Ya vestida, sale de la habitación a otro espacio más grande. Éste estaba al aire libre, era difícil de creer que todavía había algo de belleza en aquel anexo; en Mullingar los paisajes naturales siempre se han hecho presentes, por lo que la naturaleza se hizo cargo de dar algo de tranquilidad a un lugar que no lo era. De hecho, en la entrada principal del anexo había un hermoso jardín que lo decoraba, aunque sólo era una imagen falsa para ocultar de que el infierno estaba tras aquella elegante puerta de metal.
Además, en aquel espacio había una gran barda de cemento impedía la escapatoria, muchas veces Bonnie y Lizzie habían intentado huir, y una forma fue tratando de escalar aquella barda, pero fue imposible, varias caídas y heridas eran los únicos resultados. Dejaron de tratar de escapar exactamente hace una semana después de dos meses de varios intentos fallidos.
Lizzie mira su muñeca y ve la prueba de ello, en su muñeca izquierda hay una cicatriz no tan profunda pero aun así ésta no tenía el mejor aspecto. Lo que hacía falta en el anexo principalmente era personal en primeros auxilios, así como medicamentos o cualquier producto curativo, por lo que la gangrena (muerte del tejido del cuerpo) era un síntoma muy frecuente. Al parecer cuando Lizzie cayó su muñeca se hirió con algún pedazo de metal oxidado, la herida de hace una semana no fue muy grave ya que había logrado conseguir dos botellas de agua que tenía como reserva, lo que sirvió para mantenerla limpia pues el agua estaba en buen estado, pero eso no fue suficiente para que empezara a tener inicios de gangrena.
Un suspiro sale de sus carnosos labios y vuelve su vista hacia su amiga.
El anexo había unido con un lazo más fuerte a la amistad entre Bonnie y Lizzie, ambas eran hijas únicas pero parecían hermanas a pesar de no tener rasgos que den a entender que son familia.
Bonnie está sentada en las mismas cajas para frutas mientras está tejiendo una bufanda en un pequeño telar al igual que varias chicas, Lizzie camina con dirección a su amiga. Según los encargados era una "terapia ocupacional" el tejer, era algo ridículo pero a esa actividad estaban obligadas a realizar, pues como era época de invierno resultaba buena idea aprovechar el clima frío para tejer bufandas con la finalidad de venderlas, diario trabajan como obreros explotados, ya que el único pago que recibían era un cigarro por cada jornada diaria.
-Te volvieron a elegir, creí que ya nos estábamos salvando, odio tener las piernas abiertas para alguien más, pero odio más verte a ti hacerlo- dijo la bronceada con una voz que reflejaba coraje.
Elizabeth le responde -Yo también lo creí, pero prefiero ser yo y no tú, al menos la volveré a probar- los dueños no sólo las dañaban con lo anterior, sino que también las drogaban.
Había veces que en vez de darles un cigarro les daban drogas, lo que significaba una forma de olvidar aquel infierno.
Elizabeth agarra el telar y comienza a tejer.
-Todavía no puedo olvidar el cuerpo de Alfred- dice Bonnie tratando de no llorar -¿y si algún día terminaremos como él? no quiero fallecer de esa forma- continua hablando, ellas nunca se habían detenido a pensar en su muerte, pero ahora aquello era diferente.
Lizzie suelta un pesado suspiro mientras sus hábiles manos tejen la bufanda -Bonnie, debes saber que vamos a morir y lo más probable es que sea aquí, tienes que aceptar la realidad- su voz muestra seguridad pero ella no la sentía, tenía miedo, mucho miedo. Al igual que Bonnie tampoco quería morir allí, pero estaba convencida que ser débil en esos momentos era algo que no debía ser. Ella era un ejemplo de fortaleza y valentía para la bronceada, aunque jamás se lo dijera así la consideraba, por lo que asiente con la cabeza tratando de ser fuerte como su amiga.
Luego de terminar de tejer les dan su cigarro correspondiente para luego continuar con las otras actividades, esta vez a Lizzie le toca estar con Douglas.
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IRONIC [en revisión]
FanfictionIronía, ironía e ironía ¿qué esperas de la vida? Si ésta puede a llegar a ser una total mierda o demasiado placentera, pero por poco se me olvida que el amor también lo puede ser y una combinación de mierda y placer puede surgir. En la vida hay amor...