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La castaña terminaba de darse lo últimos retoques para su salida con Adrien, se había despertado tarde y apenas había alcanzado a ponerse un short y una camisa; corrió por las escaleras cuando a la mitad de estas fue llamada por su madre.

-Mira _____, Emilie y Gabriel nos están contando que un gran amigo de Adrien le has gustado y que le encantaría conocerte.

-Mamá ¿Cuántas veces te he dicho que no quiero ninguna relación?- dijo con un tono molesto- Díganle a ese tal amigo que no quiero conocerlo.

Sus padres estaban empeñados a conseguirle una pareja, durante su vida escolar no había tenido ninguna relación y siempre se la pasaba escribiendo en su celular, ahora con la llegada de Adrien, ella salía más veces, pero aún así no querían que su hija se quedará "para vestir santos".
Llegó a la joyería donde la había citado el rubio, que estaba viendo los estantes llenos de dijes.

-Adrien ¿Que está pasando?- lo miro curiosa.

El rubio la tomo sorpresivamente de los hombros y la llevo hacia el espejo que estaba atrás de ellos, se colocaron enfrente de este, mientras el oji-verde alzaba sus brazos para mostrar un hermoso collar de corazón y procedió para colocarlo sobre el pecho de la castaña; _____ lo miro atónita ¿Realmente todo esto estaba pasando o era un sueño?.

-¿Adrien?- toco el corazón con delicadeza y alzó la mirada hasta los ojos esmeraldas que la traían loca.

-¿Cómo se verá en Marinette?- la miró sonriente esperando la respuesta de la contraria.

La castaña tenía ganas de llorar, se había ilusionado de nuevo, era obvio que teniendo a Marinette el ya no se fijaría en ella, y aunque su corazón estaba destrozado sonrió, como siempre lo hacía.

-Le quedará hermoso.

-Esto no es un collar común, mira- lo quito del pecho de la chica y rompió el corazón en dos.

-¡Auch!- su mirada se dirigió al espejo- Tu si que sabes romper corazones.

-Roper no, reunir corazones, mira- tomo el dije y lo unió- Una mitad me la quedo yo y la otra Marinette.

La castaña soltó una pequeña risita y su mirada se dirigió al espejo en dónde encontró la mirada del oji-verde.

-¿Qué?¿No es increíble?.

La castaña movió su cabeza de lado a lado  mostrando una gran sonrisa.

-Queria mostrartelo antes de comprarlo- volvió a mirar al espejo- ¿Es lindo no?.

-Muy lindo.

-¿Lo compro?

_____ movió su cabeza hacia el mostrado para dar a entender que fueran a pagar.
Ambos se dirigieron hacia la caja, pero la oji-cafe se dirigió a ver más collares.

-¡Quiero comprar este!

-Si señor.

-Gracias- miro a la castaña quien estaba muy atenta viendo collares, quería mucho a esa chica, en muy poco tiempo se había convertido en su mejor amiga y sin duda se merecía a alguien que la valorará y la amara con su vida.

-En realidad, me podría dar otro collar.

La castaña lo miro con su cara de confusión-¿Uno más?.

-Si, para ti- la señaló con su dedo.

-¿Para mí?- alzó su ceja y toco con el dedo índice su pecho.

-Cuando encuentres a alguien especial, le daras la otra mitad.

La chica se quedó estática, si tan solo el supiera que para ella, el ya era esa persona especial.

-Encontrar a alguien especial no es fácil- sonrió de lado y salió de la tienda.

-___...- fue interrumpido por la cajera.

-Disculpe- le entrego una pequeña bolsa.

-Si, gracias- y se fue corriendo detrás de la castaña.

[...]

La azabache llegaba muy cansada a a su casa después de un largo día de ensayos, mañana era su presentación y necesitaba ser la mejor para que pudiera ganar como todos los años.
Entro a su habitación y se despojo de su chamarra arrojandola a algún lugar del cuarto.

-Pensé que querías esperar un poco.

La oji-azul salto un poco y su mirada se dirigió al dueño de aquella voz encontrándose con el rubio.

-¿Tú? ¿Qué haces aquí? ¿Que si te ve papá?- posó las manos en su cadera.

-¿Qué si papá no me ve?- se encontraba recostado en el pequeño sillón a lado de la cama de la azabache con los brazos cruzados detrás de la cabeza.

-Hey "Señor América" no eres tan estúpido como aparentas- y una sonrisa burlona apareció en su rostro.

-Hey "Miss Universo" no eres tan hermosa como aparentas- se levantó y se acercó más a ella.

La chica lo miro incrédula y esperaba que aquel patán se disculpara mientras le dedicaba una mirada desafíante.

-Eres mucho más hermosa- mencionó mientras sus narices rozaban.

La mejillas de la oji-azul se tornaron de rojo y para disimular su timidez se dió la vuelta mientras sonreía cuando un collar con un dije de corazón apareció en su campo de visón.

-Mira esto, una mitad del corazón se quedará conmigo y la otra mitad contigo.

-Hey "Señor América"- se volvió hacia el- Meterse aquí en secreto a mitad de la noche y declarar su amor lo hace cualquiera- se acercó tanto que sus narices y labio rozaban- Lo creeré cuando lo digas delante de todos.

-Te haré usar este collar delante de todos- y se dirigió hacia la puerta.

-¿Por dónde te vas? ¿Que si papá te ve salir?.

-Cualquiera puede salir en secreto a mitad de la noche por la ventana- salió de la habitación.

Marinette se quedó sorprendida ante las últimas palabras del rubio pero aún así su corazón seguia latiendo deprisa por el contacto del chico y su cercanía.

[...]

Era el día de la presentación de la azabache, la castaña se encontraba entre el público apoyando a su amiga y se preguntaba ¿En donde podría estar Adrien?.
Los gritos de la gente resonaban el nombre de Marinette y cuando está comenzó a cantar enseguida apareció el rubio haciendo que el corazón de la castaña se comprimiera en su pecho, pero aún así sigui apoyando y gritando el nombre de su amiga, debía estar feliz por ella, Marinette no tenia la culpa de las estupideces que habia hecho ella con esas cartas y mensajes.

Al terminar de cantar y al estar su caras a escasos centimetros el rubio le dijo en un susurro a la azabache.

-Te amo.

-Te amo- le dijo Marinette en un susurro al igual que él.

Mientras _____ los miraba con lágrimas en los ojos, todo era su culpa,  y deseaba con su ser no haber respondido la primera carta del rubio.

El momento de los tortolos fue interrumpido por la voz de la presentadora quien se acercaba a Marinette con un trofeo en su manos, aquel objeto llevaba la alegria y el nuevo amor de Marinette pero tambien trai consigo que corazon roto de _____.

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Atte. Leela ✨

¿Quieres ser mi amiga? [Adrien Agreste & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora