Capítulo 18

3.6K 322 113
                                    


— ¿Amber? – pregunta Daina.

— Si. – digo, entra a mi habitación.

— ¿Qué haces?

— Sigo acostada – respondo divertida.

— ¿Me prestas tu celular? – pregunta, la miro extrañada por su petición.

— ¿Qué pasa con el tuyo?

— No nada... solo quería... ya sabes...

— No, no sé. – miro la pantalla y tengo varias notificaciones.

— Solo es algo rápido. – dice nerviosa.

— Eso no responde mi pregunta.

— Solo quiero ver como se ve mi perfil desde tu perfil. – contesta.

— ¿Me bloqueaste? – pregunto.

— Es un experimento, solo quiero saber...

— Okay...

Me levanto de la cama, le presto mi celular y voy camino a la cocina, la miro por un momento molesta y luego parece tranquilizarse.

— ¿Todo bien? – pregunto.

— Sí, la estúpida aplicación no funciona. – responde.

— Déjame intentar.

— No... bueno ya no importa. – responde.

— Daina estas muy extraña desde que llegue ¿Pasa algo? – pregunto.

— No.

— De acuerdo...

Por momentos miro a Daina enojada, otras preocupada, triste, como si por un momento se enfrentara a un millón de emociones, pasamos la tarde en la casa, no hay llamadas de Alex, ni un mensaje, es un poco extraño, era como mi nuevo roomie, Daina pone una serie llamada "Gossip Girl" y mientras miro los capítulos amo y odio al personaje de Blake. Honestamente no tengo nada de ganas de hacer comida, así que le propongo a Daina que ordenemos comida y ella se ofrece a pagarla, resulta un poco raro todo esto, mientras seguimos viendo la serie mi celular vibra, Daina se remueve nerviosa, pero continúa viendo la serie.

— Creí que era Alex. – digo al ver mi celular, pero no hay señal de él.

— Él ya no va a venir. – responde nerviosa.

— ¿Cómo? – pregunto desconcertada.

— Amber... - pone pausa a la serie y me mira nerviosa, juega con sus manos, me siento mareada.

— Te lo cogiste. – susurro.

— Amber, no fueron así... bueno no... yo...

— ¿Sabes que es lo peor? – pregunto, ella niega. – Que ni siquiera puedo estar molesta.

— ¿De qué hablas?

— Es una relación abierta, sin ataduras, pero aun peor que eso es que de todo el mundo podría creerlo, pero ¿Tú?

— ¿Es acaso que no me crees lo suficiente para seducir a un hombre? – pregunta indignada.

— ¿Qué? No, yo no...

— No, tú nunca dices nada, todo lo que pasa aquí es porque tú eres el centro del universo. – dice molesta.

— Daina, tranquilízate, no dije eso... es decir, yo te creía diferente.

EL PLACER DE LA TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora