Sasuke's Milfshake

Confiding

Prompt: Choke

Sakura lo había notado, cuan incomodo Sasuke se volvía cuando la acariciaba de manera posesiva.

Ella disimulaba aparentando que no se daba cuenta de ello al acariciar con su propia mano la de él mientras pausaba por un milisegundo las caricias sobre la piel tersa de ella.

Sakura sabía a qué se debía su vacilante comportamiento, y era que Sasuke aún no se perdonaba por lo que había hecho. Ella, por otro lado, sentía su pecho encogerse por el martirio que se provocaba a sí mismo. Por supuesto que había aclarado ya que lo perdonaba de todos sus errores, todos sus pecados, todos sus dolores; pero no eran sus palabras las que lo hacían entrar en razón.

Eran también sus acciones.

Ella se había entregado por completo a él, en cuerpo y alma. Corazón y razón. Era esta una de esas ocasiones donde yacía vulnerable bajo de él, esperando expectante su siguiente movimiento, esperando que se diera cuenta de una vez por todas de lo mucho que lo amaba y que no le importaba lo que hiciera con ella porque había decidido que su vida le pertenecía a él y solo a él.

Él, aquel chico de turbia infancia, quien a pesar de todos sus dolorosos recuerdos había decidido dar lo mejor de sí para traer justicia, para enfrentarse a un mundo lleno de personas doble intencionadas, mal intencionadas. Y él era aún muy joven, tan voluble y tan maleable. Sin una figura paternal que lo pudiera hacer distinguir entre bueno y malo, solo dejándose llevar por su propio criterio mal informado.

Los años habían pasado, pero él seguía siendo solo un niño de corazón roto.

—Sasuke-kun —lo llamó, su voz un delicado susurro, sus ojos esmeraldas entrecerrándose en ternura, completo afecto reflejado en ellos y el susodicho tuvo que controlar su abrumada reacción ante las emociones que vio reflejadas en sus orbes.

Sin importar las noches que compartieran, siempre había algo de Sakura que le robaba el aliento.

Inclinándose a besarla, Sakura lo atrapó en un abrazo, tan maternal como era su naturaleza. Tanto amor expresado en acciones delicadas que abrumaban en más de una ocasión a su enamorado.

—Hoy quiero que seas desenfrenado —ella habló, y Sasuke tuvo que dejar que sus palabras entraran en su mente para procesarlas nuevamente. ¿Cómo podía salir tal petición de la afectuosa creatura abrazándolo tan cálidamente?

Se incorporó apoyándose en su brazo sano para encararla, comprobando si realmente le estaba pidiendo que él la...

—Te amo, Sasuke-kun. No tengo nada que temer si tu sientes lo mismo—ella replicó, una vez más una de sus cálidas sonrisas adornando su sincero rostro y él seguía deshaciéndose.

—Aun así... Sakura— dijo mientras fruncía el entrecejo, no seguro de poder cumplir con su petición incluso cuando lo que más quería en esos momentos era complacerla.

Negando con la cabeza, Sakura extendió uno de sus brazos para que su mano alcanzara el creciente bulto de su pene y lo presionara en la medida exacta que lo hacía temblar y soltar el aire que contenía.

—No quiero que te contengas, Sasuke-kun. Debes estarlo deseando tanto como yo, por favor —suplicó, pero acto seguido, aprisiono con sus esbeltas piernas la cadera de él y lo atrajo hacia ella.

Gruñendo ante la sensación de cercanía hacia su calor y humedad, Sasuke tragó saliva y sintió su rostro cada vez más caliente, para después sentir una gota de sudor descender a lo largo de su sien.

Sakura lo removió con su otra mano al igual que los mechones que escondían sus ojos impares de la mirada de ella. Apreciando la reacción que le provocó cuando roto su pelvis contra su miembro, capturo a continuación sus labios entre los de ella y continuaron en dónde se habían quedado.