Spring | Sasuke Uchiha

Especial Navidad: Versión Miyuki.

Miyuki y Sasuke estaban sentados en el sofá de la casa del Uchiha frente a la chimenea, no celebraban la navidad sino el cumpleaños de la peliblanca. Hacía tanto frío que, pese a ir forrados como cebollas, tuvieron que refugiarse en una manta peluda que tenía Miyuki.

—Tengo hambre, Sasuke, haz la comida —susurró ella tiritando.

—No salgo de aquí ni de puta coña —contestó él, Miyuki sonrió y se giró.

—¿Qué haces? —preguntó él.

—Me voy a dormir, a ver si así se calma el hambre de mi barriguita —comentó ella fingiendo llorar.

—Está bien, iré a hacerte espaguetis a la carbonara, pero solo porque es tu cumpleaños, no te acostumbres. —El Uchiha salió de la manta y envolvió a Miyuki mejor.

—Muchas gracias, me has salvado la vida —susurró Miyuki.

—Siempre lo hago —comentó con sorna.

—Simpri li higui —imitó ella.

Sasuke se retiró a la cocina y comenzó a hervir la pasta, preparó la salsa, troceó el beicon y, una vez la pasta estaba en su punto, lo puso todo en un plato y se lo sirvió a la mujer.

—¡Muchas gracias, Sasuki! —exclamó ella agarrando el plato.

—¿Sasu...ki? —preguntó él sonriendo de lado.

—Miyuki y Sasuki. Los dos acabamos en ki —explicó ella metiéndose el tenedor con espaguetis en la boca—. ¿Quieres? —preguntó ella ofreciendo el plato.

—Voy a por otro tenedor, hazme hueco en la manta —ordenó él, Miyuki asintió y soltó un poco la manta. Cuando hubo vuelto, se sentó y arropó con la manta y ambos empezaron a comer espaguetis.

—Cocinas muy bien —alabó la peliblanca.

—Era un plato muy fácil, me era imposible equivocarme —dijo Sasuke, Miyuki enrojeció, claro, imposible equivocarse.

—Gracias por la comida —agradeció ella una vez hubo comido.

—No es nada —dijo él yendo a su habitación.

—¿Adónde vas? —preguntó Miyuki asomándose por el respaldo del sillón.

—Espera y cierra los ojos. —La peliblanca hizo lo que él había dicho.

Unos segundos después, el Uchiha estaba delante de ella con una cajita envuelta con un papel plateado.

—Puedes abrir los ojos —susurró él, Miyuki le hizo caso y sonrió al verlo—. Felicidades.

—No tenías por qué —comentó ella desenvolviendo el regalo. Al abrir la caja encontró dos anillos que estaban conformados por pequeños copos de nieve.

—Sé que no te acuerdas, pero nos conocimos en invierno, es una estación muy especial para mí y espero que también lo sea ahora para ti —explicó Sasuke.

—Te prometo que ya lo es. —Miyuki abrazó al Uchiha sonriendo.