2° L I B R O | | S A G A S E A S O N S
2° Temporada de Winter
Él volvió a ver su pelo blanco como la nieve y sus ojos azules como el topacio, sí, sin duda la había vuelto a ver. Y esta vez no dejaría que se fuese a ningún lado. No dejaría que le aba...
—Es realmente increíble que haya podido estar con usted, aunque no lo recuerde —dijo Miyuki sonriendo—. Espere, estuve con usted cuando era joven, y a esa edad era un criminal, eso quiere decir que yo...
—No, nunca hiciste nada malo, llegaste a nuestra guarida y preguntaste si podías unirte, yo acepté. No hiciste nada ilegal, créeme —explicó Sasuke, viendo que Miyuki estaba un poco preocupada por eso.
—Menos mal, no hubiese podido sobrellevar eso... —susurró la peliblanca entre risas, Sasuke sonrió, solo un poco.
—¿Tienes algún amigo? —preguntó Sasuke, esperando internamente que la respuesta fuese no.
—Claro, me llevó muy bien con su mujer, Sakura, también con Naruto y su esposa, ah, TenTen también es alguien a quien considero cercana. —respondió Miyuki, la mente del Uchiha rebobinó la conversación como si se tratara de un casete, ¿Sakura? ¿En serio? ¿Podía ser peor su suerte?
—Sakura y yo nos estamos divorciando —comentó sin pelos en la lengua.
—¿Por qué? —preguntó ella para después comer un poco de su ramen.
—No puedo decírtelo —dijo Sasuke, obviamente no quedaría bien decir que era ella la causa de haber roto su matrimonio, sería de mal gusto.
Al cabo de un rato, ambos acabaron sus platos y salieron del local.
—Sasuke, ¿dónde te quedarás si no puedes con Sakura? —preguntó Miyuki, que se había acostumbrado a tutearle.
—No lo sé, encontraré un sitio —contestó él restando importancia al asunto.
—Quédate en mi casa, tengo sitio, además, vivo cerca —sugirió la peliblanca.
—¿Quién no? Siento que me estoy congelando —dijo ella, Sasuke puso su capa sobre sus hombros, instantáneamente, una ola de imágenes pasó por la cabeza de Miyuki, esto ya lo había vivido más de una vez,
—¿Pasa algo? —preguntó el Uchiha, Miyuki negó sonriendo.
—Es... ha sido un deja vû —respondió ella.
—Entiendo. —Ambos se fueron al apartamento de la chica, no era muy grande, pero podrían convivir sin problemas.
—Sacaré un futón para ti, podemos dormir ambos en el salón, será divertido —dijo ella sonriendo, fue a su habitación y sacó un futón negro y otro azul. Sasuke no se había dado cuenta, pero, el que Miyuki pudiera hacer todo lo que una persona normal puede, era un milagro. —Iré a cambiarme, siento no tener nada para ti.
—No te preocupes, me las apañaré. —La chica entró en su habitación y se puso un camisón blanco, por su parte, Sasuke, se quedó en pantalones y camisa, esta con un par de botones desabrochados. Al entrar Miyuki en la sala, el pelinegro se la quedó mirando, de repente, apartó su mirada con un notable sonrojo. Miyuki era como el vino, mejoraba con los años.
—Dormiré en el negro, espero que no te importe. —El Uchiha negó y ambos se tumbaron en sus camas. —Seguramente esto te debe llenar de recuerdos...
—Así es —respondió Sasuke.
—Es tan extraño haber compartido momentos con una persona y que no los recuerdes... es doloroso para mí, siento un vacío inconmensurable, no quiero siquiera ponerme en tu piel.
—Pensaba que estabas muerta, esto es más de lo que esperaba, pero, al verte, pensaba que me recordarías. No fue hiriente, fue aplastante, demoledor, horrible... —explicó Sasuke, se empezaron a escuchar sollozos.
—Lo siento tanto... estoy segura de que no te mereces esto, lo sé. Ojalá pudiera acordarme de todo, perdóname, por favor —se disculpó la chica limpiando sus lágrimas.
—No tienes la culpa. —Sasuke se giró para quedar cara a cara con ella. Sin duda, seguía siendo la misma, quedaban rastros de la Miyuki que una vez conoció.
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