ฅ^•ﻌ•^ฅ

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—¿Qué tal la vida ahora que sí le quieren, abogado? —preguntó el hechicero sin voltearle a ver, concentrado con la piernas cruzadas mientras flotaba sobre un cojín de seda y muchos círculos encantados  se hacían y deshacían a su alrededor.
Matt estaba de visita en contra de su buen juicio y deseos, pero la situación lo obligaba, dicho de una mejora manera: Frank lo obligaba.

¡Miau!

—Quiero que lo deje como lo tenía, señor Strange.

—Digame doctor, aún no soy lo suficientemente sabio como un señor —habló humildemente el hechicero supremo hablando con Matt a la vez que viajaba por los multiversos y los inspecciona todos a la vez; unos eran muy buenos y otros eran catastróficos... ¡Demenciales!

—Quiero a mi novio, no una mascota.

Matt admitía que adoraba referirse al castigador como novio. Su novio.

—¿Cuál es la diferencia? Estamos hablando del Castigador. Lo único que difiere es que en su forma gatuna no anda entorpeciendo mi trabajo. —se quejó Stephen torciendo su ceño un poco, tan sólo un poco. Matt suspiró tomando el primer asiento con el que se topó y dejó  la jaulita donde Franco se encontraba justo al lado de sus pies. Strange siguió sin mirarle.

—Sé que puede ser muy molesto cuando se lo propone, aún incluso si no lo hace, pero lo quiero como un humano.

—Él ebe de aprender la lección por querer acabar con la vida del Barón Mordo.

¿No lo detuvieron ya?, Pensó Matt sin saber que Strange le respondería como si tal pregunta se hubiese escapado de su boca. Eso lo tomó desprevenido.

—El barón ha sido detenido y aislado en una celda sellada por mi propia mano justo aqui —habló el hechicero supremo señalando un tatuaje en el dorso de su mano; ésta mano se encontraba vendada, pero tal venda no yacía sobre el dibujo, sino unos centímetros más abajo. En el dibujo se podía apreciar a un hombre entre barrotes simulados por la carne de Stephen.

—¿Si sabe que no puedo ver, verdad?

—Pero usted puede oler la tinta y saber lo que ésta muestra perfectamente, también puede sentir lo que tengo dentro de mi carne justo ahora gracias a su pareja.

Una bala encajada, encajada por el castigador no muy lejos del Barón.

— Un poco más y mi prisionero no la contaba, abogado.

—Le pido disculpas por el comportamiento de Frank, pero tengo que insistir: Regréselo a como lo tenía. —Stephen bufó, pero Matt no desistió— Él es importante para mí.

—El barón también lo es para mí, abogado, que él haya sido corrompido por el mal no significa que olvide que tiempo atrás fuimos buenos amigos. El pasado no se reescribe.

—Lo sé, pero no puede dejar a Frank así. —volvió a pedir el pelirrojo incidente abriendo la jaula de Franco para sacarlo de ahí y acostarlo sobre su regazo. El felino quiso escaparse para intentar arañar al hechicero, pero un cojín impulsado por magia lo golpeó y presionó contra la suelo de caoba.

—Gato malo—le regañaron los dos humanos al unisono.

—Me parece que no ha pasado suficiente tiempo en esa forma.

—Vamos, doctor, ya ha pasado una semana entera.

—Si lo convierto ahora hará lo mismo que las pasadas cinco veces. Así se quedará hasta que aprenda un poco sobre el método pacifista.

—Doctor Strange...

—Lo lamento, abogado, usted no es el único en esta habitación que vela por la seguridad de las personas a las que estima.

La capa del hechicero se deslizó por los hombros de este y los acompañó hasta la salida. Ahg, ahora sí que Frank lo había arruinado.

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—¿Podrías prestarme atención?

—Si te portaras adecuadamente lo haría—estaban en una situación complicada. Para ser más específicos; Frank estaba sentado en el piso enfrente de Matthew, quien descansaba en el sofá con la cara apoyada en sus palmas, mientras que su problemática pareja se refregaba contra su regazo. 

—Es su culpa por proteger a Mordo. —aquella era una situación tan bochornosa, ya estaban en víspera de navidad y Matt había pasado alrededor de cuatro meses cuidando de un revoltoso Franco hasta que despertó en esa mañana con su Frank devuelta... Bueno, un Frank mejorado.  —¿Piensas ignorarme todo el día?

—Es tu culpa por enzañarte con ese tipo que ya ha recibido su merecido, Frank —refutó el ciego pasando sus dedos por entre su cabellera no sin omitir un gran esfuerzo por jalarla con fuerza... ¡Ah! Amaba con locura a Castle, pero él le desesperaba. —Mereces que te ignore.

Frank no le respondió, al contrario, guardó silencio mientras comenzaba a ronronear y escalaba por el cuerpo de Matthew, no le era tan ajeno el hacer eso, comenzar a ronronear involuntariamente mientras estaba alrededor de su Rojo. Lo verdaderamente extraño comenzó en la mañana cuando despertó en una especie de forma híbrida entre humano y gato: Con orejas, cola y garras. El paquete completo.

Así no podía salir matar a nadie, se veía ridículo, y muy probablemente Matthew lanzaría todas sus armas por la ventana.

—Quitate, sigo molesto —gruñó su amado invidente con la cara roja más no poder haciendo un intento por quitarle de encima suyo, pero solo consiguiendo que Castle lo tumbara y se sentase sobre él.

—Te amo, Rojo.

—Manipuladora bola de pelos —le sonrió Matt finalmente dejándose llevar, lo que Frank sintió como un verdadero alivio debido a que su compañero había permanecido molesto con él toda la mañana. Matthew acarició sus orejas; eran tan suaves y grandes. —¿Por qué eres tan problemático?

—Así te gusto —el castigador empezó a repartir besos por todo el rostro de su amante, deteniendose obsesivamente en los labios de este hasta dejarlos hinchados— Así me amas.

Matthew se sentía tan reconfortado debajo de Frank y su alta temperatura corporal. Los días en la cocina del infierno eran -ironicamente- muy fríos en estos últimos días dónde todos se mataban para colocar las mejores decoraciones navideñas. Lo bueno era que ese no era el caso de ellos, Matthew simplemente deseaba pasar toda la navidad con Frank sobre él.

Así veía su navidad perfecta.

—y tienes suerte de ello, Frank, mucha suerte —Castle se removió tentativamente contra él, buscando encenderle de la misma manera en la que él ya lo estaba— Feliz navidad, amor.

—Feliz navidad, Rojo.

Notita: Espero que hayan disfrutado mucho de este pequeño especial. No tengo mucho que decir además de agradecerle por todo el apoyo a esta obra así que lo haré corto: ¡Feliz Navidad! (*˘︶˘*).。*♡

Quod diaboli Cattus  [Fratt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora