Reino de Cristal ❄️💥 [BakuTodo]

Capítulo 19: Inframundo.

Sentía que le iba a estallar la cabeza. Su nariz detectó el mismo aroma que sintió aquella vez, azufre. Abrió los ojos tratando de acostumbrarse a la oscuridad. Se encontraba atado de pies y manos, miró a su alrededor, había alguien más con él.

-¿Quién... está ahí?- preguntó apenas. Tenía la garganta seca y el calor que se sentía no ayudaba en nada.

-So... Soy Eijiro. No veo nada.

-Eijiro, soy Shotō.

-¡Príncipe! ¡Auch!.

-¿Qué ocurre? ¿Estás herido?.

-Creo que tengo un brazo roto.

-Por todos los dioses- en eso abrieron una puerta. El bicolor puedo ver que el pelirrojo estaba sobre el suelo, amarrado.

-Ya despertaron mis pequeñas presas- dijo un demonio con apariencia intimidante. Detrás de él venía Dabi, Tomura y otro demonio más que llevaba una máscara de ave.

-¡¿Dónde está Himiko?!- gritó Shigaraki de pronto- ¡Éste no es el guía espiritual!.

-Claro que no lo es. Es un Mortal, de la Guardia Real- dijo Dabi.

Kirishima sonrió- Lamento no serles útil.

-No, maldita escoria- dijo Kai sacándose la máscara- Eres un simple humano que no nos sirve para nada. Pero podemos tomar provecho de eso- se agachó quedando frente a Eijiro- Te transformaré en un híbrido.

-¡¿Qué?! ¡No! ¡Aléjate de mí!.

-¡Déjalo en paz!- gritaba Todoroki tratando de safarse de las cadenas.

-Tú no te muevas- le dijo All For One tomando su rostro- Para ti tengo grandes planes.

-¡No me toques!.

Dabi lo observaba desde atrás, antes que su jefe le pusiera las manos encima, quería poseerlo.

Por su lado Chisaki le tenía tomado el rostro a Kirishima, sus ojos demoníacos taladraban el alma del Mortal.

-Serás un híbrido sensual y obediente. Sólo a mí me harás caso.

-¡Aléjate maldito demonio!.

-Eso no son buenos modales- sonrió Kai, mientras acercaba sus labios y le daba un beso.

Eijiro abrió los ojos cómo plato al sentir la ardiente lengua del demonio pasearse por su boca, traspasando su oscura magia, hacia el cuerpo del pelirrojo.

-¡Mm! ¡Mhh!- por más que se moviera, mucho no podía hacer, su brazo roto y las amarras lo limitaban el cien por ciento.

Por su lado Chisaki se saciaba con la fuerza interna del Mortal. Su lengua probaba cada centímetro de aquella joven boca. Kirishima sentía que sus fuerzas flaqueaban.