríe- Vamos.

Salimos de la habitación y bajamos las escaleras, llegamos hasta donde están Daniel y Corina.

-¡Hey! -grita Daniel alargando la palabra, esta borracho.

-¿Qué hacían? -nos pregunta Corina.

Miro a Sabrina sorprendido- Eem... Bailando. -Miento- ¿Y ustedes?

-Nada, solo hablando -responde Daniel y extiende su brazo alrededor de los hombros de Corina.

-¿Qué haces? -reprocha Corina y quita el brazo de Daniel con su mano.

-Nena, no seas tan seca -dice Daniel alargando las palabras.

-Primero no me digas nena -dice Corina y Daniel resopla-, y no soy seca, solo que no soy tu novia.

-Y eso te molesta. -dice Daniel y toma un sorbo de su bebida.

-Claro que no. -dice Corina y rueda los ojos.

Decido interrumpir la conversación, ya que se volverá en una pelea. Seguimos disfrutando de la fiesta, bailando, bebiendo, riendo y evitando hablar de lo sucedido con Sabrina, estuvimos hablando mucho, pero sobre ese tema decidí que no era el momento y prefiero debatirlo luego.

♢♢♢

Camino de un lado a otro en mi habitación de la residencia, Daniel esta clase. Tengo mi teléfono en mis manos y no me decido si llamar o no a Sabrina; anoche le pedí su número con el fin de llamarla e invitarla a salir. Busco su nombre en mis contactos y llamo, me coloco el teléfono en la oreja y escucho el repique.

El Extranjero VenezolanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora