2° L I B R O | | S A G A S E A S O N S
2° Temporada de Winter
Él volvió a ver su pelo blanco como la nieve y sus ojos azules como el topacio, sí, sin duda la había vuelto a ver. Y esta vez no dejaría que se fuese a ningún lado. No dejaría que le aba...
De un momento a otro, Sasuke dejó de responder las cartas de Miyuki. Ella seguía enviándoselas, pero nunca recibió ninguna contestación.
Se había cansado de esperar, quizá había encontrado otro amor o quizá se había cansado de ella, no lo sabía y no quería saberlo.
En realidad, usaba de tapadera todo lo anterior para cubrir la verdad, algo que presentía pero que no quería admitir: su muerte. No, no lo daría por verdadero hasta que el mismo Naruto se lo confirmara.
Su última carta había sido catastrofista, pero él era fuerte, seguro que estaba bien, por favor, es el mismísimo Sasuke Uchiha, se repetía constantemente.
—Solo vuelve a casa, por favor, sin ti siento que no pertenezco a ningún sitio —susurró mirando el cielo, era primavera, todos los árboles de cerezo estaban en flor y, según lo que Sasuke le había contado, en primavera fue cuando le dejó. —Qué irónico, espero que no te vayas en primavera...
Una vez reunió toda la fuerza que tenía dentro, se dirigió a la torre del Hokage. No era amiga de Naruto, había hablado poco con él gracias a Hinata, pero sabía que no mentía y eso era suficiente.
Se quedó de pie enfrente de la puerta de su despacho, respiró hondo y picó a la puerta. Una parte de ella deseaba que no la abriera, pero la otra veía necesario que lo hiciese. En cuanto recibió un "pase", entró.
—Oh, Miyuki, qué bien que estés aquí —dijo Naruto.
—¿Qué pasa con Sasuke? —preguntó ella rápidamente.
—Sasuke está bien... —susurró él agachando la cabeza—. Está perfectamente...
—¡Se nota que estás mintiendo! ¡Dímelo! —exigió la mujer.
—¡Está bien, él está bien! ¡Está bien! —exclamó él—. Está bien... —susurró una última vez mientras intentaba contener las lágrimas. Miyuki cayó al suelo, temblando.
—Sasuke... no está bien, ¿verdad? —murmuró ella intentando levantarse.
—Miyuki... no te mereces que te haga esto... pero es lo que él querría... mentiré por él, una última vez —susurró el rubio para sí—. Sasuke está bien, no te preocupes, volverá...
—¡Naruto! ¡No soy estúpida! —Comenzó a llorar. —¡Mírate! ¡Míranos! ¡Ambos sabemos qué ha pasado! No me ocultes esto, no merezco que me hagas sufrir así.
—Sasuke ha... Él ha... —Naruto tragó y cerró sus ojos. —Ya no está aquí, con nosotros.
—Qué forma tan filosófica de decir que ha muerto... —Miyuki agarró su pantalón blanco y lo apretó con fuerza.
Debía haberlo sabido, de hecho, lo sabía, pero no quería aceptarlo. Sasuke no volvería a su lado, no lo haría aunque quisiera.
—Entonces, esto es la guerra, ¿verdad? —susurró Miyuki cabizbaja.
—Sí... —respondió él.
—La ganaré por él, mataré al que se ponga en mi camino. —La peliblanca se levantó y salió de la estancia. Caminó hasta su casa y, nada más entrar, se derrumbó.
Solo podía pensar en los recuerdos con Sasuke, sabía que no volvería a vivir nada así.
Si pudiera volver atrás en el tiempo, lo haría, hubiese sido más feliz a su lado, hubiera reído más con él. Pero ahora no podía, su padre lo había matado, y las cosas no se quedarían así.
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