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Roma. Aventino. En las calles de los antiguos arcos, al inicio de la via Appia, entre las mansiónes romanas y las piedras pasadas, Taehyung corría.

Lo hacía casi todas la mañanas, donde sea que se encontrara, New York, San francisco, Londres, Roma, Buenos Aires, Sindey. Correr para él era una distración, como un reodenamente de pensamientos, corriendo le vinieron ideas grandiosas.

Aumentó la velocidad. Al interno de su iPod último modelo escuchaba canciónes conocidas mundialmente: Shakira, Michael Bublé, Coldplay, la playlist que Hyejin había creado para él, ella había tenido el puesto de Arianna y sin duda para Taehyung fué una buena decisión. Era un personal stylist perfecta, de un gusto impecable. También construyó una red de personas que se ocupaban de algunas cosas de Taehyung, el agua que amaba y bebía, la T y Nant, podía encontrarla en cualquier lugar que vaya, de Paris a Londres, de New York a su pequeña isla en Fiji. Donde quiera que vaya la agua sería la misma. Así como su selección de vinos, del café, y de cada producto. Si Taehyung llegaba a unas de sus casas era como si estuviera ahí desde hace dias. [...]

Hyejin no tenía necesidad de cambiar muchas cosas en la isla en Fiji, era muy hermosa y natural, un arquitecto habìa hecho que fuera un casa modelo, una joya, en perfecta armonia con la isla.
Una picina natural entraba en su casa, protegida con un vidrio demasiado fuerte, a veces se podían ver tiburones, grandes tortugas. Taehyung estaba protegido de todo los peces ahí dentro.

[...] Taehyung había construido un imperio, si se podía llamar así, para muchos era solo un joven de veinticinco (casi veintiseis años), elegante, que amaba las cosas hermosas, pero nadie se imaginaba que ocupada un numero alto en la lista de los hombres más ricos del mundo.

[..] Hyejin se había encargado de hacer su "casa" en la isla Fiji, perfecta. Podía ser un hermoso lugar en el cual pasar tiempo con tu pareja y tener una vida de amor. Talvez era por esto que Taehyung no se detenía ahí durante su viajes. Era un hombre culto, rico, el hombre que no quería amar. Esa casa como muchas otras nunca habría sentido las risas de una pareja feliz y amada, así como no habría escuchado las risas de un hijo, y aún así Hyejin no sabía que se estaba equivocando sobre una cosa.

El año después de asumirla, Taehyung había controlado personalmente todas sus propiedades. Miró detalladamente cada angulo, desde el refrigerador hasta las cortinas, de los tapetes a las toallas. Viajó con su Jet y volvió días después de terminar de controlar. Solo un año después confirmó que la contrataría.

—Es perfecta, contratala!— Le dijo a Namjoon saliendo, lo miró. —Pero está casada, cierto? No quisiera volver a ver a Yoona en mi picina.— Bromeó y Namjoon rió. El día siguiene fué a controlar personalmente los documentos de matrimonio de Hyejin, era verdad, estaba casada, solo entonces Namjoon pudo dar un suspiro de tranquilidad.








Improvisamente un trueno. Como una señal del destino. El cielo se volvió oscuro, el viento levantó algunas hojas caidas. Luego esa lluvia, estruendosa. La gotas eran grandes, mantenerse ahí lo habría bañado aún más.

Taehyung estaba escuchando Ben Haper cuando se encontró en medio de la lluvia, aumentó su velicidad, comenzó a mojarse hasta los tenis. Rió sin motivo, él, que siempre había tenido todo previsto, se encontró como un joven bajo esa lluvia. El cielo estaba más ocuro y la lluvia más fria.

[..] Taehyung decidió que era hora salir de esa lluvia o almenos encontrar un lugar donde poder estár hasta que pase. Poco después vió un iglesia, subió de dos en dos las escaleras y encontró refugio. El viendo hizo que la lluvia cambiara ruta, ahora ese refugio era inutil.

Taehyung decidió entrar en la iglesa y las cosas que le impresionaron fueron las luz y el calor. Muchas velas estaban encendidas, eran de diferentes tamaños, su fuego se movia segun el viento que Taehyung había hecho entrar al abrir la puerta. Cuando la cerró todo volvio como era antes, del otro lado escuchó algunas voces seguidas por sonidos de instrumentos.

Dos violines, una flauta y otros instrumentos más. Diez niños terminaron de tocar una pieza hermosa.

Silencio. Luego una mujer comenzó a cantar en ruso acompañada por un anciano que tocaba el piano. Otra maestra acariaba con dulcura a sus alumnos.

Un poco más allá se podía observar la luz que entraba de la ventada, haciendo tener a la inglesia un ambiente magico.

Erbarme dich, mein Gott, um meiner Zäbren willen!
Dios mio, ten piedad de mis lagrimas!

Improvisamente, sin algun motivo, Taehyung se giró. Era como si hubiera sentido algo, pero no fué nada o talvez todo.

Estaba un poco oscuro, a pocos pasos de él, desde la sombra, alguien dio un paso, su cara fué iluminada de la poca luz. Taehyung se quedó con la boca entre abierta.

Ese delicado perfil, esos ojos cafes claros, esos cabellos castaños, ese joven, esa belleza, sus labios entre cerrados, sus dientes blancos, perfectos.

Taehyung parpadeó, como si no quisiera creer a lo que estaba viendo, como si fuera solo una visión. Pero sobre todo quedó sorprendido: su corazón estaba latiendo fuertemente. Ese joven estaba ahí, a pocos pasos de él, las velas lo iluminaron más, mostrádolo completo.

Era unos centimetros más bajo que él, cuerpo deldago, tenía una camisa blanca, con unos Jeans y zapatos deportivos. Taehyung trató de entender de donde era, quiér era. Miró sus manos, estaba cansadas, talvez por el frio, o quién sabe porque. Igualmente sus pequeñas manos fingían tener un piano delante suyo y tocaban ligeramente. Tenía los ojos cerrados, movía lentamente la cabeza siguiendo la música. Seguramente era un pianista.

Taehyung miró sus dedos, buscó el anillo de bodas, no la encontró y por la primera vez en mucho tiempo fué feliz.
Luego miró mejor, estaba ahí, pero pensó que nada es para siempre. Que habría podido tenerlo de todas formas. Sonrió. Estaba teniendo ese tipo de pensamientos dentro de una iglesia.
Continuó a mirarlo. Y si habrían cruzado miradas? Que habría sucedido? que habría hecho? Una sonrisa? Una mirada determinada a transmitirle su deseo?

Y sucedió. Él se giró cruzandose con los ojos de Taehyung, lo miraron con atención, y fué como si en ese momento entraran en el corazón de Taehyung, liberando sentimientos que lo habían condenado, encerrado en una carcel.

Él simplemente le sonrió educadamente.

Taehyung se voltetó, hizo como si nada, bajó la mirada, estaba avergonzado, casi confundo por su reacción.

La música acabó. Taehyung levantó rapidamente la mirada, lo buscó, izquierda, derecha, él no estaba. Luegó sintió aplausos, miró al centro de la iglesia, los niños estaban festejando, un anciano en medio de ellos y la persona que estaba buscando llegó ahí.

Se dio cuento que lo conocían. Algunos le jalaban la camisa, tratando de tener su atención. Otros le sonreían. Él se agachó y le acarició el pelo a esa niña, esa pequaña lo abrazó sonriendo.

Taehyumg sonrió. Todos lo querían, habría querido ser uno de ellos. Luego comenzó a reir imanginando las cosas que habrían dicho las personas que lo conocían si supieran de sus pensamientos. Ese joven lo ponía de buen humor.










El hombre que no quería amar - Taekook [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora