T͎e͎m͎p͎e͎s͎t͎a͎d͎

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El sonido de la puerta interrumpió la paz del pequeño departamento en aquella mañana.

—¿Mm? ¿Tan rápido te reconstruyeron? —cuestionó el hombre dirigiendo un rápido vistazo a su discípulo que acababa de entrar en una pieza.

—Así es... —respondió el rubio, a punto de dar una extensa explicación sobre las mejoras del Dr. Kuseno, se calló por un minuto al recordar algo más importante.

—Sensei, tenemos que hablar —El semblante serio del recién llegado no logró alterar la calma de su maestro, el cual, estando ya acostumbrado, se acomodó en la pequeña mesa donde lo había hecho el más joven.


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—Mmm... ya veo —Soltó con su habitual tranquilidad mientras apoyaba el mentón en la palma de su mano.

—...¿ E-eso es todo? ¿ Lo va a aceptar así de fácil ? —Balbuceó con inmenso asombro al ver a su interlocutor abordar el tema en completa paz.

—No es que lo haya aceptado... —El héroe clase B sacó su teléfono y comenzó a marcar, acto que puso en alerta al manojo de cables que tenía como discípulo —. Solo que prefiero aclarar las cosas cara a cara, ¿Hola? ¿Tatsumaki, tienes tiempo? Tenemos que hablar... — Dijo y acto seguido colgó. — Estará aquí en unos segundos...


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—¿Y bien? —Comunicó la esper al estar entre el calvo y el rubio, mirando con desconfianza unos rectángulos blancos que había en la mesa.

   Desde que la heroína no.02 hizo su aparición, una repentina tensión reemplazó a la antigua tranquilidad que hubo en el lugar.

—Antes que nada, te informo que este tema es muy delicado, Tatsu —El calvo fue quien tomó la palabra, mientras que el rubio se encontraba inmóvil, como si los últimos vestigios de humanidad hubieran desaparecido y fuese una chatarra sin batería.

   Pasaron unos segundos en un silencio sepulcral, la chica iba a decir algo, pero Saitama se adelantó y alzó uno de esos rectángulos y le dio vuelta, revelando una foto que dejó en completo asombro a la esper.

—¿Es cierto que ayer me fuiste infiel con Sweet Mask?

   Atónita, la ojos esmeralda balbuceó unos segundos antes de formular palabra ante la desmesurada estupidez que acababa de escuchar.

¡¿LA CALVICIE TE DEJÓ ESTÚPIDO!? —Las paredes comenzaron a agrietarse a causa del creciente furor de la chica — ¡Jamás te sería infiel! ¡Y mucho menos con esa escoria ! — Apuntó la foto que Saitama sostenía ; el ángulo en que se había tomado daba lugar a tales deducciones.

   Si alguien había hecho eso, tendría que haber estado presente en la reunión de la noche anterior, y al mismo tiempo, ser cercano al héroe clase B.

Y solo había uno que cumplía esos exigencias

—¡No hagan desastre en mi departamento! —rugió Caped baldy interponiéndose entre la psíquica y su discípulo que se hallaba en posición de ataque.


—¡No lo entiendo !¿¡ Acaso esta chatarra tiene más confiabilidad que yo!? —Dirigió su furiosa mirada hacia el calvo, que mantenía un semblante de indiferencia ante la tensa situación.

Tornado de ConfusiónWhere stories live. Discover now