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La azabache y el rubio se encontraba en un restaurante bastante bonito al aire libre. Las mesas blancas que combinaban con las sillas, y el cielo azul despejado, sin duda era un hermoso día.

-¡Que lugar tan romántico!- exclamó Adrien- Para traerme a un lugar tan romántico...- guardo silencio- debe haber una ocasión especial- se acercó más a Marinette.

-Lo hay- también se acercó al rubio.

-¿Cual es?- su nariz rozaba con los se la azabache, deseaba tanto besarla.

-Tengo hambre- y puso la carta entre ellos mientras se carcajeaba.

El rubio se sintió un poco decepcionado, quería estar con ella, besarla, se imaginaba cuando por fin estuvieran juntos, pero él no se daría por vencido lucharia por el amor de la azabache y por fin estar con la chica que le escribía todos los días. Miró hacia otras mesas y vio aquel libro que ella le había recomendado.

-¡Hey Marinette! ¡Mira allí!- señaló a un hombre que estaba sentado unas dos mesas adelante de ellos.

-Adrien ¿Porque miras a los chicos?- apoyo la cabeza en su mano.

-¡No Marinette! ¿Viste lo que lee?.

-Si Love Story ¿Y?- lo miro a los ojos.

-¡Marinette! ¡Love Story!- grito desesperado- ¿No lo recuerdas?.

-Adrien, si vives con viejos recuerdos ¿Cómo crearás otros?- acomodo sus manos y recargo su cabeza.

-Okey- Adrien no le quiso tomar importancia, así que solo ignoró el comentario cambiando el tema.

Derrepente se le ocurrió empezar a tararear la canción que le había mandado cuando eran pequeños, pero la oji-azul seguí perdida en la carta.

-¡Hey "Señor America"! - despegó su vista de aquel papel.

El oji-verde pensó que había reconocido la canción, pero las palabras que salieron de la boca de Marinette eran todo lo contrario.

-¿Que comerás?.

-Tu sabes lo que me gusta-respondió incrédulo.

-Croissants- hablo una voz femenina

-¡Hola ____!- saludo el rubio eufórico.

-¡Hola!-sus mejillas se tornaron rojas.

-¿Hola? Llegas tarde- dijo la azabache en un tono poco enojado- ¡Oh Lo olvide por completo! Adrien debo irme. Se acerca el festival de la juventud y como cada año mi canción será la mejor de todas. Asi que...- lo señalo, tomo su bolso y se levantó de la silla- Tengo que irme, debo hacer compras ¡Adiós!- y se acercó a la castaña- Hoy nos salvaste.

-¡Adiós!- dijo aguantando la risa.

-¿Festival de la juventud? ¿Cada año?- el rubio estaba confundido- ¡Increíble! Ella nunca me escribió sobre eso- miro a la castaña fijamente.

La sangre se le fue de la cabeza a los pies, pero no dijo nada.

-¿Sabes _____? No sé porque Marinette es distinta en persona a sus cartas.

La castaña lo miro comprensiva, tenía tantas ganas de decirle la verdad pero simplemente no podía hacerlo, lo amaba demasiado como para hacerlo sufrir.

¿Quieres ser mi amiga? [Adrien Agreste & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora