Encuentros

5.3K 384 123
                                    



He pasado días enteros estudiando para presentar algunos exámenes finales y entregando muchísimos trabajos atrasados, afortunadamente ya no tengo que convivir con nadie más solo ir con mis profesores y con la carta que me entregaron podría justificar mis faltas por estas semanas, el fin de curso está a la vuelta de la esquina.

Desde entonces no he vuelto a saber nada de Daina ni de lo que paso con ella, además de perder lo mismo que yo hubiera perdido, siento que parte de mis mentiras la terminaron envolviendo a ella, aunque aún no termino de entender sus razones para traicionarme por querer lo mismo que yo quería.

Honestamente siento pena por Daina, no es la forma en la que se supone iba a terminar esto, ambas compartíamos un sueño y sobre todo nos deseábamos lo mejor y lo curioso es que nunca supe en que momento cambio todo.

Me agrada vivir con Fanny, todas estas semanas han sido llenas de grandes platicas y sobre todo nuevos y fantásticos momentos, aunque ella entiende que me voy a mudar a Nueva York, dice que esa siempre será nuestra casa mientras ella siga rentando, si mis posibilidades económicas me lo permiten la seguiré ayudando y poder volver de vez en cuando.

— ¿Cómo está la alumna de excelencia? – dice mi papá.

— Más nerviosa que nunca.

— ¿Cómo en los juicios? – pregunta bromista.

— Ni lo menciones. – respondo.

— Me alegra que esto haya salido a tu favor, pero no debes desaprovechar las oportunidades, la forma en la que hablaron contigo hacen ver que tengo una hija increíblemente inteligente, date a conocer por ello ¿De acuerdo? – pregunto y asiento.

— Fue como un milagro. – respondo.

— Algo así. – responde mi papá. – ¿Y Daina? – mi cara cambia de un segundo a otro y niego.

— No lo sé, hace tiempo que no vivía con ella. – respondo.

— Quizá ella también de equivoco...– dice, entiendo por sus palabras que quiere que la perdone, pero no sé lo que ha pasado y no estoy segura de querer hacerlo.

— Quizá. – respondo.

— Natalie, cariño, te ves... hermosa. – dice mi papá al ver a mi mamá con un elegante vestido color plata.

— No podía dejar de verme bien. – responde, mi papá y yo ponemos los ojos en blanco. – ¿Ya están listos? – pregunta y asentimos.

Elegí algo elegante y a la vez sexy y discreto, un vestido color vino largo, cuello tipo halter con tiras cruzadas enfrente, la parte izquierda es más corta que la derecha lo que lo hace sexy sin ser vulgar, con unos tacones abiertos color negro, hacen una combinación increíble, aunque con la toga encima no se verá casi nada, pero en la fiesta mi outfit se va a lucir.

Al llegar me encuentro con algunos de mis compañeros y aunque todos quieren información tendrán que quedarse con la duda de como paso todo esto y sobre todo la gran incógnita de saber si fue cumplida la fantasía profesor alumna o fueron simples calumnias. Algunas otras charlas son para saber de Daina y otras más para saber de Columbia.

— ¿Me permiten? – dice Jonathan al llegar junto a nosotros, todos se esparcen por otros lados.

— Te agradezco. – digo y sonrió, lo abrazo y él también me abraza.

— Te ves increíble Amber. – mientras me coloco la toga.

— Gracias, igual tú. – respondo. – Que elegante.

EL PLACER DE LA TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora