8° Pequeño y triste Yoongi

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-Yoongi-ah, no llores, claro que acepto casarme contigo - decía jimin al ver a su amor soltar pequeñas lagrimitas y el acercándose a darle consuelo.

- Es que, Jimin tú me haces muy feliz, has cambiado mi vida- dijo aferrándose al abrazo que ahora le daba su prometido.

- Ya Yoon no seas tan exagerado, ven, mejor vamos a pasear a Holly- dijo tomando su mano sintiendo como el anillo que estaba en su dedo anular chocaba con la mano de Yoongi.

¿Era felicidad? un sentimiento sin igual, donde Yoongi creía haber cambiado por Jimin, donde aun no existía Young Mi, ni la infidelidad, ni la traición.

Un mundo de color rosa

Young Mi había sido para Yoongi un amor pasajero, el problema era que Young Mi no lo veía así. Ella era hermosa físicamente pero tenía oscuros pensamientos sobre Jimin y  quería destruir su felicidad.

Y pasaron meses, donde poco a poco cambiaba su amor, y donde Yoongi se hundía nuevamente en su anterior yo. Un anterior yo malogrado, deprimido, ansioso e inútil.

Eso era de lo peor para Yoongi el simple hecho de sentirse agradecido y amado con Jimin, por haberlo sacado de ese lugar tan oscuro cuando nadie más pudo hacerlo. Se sentía un ingrato. Jimin lo amaba y sentía que no lo merecía.

Yoongi había sufrido bastante, y fueron bastantes cosas lo que lo llevaron a ese oscuro lugar que al fin de cuentas era, es y será su verdadero yo.

Y decir que cambio gran paso para Yoongi, él era dependiente de Jimin, se había vuelto parte suya, y eso lo hacía amarse y quererse.

¿Quién no ha dependido de alguien alguna vez?

Eso pasaba con Yoongi, tenía miedo de perder a esa persona especial que lo había hecho ver el mundo de diferente manera.

El mundo y su mundo lo conformaba Jimin.

Debía aceptar la realidad. Yoongi ya no podía tener a Jimin en sus brazos aunque lo quisiera con todo su corazón, pero lo ama tanto que antes de verlo sufrir, el prefiere dejarlo ir, que repare su herida y que empiece de nuevo.

El amor de Jimin hacia Yoongi ni viceversa se había acabado, simplemente ya no podían hacerse más daño.

Ya era momento de decir adiós y pensar que su verdadero amor si fue un choque y fuga. El choque y fuga más bonito que hubieran podido tener.

QUIEREME AUNQUE SE TENGA QUE ACABARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora