𝓙𝓾𝓻𝓸 𝓢𝓸𝓵𝓮𝓶𝓷𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓶𝓲𝓼 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓷𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝓷𝓸 𝓼𝓸𝓷 𝓫𝓾𝓮𝓷𝓪𝓼
𝐁𝐈𝐄𝐍𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃@ 𝐀𝐌𝐈𝐆@ 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑𝐇𝐄𝐀D
Una pregunta:
¿Alguna ves has querido que tú shipp favorito se haga realidad?
O que TÚ o TU OC est...
(Ya se que él es Fred/ James, pero no encuentro muchos gifs lindos jsjs)
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Aquella noche, en el baile de navidad, una rubia de ojos cafés claros salía de el gran comedor, aburrida del baile, nadie la había invitado y se la paso sentada toda la noche.
Mientras caminaba hacia el lago. Sentía como alguien la seguía, y al voltear no vio a nadie. Esta solo arqueó la ceja y siguió su camino.
Cuando llego, se sentó a la orilla del lago y contemplo el cielo desde allí.
De su cartera sacó unos Muffins que robó del baile y los lanzó al lago. Un tentáculo salió y los llevó al fondo del mar. Jessica río y se percató que alguien más reía junto a ella.
George Weasley
— Hola—el pelirrojo se sentó a su lado, comentando:—¿Te dejaron plantada o te abandonaron?
— Ojalá fuera por lo menos eso. Nadie se molestó en invitarme—encogiéndose de hombros, comió el último pedazo de maníes sus manos. Los frutos secos le ayudaban a quitar el estrés.
George la miró estupefacto. ¿Como no iban a invitar a tal chica al baile? Ella era perfecta. Enana, con unos hermosos ojos y unas pestañas largas que los hacían lucir mucho más grandes y lindos. Un pelo ondulado y largo que caía bajo su cintura y unas piernas de color crema hermosas.
— ¿En serio? Yo juraba que te habían invitado. De ser así yo tampoco estuviera solo hoy. ¿Quería invitarte sabes? Pero te vi con ese Malfoy muy cerca tuyo y.. no se. Me entraron celos.
La chica abrió los ojos y sonrió.
— Eh George—dijo entre risas Jessica.
— ¿Si?—veía al calamar gigante saludar desde el lago. Se le había ocurrido una broma con esa criatura para la siguiente semana.
— Draco es mi hermano—hablo Jessica, mientras lo obligaba a mirarlo. Este se sonrojó más de lo que ya estaba y se tapó la cara con vergüenza
La chica rio ante su actuación y volvió a ver el lago.
— ¿Sabes? Me gustas desde segundo año Weasley—lo miró a los ojos y George se giró, viéndola. Los ojos de ambos resplandecieron, por lo que el gemelo se levantó.
— ¿Me concedes esta pieza?— dijo sonriente y tendiéndole una mano. Asintiendo, tomó su mano para poder así pararse del suelo. Las manos del pelirrojo eran un poco toscas pero delicadas con el tacto.
Y cuando de a poco se fueron acercando y sus labios casi se rozan, una voz los separó del sueño.
- ¿Interrumpo algo?- dijo entre risas Fred
«maldito..», pensaron ambos, apartándose para irse en diferentes caminos.
