II ♡

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— ¡YoonGi! — gritó el Alfa de cabellos morados, mejor amigo del mencionado.

Desde que llegó de su trabajo se encontraba distraído, estaba en otro planeta.

— ¡YoonGi! — volvió a gritar cerca de su oído.

—¡¿Qué es lo que quieres?! ¡Maldición! ¡Casi me quedo sordo, idiota!

— No me hacías caso, así que tenía que tomar medidas drásticas — rió un poco, poniéndose serio al terminar.

Su mejor amigo volteó a verlo mal, esa mirada atravesaba todo su ser, era más penetrante que cuando un Omega u Beta estaba celoso.

— ¿En qué tanto piensas? —NamJoon, el nombre del Alfa con cabellos morados, había preguntado después de tanto.

— Conocí a alg— iba a hablar pero un gran portazo se escuchó, el causante de eso fue su hermano menor y la pareja de éste, junto con la pareja de su mejor amigo; su familia.

— ¡Hola, familia hermosa~! — canturreó el de cabellos negros, JungKook, el cual venía cargando un par de bolsas.

— Hoy pasó algo realmente lindo — comentó el Omega de su mejor amigo, SeokJin.

— ¿Qué fue eso lindo? — preguntó el Alfa a su lado.

Tan celoso, tan asqueroso también.

— Conocí al hijo de JiMin, el chico que te conté — lo último fue dicho con dolor, el Alfa y el Omega sabían sobre esa historia, suponía que trágica.

El Alfa con olor a menta y tierra mojada se dio cuenta de las caras que hicieron. Algo pasaba con aquel chico de nombre JiMin.

— ¿Y cómo es él? ¿Se parece mucho a JiMin? —preguntó el Alfa, Jin asintió frenéticamente, con una sonrisa en su rostro.

— Son tan idénticos, sus mejillas y sus ojitos, tan hermoso. Y aparte de eso, es un Alfa — NamJoon sonrió tan ampliamente.

— Será un gran Alfa y cuidará de él, eso es seguro — el Omega mayor asintió contento.

— Estaba buscando trabajo y le contraté, será mi nuevo ayudante en la cocina.

— Eso está muy bien, amor. Hay que ir a verlo luego.

— ¡Sí! ¡Yo quiero jugar otra vez con ese pequeño, es tan adorable~! — emocionado anunció el Omega más pequeño de la familia, TaeHyung.

Y todos dejaron de lado al joven Alfa, quien se había retirado de ahí, yéndose hacia su habitación, donde pensaría de nuevo en ese chico de cabellos rosas, con mejillas regordetas, labios gruesos y ese olor tan exquisito que soltaba, un olor dulce, un olor agradable de inhalar cuantas veces quisiera.

Olor a fresas.

Pero luego salió de su mundo de ensueños cuando apareció aquel niño, no es que odiara a los niños, sino que eso quería decir que aquel Omega ya tenía pareja, ya estaba marcado y ya le pertenecía a un Alfa.

Se sintió mal y a la vez enojado, no quería perder aquello que le había empezado a gustar, porque sí, Min YoonGi el chico que no gusta de ningún Alfa, Beta u Omega. Había caído pérdidamente enamorado a primera vista de aquel Omega con olor a fresas dulces.

Los minutos pasaron en demasía, la puerta de su habitación fue tocada, luego de eso entró un chico pálido y de cabellos negros, su hermano — NamJoon me ha contado que anduviste distraído todo el rato, ¿pasó algo? ¿Estás bien?

— No importa, estoy bien.

— Deja de ser tan cerrado, YoonGi, somos hermanos, debemos tenernos confianza, sabes que estoy para ti. Aún siendo los peores momentos.

— Lo sé.

Sus padres habían muerto cuando YoonGi tenía los diez y JungKook tenía los cinco. Fueron mandados con sus tíos a Seúl, donde actualmente viven. Siendo criados por ellos, y ahí conociendo a su mejor amigo, a su pareja y a la pareja de su hermano.

YoonGi ya tenía sus veinticinco años y aún no tenía alguna pareja, no le llamaba la atención ninguna persona, todos se dejaban guiar por su lobo, por el celo; por su instinto, ninguno por la razón. Odiaba eso, que a causa del celo, ya sea Omegas, Alfas u Betas; tomaran decisiones estúpidas.

YoonGi a pesar de odiar eso, tenía fe de encontrarse a su pareja destinada, sabía que eso existía, porque su madre se lo había contado cuando era muy pequeño, mucho antes de que ellos partieran a un lugar, para nunca volver. Las palabras dichas por su madre, aquel cuento de parejas predestinada, había sido comprobado, su hermosa madre tenía la razón; las personas que este entonces le rodeaban habían encontrado a su amor predestinado, a su pareja para toda la vida, sólo deseaba encontrarlo también, encontrar a alguien que no se dejara llevar, sino que estuviera cien por ciento seguro y consciente de que eran predestinados y no solamente porque su estúpido lobo se lo ordenaba.

El Alfa mayor volvió en sí cuando sintió que el menor le abrazaba.

— Sé que encontrarás a tu pareja destinada antes de que tu pene se vuelva sólo un objeto aguado — rió, sus carcajadas sonaban tan estruendosas.

— Tú, mocoso insolente.

JungKook salió de la habitación sin antes decirle que podía contar con todos.

Sin duda tenía la mejor familia.

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Hey, no sé a qué hora terminaré de editar esta madre, espero les guste, si es así por favor de darle a la estrellitas y sino, muchas gracias por desperdiciar tu tiempo aquí.

Soy consciente de que se estarán preguntando, ¿por qué tan pronto dice que es Alfa el pequeño?

Bueno- cada quien puede meter su propia regla, yo quiero hacer que sepan a los tres años a que "clase" pertecen... Beta, Omega o Alfa.

— 🦉 🌼 🦋

O m e g a 🍓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora