Los secretos rompen amistades

118 14 0
                                    

Narrador omnisciente.

Se levanta con un dolor de cabeza horrible, tanto pensar por la noche le hizo la cabeza dar vueltas. Se sentía desganado, si quiera había encontrado algo que solucionará su problema.

— ¿Qué demonios haré? — Suelta en llanto dramático. Tan bien aprendido de la menor de los Bourgeois. — No me lo va a perdonar, es su mejor amigo.

— Joven Nathaniel, es tiempo de levantarse. — Nathalie se escucho como cada mañana frene a su puerta. Estaba tan acostumbrado que solo bastó un Ujum de sus labios para que los pasos de la mujer alejándose se escucharan.

...

— Otro día de escuela... — Suspira en la mesa. Los presentes le dirigieron la mirada.

El Señor a Agreste negó divertido, su hijo asintió de acuerdo con él y la señora Nathalie los miro acompasada.

— Si, no se olviden de hacer y entregar sus trabajos — Dijo el mayor de todos los presentes para ponerse de pie e ir a su Oficina. Los dos asienten a su orden y también se levantan de sus lugares.

— Se nota no tuviste buena noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Se nota no tuviste buena noche. ¿Adrien y tú volvieron a discutir? — Chloe resultaba una buena amiga. Lo único que odiaba de ella era que fuese muy entrometido en lo que respecta a el y sus días malos.

— De hecho, se ve que hicieron las pases —. La morena responde a su pregunta. Él no tiene cabeza para hacerlo.

— ¿Es así? — No se molesta en ser discreta. Señala en su dirección, puede sentir su mirada interrogativa.

Voltea en su dirección para pedirle silencio, y de mala gana la rubia se lo concede. Alya sigue divagando, Chloe sigue con su interrogativa, Nathaniel con una sonrisa que parecía mueca.

— En verdad, no entiendo que esta mal. — Chloe rompe el silencio.

Su mirada se dirige a ella nuevamente. — Todo esta mal, mal, mal. — Les hizo una señal para que le siguieran a uno de los jardines de su escuela. Resultaba que después de secundaria habían buscado algún Instituto más grande y pintoresco.

— Presiento que tiene que ver con el cumpleaños de Adrien...

Sus amigas eran muy buenas adivinando este tipo de cosas.

Mostró su sonrisa a sus amigas. — Para llegar a eso: tengo dos noticias; una buena y una mala, ¿Cuál quieren?

Ambas se miraron y al mismo tiempo respondieron: — La buena.

— Genial — Asiente. — E convencido a el señor Agreste que deje a Adrien y a mí invitar a nuestros amigos para su fiesta. — Ambas le dan una sonrisa y gritan emocionadas. — La mala es que me a prohibido llevar a Nino por lo que pasó la última vez, su color de piel y nacionalidad son un gran problema, al igual que la de Alya.

El Cielo Que Me Diste (AdriNath) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora