Dos semanas habían pasado desde aquel primer encuentro con el Omega de olor dulce, cada día a la misma hora llegaba de la mano de su pequeño, le sonreían tan tiernamente para luego sólo seguir a lo que venían, llevaban pocas cosas para alimentarse, llevaban muchos paquetes de chocolates amargos y muchas leches de sabores y puede hasta jurar que eran para el infante.
Se sentía un poco raro en esos momentos ya que tenía más de dos días que no veía al Omega lindo y a su pequeño, sin duda, Alfa. No sabía porqué ó de dónde salían esas inmensas ganas de verlo, de oler ese tranquilizador y empalagante aroma a fresas. O siquiera ver al pequeño Alfa, que le diera un chocolate o algo, pero quería verlos; se sentía ansioso.
— ¡No quiero, mamá! Él me corrió, ¿no te acuerdas? Él dijo que no tenía hijo desde que supo que quedé en estado — pausó por unos segundos, para luego fruncir el ceño y soltar pequeñas lágrimas amargas — ¡No iré, soy muy orgulloso, y no quiero llevarle a JiHyun! ¡Él no necesita abuelos, está bien con sólo tenerme a mí! — sólo pudo notar cómo aquel hermoso Omega que había extrañado, colgaba; secó sus lágrimas y se dirigió al estante donde los chocolates amargos que le gustaban al niño, estaban.
—¿Estás bien? — el Alfa le preguntó con preocupación cuando el Omega se acercó al mostrador.
— S-sí, perdón por lo de hace un mo-momento — se disculpó.
— No te preocupes, ¿son para el pequeño? — preguntó, aún sabiendo la respuesta.
— Sí, le gustan mucho — ahora podía cumplirle ese antojo, al haber encontrado un trabajo, y más cuando era de su mejor amigo. Quien le daba un poco más para que le comprara cosas al pequeño JiHyun.
YoonGi le sonrió pequeño, no negaba que le había atraído desde la primera vez que lo vio, es el primer Omega que hace que sienta cosas extrañas y piense de la misma manera. Era un Alfa orgulloso, y un poco aventurero, pero de la buena manera, así que sólo decidió invitarlo a salir por un helado, quería comenzar a ser su amigo, porque, bueno, no sabía, no estaba seguro de que el Omega de cabellos rosas le correspondiera; no tenía idea si él también sintió que sus lobos hicieron click, sin necesidad de querer aparearse.
— Hum, ¿el sábado estarás libre? — había preguntado, el Omega le miró confundido, era su día de descanso, así que asintió a los segundos. El Alfa se rascó la nunca en señal de nerviosismo — ¿Te gustaría salir conmigo ese día? Bueno, tu pequeño y tú, quiero enseñarle algo, p-pero está bien si no quieres — se detuvo un momento — Quiero ser tu amigo y eso.
— Está bien, salgamos ese día — le sonrió en grande, le dio ternura el nerviosismo del Alfa, no podría pasar algo malo, se miraba que era un tipo confiable y no era la primera vez que se miraban de todos modos.
Siguieron platicando de cosas triviales, la campanilla de la pequeña tienda de conveniencia sonó, así asomándose un Alfa alto, pálido y de cabellos negros.
— Hola, JiMin-ssi — le revolvió el cabello al más bajito quien le sonrió tiernamente — Veo que te llevas bien con el gruñón de YoonGi.
— A-algo así... — sus mejillas se tornaron de un color carmín, estaba avergonzado.
— Enhorabuena, quién lo diría, ¿no? El Alfa asexual invitó a salir al Omega más lindo del mundo, bueno, después que mi hermoso Omega, claro — rió — Suerte con ese gruñón, JiMin-ssi.
Y sin más agarró algunas cosas y salió de ahí, dejando un aire un tanto incómodo, pero pasable.
YoonGi carraspeó.
— ¿Lo conoces? — preguntó después de un tiempo.
— S-sí, es pareja de mi m-mejor amigo TaeHyung — el Alfa abrió los ojos en gran manera, por la sorpresa, su cabeza empezó a bombear; el pelirosa era el Omega del que tanto hablaban los demás.
— Entonces te llamas JiMin, ¿no? — el menor asintió — Un gusto, mi nombre es Min YoonGi y soy hermano de el idiota de JungKook..
—M-mucho gusto, YoonGi — sonrió, y fue tan hermosa la forma en el que dijo ese YoonGi, que hasta un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
— Bueno, JiMin, ¿entonces nos vemos el sábado a las cuatro? — el menor asintió con una sonrisa — Pasaré por ti.
— Claro...
— Espera, no sé dónde vives...
Y entonces JiMin rió, esa era la primera vez que alguien le invitaba sin siquiera conocerse. Por otra parte YoonGi amó esa risa, esa pequeña risa entrecortada y contagiosa, quería escuchar más de ella.
— Te daré mi número y tú me dices dónde quedar — el Alfa asintió.
Sus números fueron intercambiados, JiMin pagó, se despidió de YoonGi y dirigió hacia su hogar, donde JiHyun le esperaba.
Al llegar su pequeño Alfa corrió hacia él con una sonrisa en su rostro, y pequeñas colitas en sus cabellos.
— TeTe deja de hacerle colitas, es un Alfa muy guapo como para traerlas — rió, TaeHyung salió de la habitación con una sonrisa de oreja a oreja, pero ojos cristalinos — ¿Pasa algo?
— Mochi... — su voz se entrecortó.
— ¿Qué pasa? — ahora sí se había asustado, pensaba muchas cosas y no precisamente bonitas.
— Estoy en estado.
Un JiMin en shock se hizo notar al escfuhar eso, sonrió tan grande que puede que sus mejillas dolieran un poco.
Eso había sido lo más lindo que jamás había escuchado, bueno, sí había escuchado algo más lindo, como la primera vez que JiHyun habló o rió. Pero estaba demasiado contento, era realmente genial, su mejor amigo tendría un pequeño cachorrito, tendría un pequeño sobrino con la cara preciosa de su TeTe.
— Muchas felicidades, TeTe — corrió a abrazarlo junto con el pequeño JiHyun, siendo dos Omegas, las feromonas de felicidad se esparcieron por toda la gran casa, y al olerlas el pequeño se unió a sus risas tiernas y nerviosas pero al mismo emocionadas — ¿De cuánto estás?
— Un mes y medio — paró y secó su carita — No sé cómo decirle a Kookie, no sé si él quiera tener un bebé a esta edad, ni siquiera hemos terminado la universidad — JiMin sonrió enternecido, aunque bueno, también tenían que pensar en eso, pero podrían salir adelante juntos, si ambos quieren al bebé, nada es imposible.
Ellos eran tan jóvenes para ser padres, pero no tanto como él, TaeHyung era más grande, en estatura y edad. El chico de cabellos azules tenía ya sus veinte años, mientras él todavía tenía sus dieciocho.
Y sí, tuvo a JiHyun a los quince años; cuando fue su primer celo.
— Debemos hablar con Jin hyung, y no te preocupes por eso, JungKook estará tan feliz de saber que llevas a un pequeño ser que es producto de su amor, será el alfa más feliz del mundo, eso te lo aseguro — él sólo había dicho la verdad, ambos se abrazaron, hasta que el mayor de los omegas llegó, lloraron, rieron e hicieron sonidos raros, abrazando a JiHyun y a TaeHyung todo ese rato.
________________________________Lamento si no es de su agrado. El Omegaverse no se me da muy bien, perdón. :(
—🦉 🌼 🦋
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O m e g a 🍓
Fanfic❝ Donde YoonGi, un gran alfa, no siente atracción por ningún Alfa, Beta u Omega; pero llega alguien a cambiar eso. JiMin, un omega que ha pasado por mucho sufrimiento y dolor, que ha experimentado el abandono. Pero a pesar de ello tiene a alguien q...