~Capítulo 19

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Estar en aquel callejón me generó nostalgia. Anon ruge al caer sobre un bote de basura y todos los agentes lo tratamos de ayudar.

—Sabía que esto pasaría...—lamenta.

—Debemos hacer el hechizo—recuerda Sony—, llamaremos la atención si nos ven con nuestra verdadera apariencia.

Todos asentimos de acuerdo, es lo que ya estaba pactado en la misión.

Los cinco nos sujetamos de las manos logrando hacer una ronda y recitamos una frase de nuestra dimensión. Abro un ojo para ver como mis compañeros cambian de apariencia para parecer un habitante más de La Tierra. Anon pasa a tener el cabello negro nuevamente, sus pequeños detalles en blanco desaparecen de su rostro y su piel se tiñe de su color oscuro, resaltando el mar en sus ojos. J, que ya su apariencia es particular porque es mitad bestia, ahora tiene la piel tostada y el cabello castaño. Helen no cambia mucho, su pelo sigue siendo negro y su piel clara, tal como la nieve. Por último, Sony continua con su cabello azul y su piel crema, su larga cola con pinza desaparece y ahora sólo tiene sus dos piernas.

—Vaya transformación—bromea Helen a J, este rueda sus ojos y lo mira con mala cara.

J no es muy sociable que digamos, es fiel a su naturaleza de bestia y su instinto muchas veces lo demuestra.

—Pensé que tú no te transformarías, Foxen—dice Anon, observando fijamente mi piel.

Inmediatamente dirijo mis ojos a mi piel; ésta ya no luce tan clara como de costumbre, sino que tiene un color más vivo de aquí. Tomo un mechón de pelo preocupada, deseando que mi color sea el mismo. Respiro tranquila al darme cuenta de que sí. Vaya susto.

—Okey...Ahora hay que ir por, ¿la camioneta?—pregunta con indecisión Sony.

—Así es. ¿Tienen la mochila que nos dió el tercer maestro?—Helen mueve su hombro y me enseña que la trae ella— Entonces andando. Recuerden no mirar fijamente a estos habitantes, no debemos llamar la atención.

Todos asienten y giramos nuestros cuerpos para por fin, salir del callejón.

Algo nos impide movernos, los cinco quedamos congelados.

—Es...¿una niña?—pregunta Anon.

La pequeña de ricitos de oro nos mira con sus ojos expectantes, intuyo que nos ha visto transformándonos.

—¿Qué es lo que debemos hacer?—Sony dirige su pregunta a mí.

Suspiro y doy un paso, Anon me sujeta la mano nervioso, piensa que es alguien peligroso. ¡Si supiera que es todo lo contrario!

—Hola pequeña—me acerco a ella procurando no asustarla—, ¿cómo te llamas?

La niña me observa con sus ojos celestes y señala a Sony asombrada.

—T-ú tenías una cola...Yo la vi...—dice asustada.

Sony luce más asustado que la niña y río al ver tal situación.

—Escucha...¿Tienes amigos?

La pequeña deja de señalar a mi compañero para después mirarme, asiente después de unos segundos.

—Ellos son los míos, y lo que has visto es un secreto de todos nosotros. ¿Lo podrías guardar?

—¿Quiénes son...?

Ella es FoxenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora