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Jungkook tomó en brazos a simona, esa niña molestosa y dulce que tenía seis años, pero tenía una voz hermosa y melodiosa.

—Mejoraste mucho..— Le sonrió.
—Cómo lo hiciste?..

—Nuestro maestro Yiruma.— lo señaló
—Es él quién nos enseña sus trucos..

—Pero no hay trucos en lo que haces, tienes talento, tu esfuerzo y pasión no son trucos.

—Sí. Pero contigo me divierto más..

—Es verdad. Nosotros nos divertimos mucho.— Le susurró Jungkook. — Luego la bajó. Simona corrió donde estaban sus compañeros.

Yiruma se acercó a Jungkook.
—Me da gusta que hayas venido.

—Sí.— Miró a los niños, tenían una luz y pureza única. Cantar los había cansado. Ahora parecían personas mayores hablando de cosas importantes. Con un diferencia: estaban privados de cualquier cosa mala. —Mejoraron mucho. La Corale de Bach, es muy hermosa.

—Sí. Todos podemos mejorar, lo decía Bach.— Jungkook fingió no escuchar, pero Yiruma lo conocía y sabía que era el caso de afrontar el argumento.
—Piensa a lo que renunciaste, si no quieres tocar más, deberías adoptar un niño, tu vida cambiaría.

No lo miró. —Yiruma, mi vida era tocar, es todo lo que amé y amaré por siempre  y por eso decidí renunciar.

—Incluso al día de hoy, maestros importantes me preguntan de tí, quieren que suenes para ellos, están dispuestos a pagar cifras inmensas.

—No necesito dinero, lo que necesito no me lo puede dar nadie.

—Y qué cosa necesitas, Jungkook?

Esta vez si lo miró a los ojos.
—Un milagro.

A ese pnto Yiruma no sabía como responder. Decidió alejarse en silencio, ese talento, él podría llegar a ser grande, pero se había cerrado en su casa. Suspiró.

[...]







Afuera había dejado de llover. Jungkook se detuvo en las escaleras de la iglesia e hizo un profundo suspiro. Cerró los ojos enbriagandose con el perfume de las rosas bañadas, tierra, vida. Sí, vida. Donde estaba la suya? Su entusiasmo? las notas de sus corazón? Cuando abrió los ojos él estaba ahí. A pocos pasos de él.

Había visto a ese hombre en la iglesia, le sorpredió que un extraño haya venido a escuchar aquel coro, pero se olvidó rapidamente de él. Le pareció un turista que venían a hacer Jogging en el Aventino, y que se metían en las iglesias, muy extraño. Era hermoso y le estaba sonriendo. Por un momento le pareció de conocerlo, se esforzó, pero nunca lo había visto, podía ser un extraño.
Tenía lo ojos marrones, oscuras, intensos, y en algun modo frios.

Mientras esperaba fuera de la iglesia Taehyung había pensado su primer encuentro, pero cuál sería la frase justa para alguien como él? No sabía absolutamente nada de él, incluso si  intentó entender algo, no pudo.
Sabía solo que conocía las notas musicales, si. Era un pianista, o talvez un mestro de orquesta, Taehyung no sabía mucho de música.

Estaban en silencio en las escaleras de la iglesia, el cielo se estaba abriendo más, un poco más allá se podía ver un arcoiris. Taehyung apartó la mirada, la situación se etsaba haciendo vergonzosa.

—Paracemos un cuadro de Magritte. Conoces a Magritte?— Taehyung rompió el silencio.

"Conoce la cultura italiana" pensó Jungkook.

Taehyung sonreía y Jungkook lo miraba, tenía un buen fisico, definido, era un poco más alto que él, musculoso, pero proporcionado. Podía ser cualquiera, incluso un tipo peligroso.

El hombre que no quería amar - Taekook [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora