Capítulo XII

9 3 0
                                    

Ya me encontraba en casa, recostado en mi cama, mirando hacia el techo, pensando que debia de hacer. Ya iba a anochecer. Así que dije: 《 Ya mañana salgo en busca de el dinero 》. Me puse de costado y me quedé dormido.

Ya había amanecido. Nuevamente volví a pensar que podía hacer, y recordé que tenía los anillos de compromiso que usaban mi madre y padre, los podía empeñar. Después cuando ya tenga el dinero de nuevo, lo pagaría para recuperarlo porque era uno de los pocos recuerdos que tenía.

Tome a arreglarme, tome mi bicicleta y me dirigí rápidamente al lugar. Estaba en pleno camino, y mientras manejaba, tenía miedo de que me volviera a pasar lo mismo de él día anterior, así que ahora miraba para todos los lados para prevenir.

Una vez en el lugar, otorgue el anillo y algunos documentos, ellos me dieron el dinero, y me fui rápidamente.

Comencé a dirigirme al garaje para acabar con esta amenaza de una vez por todas. Ya solo me faltaban 5 cuadras para llegar, de pronto a pocos metros de mi, alguien se para en frente en mío, apuntando con una pistola, yo me detení, el seguía apuntando.
- Dame todo el dinero que tengas. — Dijo el apuntando a mi cabeza y caminando a mi alrededor.

Yo no sabía que hacer, él tenía un arma fácilmente podría matarme. No tenía otra opción, tenía que entregarle el dinero.

- Dame el maldito dinero o te mataré, vamos muévete. Y bájate de esa maldita bicicleta. — Dijo el, ya que veía que no hacía nada.

Yo  sin tener más que decir, le entregué el dinero y me bajé de la bicicleta.

Y el antes de irse, dijo: - Eres un tonto Khaled.

Él se fue de manera muy rápida en mi bicicleta. Ahora sí ya no sabía que hacer, ya tenía otra manera de conseguir el dinero. De pronto recordé, que el ladrón me había llamado por mi nombre. Se me hacía muy raro, como él sabía cómo me llamaba, recordé que su voz se me hacía muy conocida, sentía que la había escuchado antes. Pero no estaba seguro de quién. Me levante del piso, ya no tenía otra opción, así que tendría que ir arriesgarme, pidiendo si me podrían dar unos días más, no tenía otra opción.

Llegué al garaje, y me dirigí hacia Damián. Una vez que había llegado, comencé a caminar con miedo hacia Damián, una vez que había llegado el sonrio y aplaudió.
- Justo te estaba esperando, ¿Donde esta mi dinero?— Dijo el mientras cargaba su arma.

- Lo siento tenía el dinero, lo que pasa es que me volvieron a robar antes de llegar aquí, por favor déjeme 3 días y juro que lo conseguiré. — Dije yo con mucho miedo.

- Crees que te voy a volver a creer, eres un imbécil, ya no confío en ti. ¡Arthur, Vince y Raphael vengan aquí! — Dijo el, muy alterado.

Ellos llegaron corriendo.

- Lleven a este cretino fuera de mi vista, ya saben a dónde. — Dijo el enojado.

Uno de ellos me sujeto, el otro me puso un trapo con alcohol, y me desmayé.

SucesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora