IV. Mariposas

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Mariposa:

(De Mari, apóc. de María, y posa, 2.ª pers. de sing. del imper. de posar).

1. f. Insecto lepidóptero.

(...)

4. f. Luz encendida a este efecto

(...)

8. f. Cuba. Flor nacional de.

DerivaMariposas en el estómago: figurado (excitación)  Sensación de enamoramiento o nervios

Ejp. Cuando le miraba a los ojos notaba mariposas en el estomago

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Michael,

Tu pelo olía a frutas tropicales. Lo pude comprobar cuando, en algun momento de nuestro paréntesis volviste a apoyar la cabeza sobre mi pecho.

Me gustaba tu pelo.

Era suave, bastante más sedoso de lo que parecía. Y moldeable. Tu pelo tenía la singular capacidad de ser realmente moldeable. Con dos mechones negros hice dos cuernos y con uno blanco un tirabuzón. Parecías una cabra salida de la peluquería. Daban ganas de espachurrarte entre mis brazos.

Pero lo que más me llamó la atención de tu pelo fue que oliese a rumbas y a carnavales, y a selvas y a pajaros exóticos, todo esto teniendo en cuenta que en el Holly Hearth Mental Asylum solo se disponía de un tipo de champú de marca blanca que olía a eucalipto ligeramente pasado.

Así que te lo comenté:

"Michael, ¿como es que tu pelo huele a frutas tropicales?"

Entonces te incorporaste suspirando. Te arreglaste un poco el pelo, me miraste a los ojos y con la expresión más seria que jamas te vi poner me respondiste:

"Creo que hemos llegado al punto de nuestra relación en el que te hablo de mi alijo secreto de champú"

Fue la primera vez en mucho tiempo que me reí tan fuerte. Fue extraño, como si una ola de mariposas quisiera escapar de mi garganta. Cursilería aparte, me gustó. No obstante me arrepentí cuando vi que tu expresión permanecía seria:

"Lucas, te lo digo completamente enserio."

Sonreí un poco y te respondí tragándome una risita.

"Vale, Mikey, lo siento"

"Mikey? De verdad?" Dijiste levantándote.

"Tu me llamas Lucas, yo te llamo Mikey... Eh, oye, adonde vas?"

"Querras decir adonde vamos"  Torci la cabeza en confusión mientras aceptaba tu mano y me levantaba. Esperaba que me soltases una vez me puse en pie, pero no lo hiciste. Eso me gusto. Tu mano estaba suave, y el estar agarrandola hacía volver las mariposas.

"Voy a ir a enseñarte mi reserva privada de champú." Dijiste sacándome de mi ensueño "No pongas esa cara, Lucas, ya te he dicho que iba completamente enserio."

Salimos de nuestro escondite con las manos aun entrelazadas. Eché la vista atrás un segundo. Si no fuese porque nada más conocerte había decidido seguirte hasta el fin del mundo si hacía falta, me habría quedado dentro, escondido detrás de las ramas del sauce e ignorando que había un algo más fuera.

"¿Luke?"  Di un respingo y volví la mirada hacía ti. "Luke, ¿puedo preguntarte algo?"

"Lo que quieras" No se a que venía este exceso de confianza contigo. Normalmente era una persona muy reservada. Quizá era 'Marty el Estúpido Pitido' el que me chistaba delante de otras persona, o el sonido de tu voz el que me animaba a hablarte. Era raro. Tambien me gustaba.

"¿A que te refieres con que estas sordo?"

La pregunta me pilló un poco imprevista. Hablar de esto siempre me anudaba la garganta.

"Eh... Pues... Me refiero a eso, a que estoy sordo. Me quedé así después de..  Bueno, que me quedé sordo y lo único que podía oir era una vocecita y un pitido en mi cabeza, nada más. Y supongo ha sido así hasta esta tarde." Cada vez que lo pensaba tenía menos sentido. Sonreiste mientras mirabas tus zapatos, y no me parecio adecuado decir más. No dijimos más durante un rato, caminamos en silencio cogidos de la mano hasta que tú lo rompiste.

"Me gustaría decirte lo que me pasa..." Aspiraste aire "...Pero me da miedo asustarte"

Pensé que nada de lo que hicieses o te pasase podría cambiar cuanto me gustabas. Después me di cuenta de lo que había pensado e intenté sacarlo de mi cabeza, pero para entonces ya sabía que me gustabas mucho.

Iba a decirte que no pasaba nada cuando llegamos al edificio oeste. Soltaste mi mano y te giraste para decirme:

"Vale, Luke, tu haz lo que yo haga y no te separes de mi, entendido?" Asentí con la cabeza y reprimí una risita. No pensaba separarme de ti de todas formas.

A continuación entramos al edificio. La recepción estaba vacía ("Nunca hay nadie, por eso vengo aqui" Me dijiste más tarde). Miraste a ambos lados y cruzaste la recepción, conmigo detrás siguiendo tus pasos. Llegamos hasta un pasillo en el que ecendiste las luces y seguiste andando.

"Esta es una de las plantas que estan renovando" me susurraste con una sonrisa, girando un poco la cabeza. Por alguna razón, me sonrojé. Intenté ocultarlo soltando una risita nerviosa, pero tu ya habías vuelto la cabeza.

Torcimos a la izquierda y a la derecha un par de veces, y a medida que lo hacíamos tu paso se hacía menos cuidadoso. "Ya casi estamos..." Dijiste una vez más cuando giramos por última vez. De repente oímos unos pasos a nuestra espalda. Te pusiste tenso y miraste atrás. Los pasos se oían cada vez más cerca. Yo también estaba mirando cuando sentí que volvías a cogerme de la mano.

"¡Corre!" Susurraste, mientras me soreías emocionado. Más mariposas. En la tripa, en la cabeza, en el pecho. Tiraste de mi y volaron desde mi mano. Empezamos a correr con sus alas pisandonos los talones.

HEAR ME OUT // MUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora