Capítulo 22: Emociones.

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Ambos se miraban a los ojos, Kaminari aún no podía creer que su amor era real. Sí no, el alma de Kirishima jamás habría regresado.

-Denki.

-Debo explicarte lo sucedido- dijo tratando de relajarse, se levantó del miembro del pelirrojo, dejando caer el semen por sus piernas.

Eijiro estaba descolocado ante esa bella imagen, un perfecto Elfo rubio, desnudo ante sus ojos, el cabello de Kaminari era oro puro.

-Eres... Perfecto Denki.

El chico se sonrojó- Escucha, antes que todo quiero darte las gracias por salvarme. Los del inframundo me querían por alguna razón, y es muy obvio que es por qué ayudo al Oráculo. Por salvarme, uno de los demonios llamado Kai Chisaki te convirtió en un híbrido, eras un demonio llamado Red Riot.

Al pelirrojo se le cayó la cara.

-Apareció en manos del príncipe Katsuki la espada de Hades y así pudimos salir. Logramos rescatarlos, pero te trajimos como un demonio. La única forma de traer tú alma de regreso fue- hizo una pausa colocándose más rojo de lo que ya estaba- Qué quién te amara, se entregara en cuerpo y corazón, así tú alma sería salvada- terminó de hablar bajando la mirada.

Anonadado por la historia, Eijiro se levantó del suelo y caminó hasta Kaminari, el rubio estaba desnudo aún, mirando esas penetrantes orbes carmín.

-Entonces- dijo el pelirrojo rodeándolo con sus manos por la cintura- Me has salvado.

-Creo que te amo Eijiro. No sé cómo, pero de no haber sido así, el ritual no habría funcionado.

-Increíble, por fin alguien que realmente tiene sentimientos reales por mí- sonrió- Quédate conmigo.

-Contigo me quedo, Eijiro.

Se fundieron en un nuevo beso, uno cargado de amor y futuras promesas.

Mientras el resto de la Legión Fénix esperaba los resultados. Aunque los Lican sabían que había funcionado. El único molesto con todo esto era Taishiro, quién regresó a su forma humana para alejarse del grupo, necesitaba pensar.

Los ojos de Tamaki siguieron al Lican de Júpiter, viendo cómo se perdía en la oscuridad. Suspiró, en el fondo aún aquél, le movía un poco los sentimientos, sin embargo, Togata estaba dispuesto a hacer que el Elfo lo olvidara para siempre.

-¿Quieres comer?- el rubio se sentó a su lado, sacando de esos pensamientos al Imperial.

-Gracias Mirio- dijo algo nervioso, pues esperaba que el Mortal no lo haya visto mirando al Lican. Pero se equivocaba.

-Amajiki- habló con voz seria- Yo puedo hacer todo lo que esté en mí, para que te olvides de él- Tamaki se puso rojo- Pero sí tú no pones de tu parte, yo tampoco me seguiré esforzando.

-Lo siento Mirio- dijo arrepentido- No fue mí intención hacerte sentir mal.

-Sé qué el pasado cuesta olvidarlo, pero sí no se puede, al menos entierralo y sigue la vida hacia adelante. El pasado sólo nos deja enseñanzas, aprendizajes, nada más.

Tamaki asintió bastante apenado por su comportamiento. Y es que en realidad jamás creyó que un Mortal se podría enamorar de él, y tratar de sacar una espina que costó ocultarla, le era difícil. Sin embargo debía pesar las circunstancias, y Mirio realmente se había portado cómo todo un caballero.

-¿Comemos los dos?- preguntó el pelinegro mostrando la hoja con la carne. Togata sonrió, sacó un trozo de carne y se la dio de comer al Elfo. Tamaki abrió la boca y comió la carne, chupando los dedos del rubio.

Reino de Cristal ❄️💥 [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora